El sol podía sentirse sobre sus pieles, era aún temprano para Lisa pero muy tarde para Jeon quien miró el reloj sobre el buró a lado de la cama y tuvo que obligarse a levantar. Odia tener que separarse de su flor, pero el trabajo aún no está terminado. Confía en sus hombres haber capturado a esa rata asquerosa que pensó podía engañarlo y desafiarlo.
Muy estúpido pensar que un simple roedor podía ganarle a un león.
Jeon no se anda con juegos y mucho menos si han intentado robar mercancía, acaricio la espalda desnuda de la chica que dormía sobre de él para intentar despertarla.
– Buenos días amorcito. – la escuchó suspirar mientras se aferra más a su cuerpo.
– Tengo que irme gatita. – la contraria frunció el ceño ante la declaración y Jeon tuvo que mantenerse firme para no besar el evidente puchero sobre el rostro pálido.
– Está bien. – Lisa no pregunta y eso le facilita mucho las cosas al alto.
La pálida sabe que su hombre es alguien muy ocupado y que necesita regresar con sus amigos para poder cumplir con su jornada laboral.
– Pero quiero un día solo para nosotros. – miró sobre ceja. – Me dejaste solita una semana, así que, dentro de dos días quiero que te quedes conmigo, quiero cocinarte y atenderte mi amor. Quiero tenerte solo para mí. – declaró emocionada incorporándose sobre el torso de su amado.
– Puedes quedarte aquí conmigo, puedo cerrar la repostería y así nadie nos interrumpe. – solo imaginarlo la hace sonreír.
Deshaciéndose de la unión de cuerpos y gimiendo al sentirse vacía, se sentó a su lado para mirarle.
– No puedo, dudo que la situación por la cual viaje a Daegu se resuelva tan pronto, pero prometo que te recompensaré una vez termine de hacer lo que tengo pendiente. – la expresión ilusionada de la pequeña cambió rápidamente. Su amorcito se esta negando a sus planes.
Puchereó mientras su vista fue a la sabana, el brillo de sus ojos desapareció y la sonrisa que siempre solía mantener ya no está.
– Está bien, supongo que no eres tan bueno en lo que haces y yo no soy tan importante como para querer verme dentro de dos días. – le dio la espalda mientras cruza los brazos.
Incluso ignoró el dolor de vagina y trasero, está tan enojada que ya no quería mirarle
– Llévate la caja que está en la cafetería, son para tus amigos. – el tono dulce desapareció.
– Les preparé algo como agradecimiento por cuidarte. Es una receta nueva. – le advirtió para sacar la bata del cajón y cubrirse la desnudez.
Lisa no dijo otra cosa y mucho menos se intimidó ante el llamado molesto de Jeon, la pelirosa salió de la habitación dejándolo con las palabras en la boca. Si fuera otra persona y no su gatita posiblemente ya estuviese muerta pero la única persona que podía desafiarlo y hacerle un berrinche es ella. Esa hermosa mujer.
– Mierda. – tiró el estúpido frasco de chocolate para tomar su ropa e irse.
Alguien tiene que pagar el pesado humor que ha resultado una noche maravillosa. Podría hablar con Lisa, pero eso lo retrasaría más de sus deberes así que después lo hará y quizás le dará una lección a su pequeña consentida.
El pelinegro salió del edificio, por el rostro que lleva sus hombres solo se limitan a reverenciarlo mientras entra a la gran camioneta negra. Normalmente su jefe solía ser menos terrorífico cuando esta con esa pelirosa así que podían anticipar no pasarlo del todo bien.
– ¿Atraparon a ese imbécil? –
Ya poseían una identidad que perseguir. Ese maldito ya ni siquiera era digno de consideración a una muerte rápida. Por su estúpida intervención ha peleado con su gatita y eso debe pagarlo con sangre.
– No señor, al parecer supo que iríamos por él. Ha dejado la residencia antes de que llegáramos. – Jungkook apretó sus puños mientras estiró la caja hacia ellos.
– Regalo de Lalisa. –
El guardia se sorprende, no es ningún misterio en todo Seul saber que la novia de su jefe es la famosa repostera que tiene encantado a la capital con sus creaciones única.
– Quiero a ese maldito antes de cuarenta y ocho horas, de lo contrario empezaré a repartir balas porque no estoy de puto humor para seguir tolerando ineficiencias – sentenció
Su rostro colérico les dice que no miente.
– Sí señor. –
El viaje hacia la residencia "Jeon" les dio la bienvenida. Jungkook ni siquiera esperó a que la camioneta se detuviese por completo cuando salió del gran auto. Una gran hectárea es la que le tiene resguardado.
El lujo en su estilo de vida es innegable, sabe que, lo que tiene es porque es el amo del puto continente asiático.
– Al parecer no viene de humor. – Kim la mano derecha de Jeon se acercó a sus guardias.
Cuando el jefe posee ese carácter era mejor no interponerse, hasta su mejor amigo lo sabe; Kim Taehyung.
– La señorita Lalisa no logró calmarlo. – Taehyung sabe sobre el romance del jefe con la repostera, en particular porque Lisa siempre solía dar postres a los guardias de Jeon como regalo.
La chica es muy dulce que incluso podían cuestionarse el cómo alguien gentil e nocente mantiene algo con el jefe de una mafia.
– ¿Ella lo sabe?. – Kim miró al guardia mientras le sonrió.
– Eres nuevo ¿cierto?. – el chico asintió. Es la primera vez que tiene contacto con el gran Jeon Jungkook. Tuvo que esforzarse mucho para conseguir ese puesto así que trataría de hacerlo bien.
– Te daré este consejo como mano derecha del jefe. – posó la extremidad sobre el hombro del chico quien tragó en seco.
– No preguntes nada sobre ella, no la mires, ni se te ocurra tocarla y mucho menos pensarla porque él que puede terminar con un balazo en la cabeza. – tocó la frente del chico. – Es otro. – sabe que se refiere a él.
– Sigue órdenes y ruega porque la chica se mantenga lo suficientemente inocente para no desatar el infierno. – no entiende sus palabras, pero quizás se refiera a la identidad de su jefe pues es obvio lo que pasará.
– Disfruta los pastelillos. – Taehyung miró la caja con una sonrisa y luego a él dejándolo muy confundido
¿Quién es realmente la chica? ¿ Es alguien hermosa cuya inocencia está siendo cegada por el depredador más peligroso o hay algo más? Aunque en primero lugar no se explica como dos personas tan opuestas pueden congeniar. Por lo que ha escuchado de guardias veteranos saben que la chica es realmente melosa y gentil.
"Inocente y pura" es así como describen la personalidad, pero ¿qué es lo que a su jefe tanto le gusta de una mujer así? Quizás sea eso mismo, como una bolilla atraída por la luz.
Siganme en mis redes pollitos. Nos leemos PRONTO