El cañón del arma apunta perfectamente en medio de su frente. Los ojos grises no mienten cuando ha escuchado a la mujer confesar sus crimines como si fuera una clase de hazaña, él mismo lo sabe. Lalisa es la clase de criminal que manipula a las personas para su beneficio, es así, como alguien que siempre ha sido intachable en su trabajo cae bajo el gatillo de un depredador más hábil quien ha logrado hacerle bajar la guardia y no sospechar de su apariencia y carácter dócil, nunca se termina de conocer a las personas.
Ella no se detendrá, su narcisismo le ha permitido jugar con fuego teniendo a un hombre como Jeon a su lado.
Porque Jungkook representa eso ; reconocimiento, riqueza y poder que tanto quiere.
NamJoon abre los ojos ante la revelación que ha tenido pero es demasiado tarde ante la claridad de sus pensamientos porque el gatillo ha sido jalado y el cuerpo del hombre moreno cae sobre el frío suelo sin vida.
Un perfecto disparo al cerebro ha sido suficiente para marcar el final del policía mayor galardonado de la capital.
– Nos vemos en el infierno, quizás allí si puedas atraparme. – susurró la de mejillas sonrojadas para soltar el arma e ir en dirección a Jungkook quien se levanta del banco y mira con desprecio el cuerpo sin vida del detective.
Taehyung entra al taller por mensaje del mismo jefe.
– Deshazte del cuerpo. – le dice al castaño quien inmediatamente asiente.
Ha sido así, Lisa tiende a mostrar sus caprichos y la mayoría de veces es Jeon quien se encarga de limpiarlos.
– Te he extrañado mucho amorcito. – la peli rosada suspira sobre el pecho del pelinegro mientras este se mantiene callado y la carga en posición princesa.
Los viajes largos son parte de su rutina, hay ocasiones en que tarda meses en volver a encontrarse, pero ahora el deber le llama.
– He de suponer tienes que irte de nuevo. – el pelinegro asiente ante las palabras de Lisa
Pero los detalles de su noche definirán el rumbo de un nuevo capítulo en su vida ahora que el detective ha muerto.
Despertando desnuda en su habitación, Jungkook no está.
Sabe que solo es cuestión de tiempo para que los medios revelen la noticia que ansía escuchar. La emoción de sus propios crímenes siempre le otorgan placer al saber que su firma está en ellos de manera anónima y delicada
– Buenos días Adonis. – saluda al perro quien descansa en su sala. – Parece ser que tu dueño aún quiere mantenerte conmigo. – el animal responde lamiendo su rostro.
Es fácil distinguir el perro ha creado conexión con la mujer.
Se levanta rápidamente mientras huele con mayor intensidad el café de grano recién servido, de pronto tiene la sensación del suelo moverse debajo de ella obligándola a buscar una superficie la cual sostenerse.
El animal la mira curioso, Lisa se ha tornado pálida.
– Que mierda... - tomando una gran bocada de oxígeno trata de volver en sí.
Le parece extraño tener que pasar una situación como esas. Así que su vista va al reloj que está seguido de su calendario de periodo y es cuando se percata de que ha llevado un notable atraso.
– Si es lo que estoy pensando. – sonríe. – No pudiste llegar en momento más oportuno. – acaricia su vientre plano para retomar la postura.
La última pieza está puesta y sonríe en grande cuando la posibilidad es tan alta que ya puede visualizar el desenlace.
Su ánimo ha aumentado, solo necesita de estudios necesarios para corroborar su teoría. No pierde tiempo y agenda una cita con una ginecóloga mandando mensaje al número que conoce bien. "Último escalón" la nota va directamente al número de su hermano, pues los mensajes en clave son esenciales.
La dicha golpea su pecho mientras parece que la sonrisa no se deja escapar, Lisa siempre ha tenido el control de su entorno y eso incluye sobre su mismo cuerpo. Es momento de que reafirme su posición y obtenga finalmente todo lo que ha querido por tantos años, un bebé sería la pieza clave.
– Tú eres todo lo que necesito. – habla mientras mantiene sus manos sobre el abdomen.
– Estoy segura de que sorprenderemos a tu padre. –
Algunas mujeres anhelan un hijo por diferentes razones, para Lisa un bebe representan control y poder en el mundo en el que vive el padre de su hijo.
Nadie podrá eliminar la alegría que siente.
Su madre siempre le dijo que para sobresalir en un mundo como el que nació debe de ganarse el respeto de personas peligrosas. Desde muy pequeña creció con esa mentalidad, hacer lo indispensable para ganar y aunque no fuese un hombre, tendrían que rendirle culto
"Se una maldita perra sin corazón, pero nunca te alimentes de tus propios pecados". Esas fueran las últimas palabras de su madre.
Aunque el significado fuese literal, Lisa siguió aquella filosofía. Aprendió el control de sus herramientas y el inquebrantable juego de apariencias, porque ella misma es un instrumento.
Fue así como creció en gracia y belleza, una chica de personalidad dulce y encanto natural pero entrenada para ser una hermosa arma letal.