- Si sigues así morirás virgen, Mochi.
Éso y el consolador rosa que acababa de regalarle su amigo TaeHyung fue la gota que rebalsó su inexistente paciencia.
No podía creer que realmente estuviera considerando aquella tarjeta que venía en el paquete...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Olvídalo.
JiMin iba a retirarse cuando volvió a sentir que le tomaban en brazos, quedando cara a cara con el rubio.
—Ese es el problema Minnie, desde esa noche no he podido olvidarte.
YoonGi pudo apreciar como su acompañante dejaba de respirar por un momento.
Quizás no debió decir eso, ahora las cosas se pondrían aún más raras entre ellos, pero mentiría al decir que no deseaba confesar aquello.
Quien lo diría, una persona como él.
Quien moriría antes de tener que entablar relación con nadie, más allá de lo estrictamente laboral.
Y ahí estaba, prácticamente declarandosele a aquel omega que le había encandilado desde el primer momento.
Aquella persona que le había dejado inservible para todo, aquel ser que le había desarmado tan solo con aquella mirada que le estaba dedicando en ese momento.
Le encantaba ver como JiMin se sonrojaba, y a la vez, como trataba de evitar su mirada, luchando por fingir que no se notara lo que YoonGi provocaba en el.
Para desgracia del pelirrosa, YoonGi no solo podía intuirlo, si no que también podía olerlo, y aquello era tan exquisito.
Realmente tenía que poner todo de sí para controlar a su lobo y no hacerlo suyo allí no más contra la pared...
"No soy un bruto para tratarlo así"
Su lobo rugía en respuesta, y el rubio podía sentir sus colmillos picar.
JiMin le miraba nervioso, podía notar como el auto - control del otro estaba cayendo rápidamente.
Sabía que lo mejor sería salir corriendo de allí pero por alguna extraña razón no tenía miedo, al contrario.
Estaba excitado.
Y YoonGi podía sentirlo.
Y eso le excitaba aún más.
— JiMin... — Su voz sonaba ronca y sus ojos se tornaron rojos, señal de que su lobo estaba estaba cerca — Yo... no creo poder resistir más.
El rubio se acercó a sus labios, dándole tiempo de retirarse si así lo quería.
JiMin pudo sentir como el miembro de Yoongi se rozaba con el suyo, y eso hizo que su propia necesidad aumentará aún más.
