Mira que lejos hemos llegado (LEVIHAN)

Capítulo 7

Había llegado el día de una nueva expedición al exterior, pero Hange no sería parte de esta pues realizando un experimento había incendiado su laboratorio con ella adentro, no pasó a mayores, porque su escuadrón y Levi la habían sacado del lugar y apagado el fuego, pero sus actos habían tenido consecuencias, es por ello que después de unos días en la enfermería por la inhalación de humo, Erwin con recomendación de Levi, Mike y sorprendentemente Moblit la había mandado a pasar 3 días en la carceleta del cuartel para que aprendiera.

Se había acordado que Levi sería quien lideraría el cuarto escuadrón en su ausencia y Moblit lo apoyaría.

— Moblit se paciente con Levi, es un buen líder, pero también es un fanático de la individualidad cuando se lo propone.— Hange estaba agarrada de los barrotes de su celda mirándolos como un cachorro regañado.

— Tsk, puedo cuidarme solo.— dijo Levi y salió del calabozo.

— No le hagas caso, Moblit, ya sabes como es.— Hange negaba con la cabeza viendo hacia el lugar por donde Levi se había ido.

— No la defraudaré Líder de escuadrón.— Moblit la veía nervioso, nunca había trabajado con Levi, así que era un reto para él también.

— Lo sé, tenle un ojo encima, conozco sus habilidades, aunque de igual manera me preocupa. — Moblit notó algo en la mirada de Hange y el tono de su voz, no era la primera vez que la escuchaba hablar así del capitán.

— Lo haré, cuente conmigo.— le dijo con una sonrisa amable.

— Me quedo tranquila entonces.

...

La Legión de reconocimiento estaba de regreso, estaban ya atravesando Shingansina cuando cuatro titanes empezaron a correr hacia ellos.

— No rompan filas.— ordenó Erwin.— ¡Escuadrón cuatro, encarguense!

Con Moblit y Levi a la cabeza los 5 soldados se dirigieron a los titanes.

— ¡Nifa! ¡Ve con Moblit! ¡Vayan por el de la derecha!— había divisado un titán de unos 6 metros a ese lado.

— Entendido.

— ¡Abel, Keiji! ¡El de la izquierda!— ahí había un titán de unos 8.5 metros.

— Capitán ¿irá solo por los dos del centro?— se preocupó Moblit recordando lo que Hnage le había dicho.

— Sí.— Levi no se veía con la intención de cambiar de idea.

— Pero...

— ¡Obedezcan! ¡Debemos regresar!

Los dos grupos derribaron a sus titanes correspondientes, mientras que Levi se había encargado también de los suyos, avanzaban con sus caballos lo más rápido que podían para alcanzar la formación cuando un titán anormal salió de entre dos casas haciendo que los cinco caballos perdieran el equilibrio dejando caer a sus jinetes, Nifa no había podido prevenirlo y cayó golpeándose la cabeza, Moblit quién había caído cerca corrió hacia ella cuando el titán volvió a lanzarse sobre ellos. Levi logró cortarle la mandíbula antes de que los devorara.

— ¡Moblit! ¡Sácala de ahí! ¡Sube a un tejado!

El rubio levantó a su compañera en brazos y se impulsó hacia un tejado donde silbó para llamar a su caballo.
Levi quién ya había llamado la atención del titán logró derribarlo, pero se dio cuenta que habían llamado la atención de varios más, buscó a Keiji y Abel, pudo ver que el rubio ayudaba Keiji a levantarse con dificultad, cojeando.

— ¡Moblit! ¡Abel! Cuando vengan sus caballos llévense a los heridos, yo haré tiempo.

— ¡Capitán, son demasiados!— Moblit veía con temor a los titanes que se acercaban, no le cabía la idea de que Levi combatiera solo.

— Nifa está grave y Keiji apenas si puede ponerse en pie, váyanse.— el capitán los estaba mirando con preocupación.

— Capitán...— Moblit quiso detenerlo una vez más pero Levi no lo dejó.

— ¡Es una orden, obedezcan!

Dos de los caballos aparecieron y Moblit con Nifa en brazos se subió al suyo, seguido de Abel que ayudó a Keiji a subir a su caballo.

— ¡Capitán regrese con vida!— le gritó Mobli una vez estuvo sobre su caballo.

— ¡Largo de aquí!

Los dos caballos empezaron a alejarse, por lo que Levi volvió a divisar a los titanes, había contado ocho, pero seguramente vendrían más. Revisó cuanto gas le quedaba y respiró profundo justo antes de tomar impulso y lanzarse al ataque.

...

Los caballos de Moblit y Abel lograron alcanzar la formación justo cuando estaban atravesando la puerta del Muro María.

— ¡COMANDANTE! ¡NO CIERREN LA PUERTA!— gritó Moblit desde el fondo.— ¡EL CAPITÁN LEVI SE RETRASÓ!

— Moblit conoces las reglas cuando el último caballo entra debemos cerrar la puerta.— la expresión de Erwin era tajante.

— ¡Pero va a regresar, solo un poco!— pidió a su comandante.

— No puedo hacer eso, creo que lo mejor es que la lleves a ella con los médicos.— Erwin había señalado a la joven pelirroja que estaba cargando.

Moblit no pudo decir más, Nifa no había reaccionado, pero estaba viva, la sentía respirar, así que su prioridad era buscar asistencia médica. Un doctor y unos enfermeros se acercaron a él con una camilla y colocaron a la joven ahí.

— ¡Moblit! ¿Qué pasó? Vi a Keiji malherido y ahora Nifa.— Hange se había acercado, parecía buscar algo.— ¿Dónde está Levi?

— No regresó.— vio el rostro de su superior palidecer.

— ¿Qué?

— No está muerto, bueno no lo sabemos.— eso pareció aliviarla.— Un titán nos lanzó de los caballos y el capitán se quedó combatiendo para darnos tiempo de traer a los heridos, lo siento, yo...

— No te disculpes.

Hange se alejó rápidamente gritando que necesitaba un caballo.

— ¿Hange, qué haces?— el comandante sabía perfectamente sus intenciones.

— Voy a buscarlo Erwin.— movía la cabeza inquieta tratando de divisar a su caballo.

— No estás autorizada.

— Estoy bien, tengo suficiente energía para buscarlo y traerlo.

— Dije que no.— el comandante no iba a aceptar su petición, sabía que ella se pondría en peligro por su decisión apresurada.

— No me importa igual...

— ¡NO!— levantó la voz y le dio una mirada tan temible que la dejó callada.— No me hagas volver a encerrarte.

— Erwin...— él nunca le había hablado así.

— Puedes esperar sobre la muralla, dejaré una guardia, espera el tiempo que quieras, pero no saldrás sola.— fue su última palabra antes de darse vuelta e irse.

Hange lo observó frustrada y se impulsó con sus arneses para poder esperar sobre la muralla de una vez.

Sentía un nudo en la garganta, Levi hasta el final había priorizado a los demás por encima de él, sabía que era malhumorado, muy tosco para hablar, cualquiera pensaría que odia todo, pero no era la primera vez que se ponía en riesgo por otros, ¿cómo es que tanta gente no podía ver eso? Levi siempre le pareció fascinante, al observarlo tanto conoció su bondad, alguien como él no podía haberse ido. Levantó el rostro, sabía lo fuerte que él era, iba a regresar, no tenía que dudarlo y ella lo iba a esperar hasta que eso sucediera.

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Nuestro querido Levi está desaparecido, sabemos qué él siempre se preocupa por sus camaradas, incluso poniendo su vida en peligro, por eso y más lo amamos.