Trigésimo cuarto acto

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Al bajar por la escaleras escuchan distintas voces, Jungkook y Taehyung les sonríen con Eunji al lado. Tal vez los dos menores tenían unos minutos de haber llegado y ellos no lo sabían, pero extienden sus brazos a Jimin y este no duda en caminar en su dirección para rodear a cada uno con un brazo. Tae besa el costado de su cabeza y Kook soba su espalda de manera reconfortante con la palma bien abierta.

De estar Namjoon aquí también, probablemente lloraría. Su sensibilidad ha aumentado de igual manera las últimas semanas y siente que podría quebrarse con cualquier cosa, por lo que no le resulta extraño que las piernas le tiemblen cuando hace contacto visual con la mujer que alega ser su tía, la hermana de su padre.

A diferencia de cuando la conoció el mes pasado, ahora viste un traje formal oscuro, dejando su cabello sujeto en una coleta. Le permite ver su rostro más claramente y Jimin se obliga como otras veces a recordarla, pero no hay ni un solo ápice de memoria en su mente que la registre.

Sin embargo, los ojos de la mujer no son del todo duros o pesados encima de él, de hecho, puede ver por su postura que ella también está nerviosa de estar ahí, con él. Y de alguna manera Jimin lo entiende, o trata de hacerlo. Si las cosas pasaron como ella contó pueden haber muchas otras cosas detrás que para ella significan algo que él desconoce. El menor cree que, aún si él pregunta o no, ella todavía querrá decirle.

O por lo menos espera que lo haga.

La sonrisa de la oficial de policía se torna compasiva al ver a su sobrino aún con su pierna vendada, en su semblante no hay una expresión legible para ella. Jimin no parece contento o aliviado de verla, Eunji sólo puede comprender.

—Jimin-ssi —ella hace una reverencia cordial, tratando de dejar sus manos quietas para no delatar su nerviosismo, sin lograrlo. Él regresa la reverencia.

—Señorita Eunji.

Decir "tía" no sienta bien para él todavía, de nuevo, los presentes lo entienden.

Alargaron la charla banal lo suficiente porque ninguno tenía prisa, pero eventualmente debieron llegar a lo importante. Eunji le dio a los cuatro oficiales uniformados la orden de retirarse ya que ella aseguraba tener todo bajo control y prosiguieron a sentarse en la sala de estar porque, ciertamente, Eunji traía noticias.

—Sé que me tardé mucho en... venir a hablar contigo —le dice a Jimin, sentado frente a ella en el sillón más grande. Hoseok, Taehyung y Jungkook a un lado del rubio miran expectantes.

Nuevamente todo era confidencial pero Jimin no había permitido que sus amigos, quienes por los momentos son su mayor soporte emocional, se fueran y lo dejaran a la intemperie. No se siente valiente para enfrentarlo solo.

Eunji está haciendo todo tipo de excepciones, pero es porque siente que es lo mínimo que puede hacer.

—Estuvo bien —disiente el menor—, lo necesitaba. No... No me he sentido del todo bien, pero gracias por no presionarme.

—No hay problema, aún estás a tiempo de testificar. Yo también estuve... ocupada. Desde que en un principio fui yo la que decidió reabrir este caso, he tenido que encargarme de todo; la policía ha entendido que requerías algo de tiempo.

Jimin encoge el hombro.

—No parece gran cosa. Al menos no para retrasarse —le resta importancia, extrañamente. Eunji suspira—. ¿En dónde...? —bajando la cabeza, juega con sus dedos— ¿En dónde está ella ahora?

La pelinegra traga con fuerza, el menor no tiene que decir su nombre para saber a quién se refiere pero, ¿de qué manera podría explicárselo? Una vez más, se debatía entre lo profesional y lo sentimental. No quiere lastimarlo, pero él debe saber la verdad.

Estrella Fugaz » pjm + knjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora