Cap. 5

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– Oh dios.

– ¿Te gusta?

– Oh dios.

– ...

– ¡Nam!

– ¡Ay!

El mayor saltó a los mamadísimos brazos de su pareja para luego babearle/besarle la carita. Namjoon se reía para no llorar, él se había puesto sus cremas anti arrugas antes de dormir. Obviamente cedió a los mimitos, aunque su skincare se le haya cagado.

– Gracias, Nam, ya no tendré que usar el Nokia.

– De nada, que bueno que te haya gustado, estoy muy feliz, ¿pero puedes moverte? Estás pesado.

— Ay perdón.

La fiesta siguió, Jin saltaba diciendo que ahora era un aristócrata con Iphone, pero su pololito ya había caído de pico, roncaba y babeaba, pero para el mayor, Namjoon seguía siendo su bonito gringuito con arrugas porque su skincare se había ido al hoyo.

La fiesta siguió, Jin saltaba diciendo que ahora era un aristócrata con Iphone, pero su pololito ya había caído de pico, roncaba y babeaba, pero para el mayor, Namjoon seguía siendo su bonito gringuito con arrugas porque su skincare se había ido a...

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– PERO NOOooOOoOo, don "yo sé todo" no quería ir al periódico a poner un aviso.

Llevaban media hora en la habitación que el tío de Yoongi, Don Homar, les había prestado para pasar la noche. Media hora de Jimin regañando a Yoongi por no haber salido a buscar su celular cuando aún era de día.

– Mira, aunque lo hiciéramos las personas no devolverían un Iphone.

– ¿Tú qué sabes?

– Más que tú, a ver dime la tabla del... Siete.

– ¡Esto es serio! No sabemos quién tiene mi teléfono, no podemos ir casa por casa, ¡vamos a poner un aviso!

– Ya mierda, yo sé donde tenemos que ir para que nos den tu celular, relaja tus nalgas.

– ...

– ...

– ¿Y tú cómo sabes quién tiene mi celular?—hubo un cortocircuito en el cerebro de Jimin, y luego se dió cuenta de algo.— Es más, ¿cómo sabes que mi celular lo tiene alguien aquí?

– Buenas noches, nalgasmiadas.

– ¡Yoongi!

– Mira, pelotudo de mierda, no te debo explicaciones, ahora duerme conchetumare.

– Número 1. Sí que me las debes, te voy a pagar por hacer esto. Número 2, recién son las 7 de la tarde, ni siquiera empezamos, ¿cómo puedes estar cansado?

En ese momento aporrearon la puerta. Y se escuchó a don Homar decir:

– ¡YOONGI, MOCOSO E' MIERDA! A MI CASA NO, ANDÁ A UN MOTEL SI VAS A TRABAJAR DE ESO.

Yoongi se levantó de la cama con las mismas ganas que tienes tú de ir al colegio y abrió la puerta.

– No es lo que piensa tío. Aquí este gil anda webeando nomas, vaya vaya, no olvide tomar sus pastillas.

JailitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora