Maddison se sentía flotar en un mar infinito. Era incapaz de hacer o decir nada; por muchas señales que le mandara a su cerebro, este parecía no responder. Era una sensación extraña, fría. Todo se sentía lejano; incluso sus emociones parecían apagadas.
—¿Cómo se te ocurre traerlos aquí? ¡La estarán buscando! —escuchó a lo lejos—. ¡Pensaba que eras más inteligente!
La voz de un hombre se había colado por sus oídos, pero no la reconocía; tampoco tenía fuerzas para abrir los ojos.
Una fuerza desconocida apresaba su cuerpo y pronto lo sintió mucho más pesado, abatido y desconectado. Todas sus articulaciones estaban apagadas; volvió a intentar moverse, pero no notó el más mínimo aspaviento.
—¡Los que la buscaban están muertos! ¡No podrán llegar a nosotros! —oyó replicar a Raven—. ¿De verdad crees que soy tan idiota?
Su voz hizo que su corazón se encogiera; trató de llamarlo, pero no logró reproducir ningún sonido. Apenas pudo separar suavemente los labios.
—¿Y el niño? ¿Qué tienes que decir sobre ello?
—Sé que no es lo ideal, pero necesitaban mi ayuda. Ella no iba a dejar al pequeño.
Al escuchar cómo se referían a Nico, logró abrir los ojos. Pero pronto se dio cuenta de que todo daba vueltas.
Maddison parpadeó lentamente, desorientada; lo único que podía ver era un alto techo de madera, extraño y desconocido. Finalmente, no tuvo más remedio que volver a cerrar los ojos y tratar de relajarse.
—¿Has dicho que controla el fuego? —escuchó murmurar a una mujer—. Eso es algo imposible.
El silencio se impuso brevemente.
—Por favor —suplicó Raven.
Las voces empezaron a entremezclarse intensamente y la joven sintió como su alma empezaba a abandonar a su cuerpo. Poco a poco, su conciencia se apagó y volvió a perder el conocimiento.
—Ya hablaremos cuando vuelvas —fue lo último que escuchó decir.
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La ladrona y el cuervo [Completa✔️]
FantasyLa soledad, la supervivencia y la pobreza convirtieron a Maddison en una hábil ladronzuela capaz de realizar el más sutil, silencioso e inadvertido hurto. Ella no tiene apellido, título, ni padres y aun así consigue alimentar al pequeño Nico, el cua...