Cap. 4

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– Y así doña Rossi respetó el precio inicial, Hoseok, quiero que me adopte.

– La doña es la mejor persona de este país, debería ser presidenta.

– Sí. Pero ya en otros temas; ¿Cómo hago para que el pelotudo de el Jimin acepte ir en micro hasta Yotala?

– Te puedo dar una pastilla que hace caer de pico a cualquiera.

– No, no, no, no quiero ilegalidades aún.

– ...

– ¿Sabes qué? Voy a ir solo, ese webon no va hacer más que estorbar.

No, tengo que ir yo también, renta un auto o compra un pasaje qué se yo

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No, tengo que ir yo también, renta un auto o compra un pasaje qué se yo.

– Exacto, no sabes ni mierda, si no estuvieses de mamón yo ya habría traído tu celular de vuelta.

– Mira, igualado, sea quien sea el muerto de hambre que tenga mi teléfono, no te creería si le dices que el Iphone es tuyo.

– ¿Gracias?

– Además tengo un apellido que me-...

– Ya carajo, mira, vamos a ir Yotala.– Jimin esbozó una sonrisa de baboso creyendo que todo se le cumpliría a pedir de boca.– En micro.

– Me niego.

– Entonces te quedas.

Jimin estaba con el cuello doblado en el micro que era para gente que no pasaba el 1

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Jimin estaba con el cuello doblado en el micro que era para gente que no pasaba el 1.60, tuvo la oportunidad de sentarse pero había visto un video en YouTube (de Badabun) que decía que los asientos del transporte público tenían sus diseños raros para confundir al enemigo, y así hacerlos creer que donde ponían sus potos no estaban TAN sucio. TAAAAAAAAAAAAN mugre.

Yoongi lo miraba con cara de culo, ya que Jimin había puesto la misma cara cuando entró un chico venezolano a demostrar su talento en el rap, su rap fue una mierda pero aún así. El jaila no sabía de ganarse la vida.

– Ya, mierdita, siéntate se te va atrofiar más el cerebro.

– No.

– Bueno, te jodes.

Jimin se sentó al lado de Yoongi una vez que una mujer y su cría se bajaron del micro, no sin antes desinfectar el asiento, así que fue un viaje con su poto mojado tras poner alcohol en gel.

Iban llegando al cruce, y Jimin creyó que el micro los dejaría en el pueblo, PERO NO, el señor cuarentón, viejo y feo, les dijo:

– Fin de la ruta, abajo.

Jimin vio como todos en el micro agarraban sus mochilas y "equipajes" para empezar a bajar, no le quedó de otra más que seguir al Yoongi hasta una especie de quebrada.

– Que bien huele.

– Sí, es caca de vaca.

Y Jimin tuvo arcadas porque le gustaba hacer drama de todo, y ese olor a caca de vaca.

Y Jimin tuvo arcadas porque le gustaba hacer drama de todo, y ese olor a caca de vaca

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– ¡Namjoon, carajo!

– Pero es que no podía frenar tan rápido.

– No era tan difícil esquivar a la rana.

– ¡Ya perdón!

La parejita iba peleando en la peta del mayor, que había dejado conducir a su novio a modo de práctica para sacar su licencia. Iban a aprovechar la situación e ir Sucre para almorzar ahí, pero la rana había arruinado sus planes, haciendo sentir mal a Namjoon y asqueado a Jin.

– Volvamos, se me quitaron las ganas.

– Pero-...

– Por favor, Nam.

Bajoneado, Namjoon se bajó del lado de piloto, con la cabeza baja y sacando joroba para demostrar que estaba triste, al borde del suicidio. Hicieron el cambio de lugares y el viaje de retorno a Yotala fue silencioso con el ambiente tenso. Jin quería soltarse un pedo pero si lo hacía su regaño sería dejado de lado y su autoridad se vería manchada.

Al llegar a su casa y por acuerdo tácito se separaron, Namjoon fue a la cocina a "lavar el servicio" y Jin corrió al baño a desinflar sus penas y pedos.

Así transcurrió una hora, Namjoon ya había ido a su habitación pero extrañamente Jin no salía del baño.

A la hora del té Namjoon ya no daba con su preocupación. Escuchó un sollozo así que corrió dentro de su casa otorgada por Evo cumple.

– Jin... ¿Amor?... ¿Estás bien?

– N-Nam... Trae más papel por favor.

– Sí, dime que te pasa, pero.

– Me duele la panza...

– ¿Quieres papaya? Te va aflojar el estó-...

– ¡No! Estoy con diarrea.– susurró lo último.

– Ah... Voy.

Al pasar unos 30 minutos más Jin por fin salió del baño, fue a llorar a los brazotes mamados de su novio porque le lolia pancha.

Namjoon daba caricias en la cabellera negra con una mano, y con la otra frotaba mentisan en el estómago del mayor. No lo culpen, es gringo y le enseñaron que no hay nada que el mentisan no arregle.

Las horas pasaron con ese par dormidos en su cama, Namjoon despertó a media noche porque un pedito de Jin había sido demasiado para su naricita. Y al removerse en la cama despertó a su novio, así que estaban viendo el techo con flatulencias dando ambiente.

– Jin... ¿Estás despierto?

– No.

– ...

– Sí, Nam estoy despierto.

– Quería darte esto en otro momento pero...— se acercó hacia su mesita de noche para sacar algo del cajón.— Toma.

– ¿Nam?

– Estaba a mitad del precio original, espero que te guste.

Y ahí estaba, ese celular "recientemente" arreglado, con una photocard de un coreano, chino, japonés, taiwanes o lo que fuera.

Era el Iphone de el Jimin.

JailitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora