- Si sigues así morirás virgen, Mochi.
Éso y el consolador rosa que acababa de regalarle su amigo TaeHyung fue la gota que rebalsó su inexistente paciencia.
No podía creer que realmente estuviera considerando aquella tarjeta que venía en el paquete...
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Decir que JiMin estaba nervioso por su "no - cita" sería una burla total. El omega se removía incómodo por toda su habitación. Ni siquiera podía negar la alegría que sentía su lobo al saber que pronto estaría con su compañero.
Sería un completo desperdicio el discutir aquel asunto con su otra parte, ya que ambos pensaban muy diferente al respecto.
Habían incontables razones por las cuales su relación con YoonGi no sería lo ideal, principalmente porque su lado humano jamás quiso una pareja, pero su omega no escuchaba razones, no los comandaba la misma lógica.
JiMin se dejaría arrastrar por esta otra parte, solo lo suficiente hasta que el lobo pudiera comprender que lo suyo no estaba destinado a ser, antes de que fuera completamente tarde.
Esperaba que no lo fuera...
Una bocina le distrajo, el pelirrosa se asomó por la ventana para ver un lujoso camaro gris estacionado en su puerta.
Tomó una fuerte respiración para salir del lugar y encaminarse en donde le esperaban.
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En el auto YoonGi trataba de aparentar calma mientras esperaba que el omega llegara, lo cual le estaba llevando toda su maldita paciencia.
Trató de recordar todo lo que se estaba jugando allí mismo, el precio de sus acciones, y el sacrificio de su familia...
*Unas horas antes*
— YoonGi, algo te sucede... — El rubio ignoró aquel comentario.
— Estas raro desde hace un tiempo...— continuó otra voz.
— Desde aquella vez...— siguió un tercero.
— Hn.., son ideas suyas, no me molesten. — YoonGi iba a retirarse hasta que sintió como le tomaban del brazo, levantó la mirada encontrándose con aquellos que habían sido parte de su familia durante tanto tiempo.
