Capítulo 06.

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Desde muy temprano por la mañana, como es costumbre para la pelirosa ha salido a correr encontrando extraño que Monie, su vecina, no se encuentre en el exterior de la casa con la típica escoba entre sus arrugadas manos

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Desde muy temprano por la mañana, como es costumbre para la pelirosa ha salido a correr encontrando extraño que Monie, su vecina, no se encuentre en el exterior de la casa con la típica escoba entre sus arrugadas manos. Eso cambia la detallada rutina de la repostera ante el saludo de "buenos días" que acostumbran dedicarse.

Deteniéndose en el límite de la banqueta mira su reloj pasando cinco minutos donde se percata que la anciana no sale de su hogar. Monie no suele ser de las personas que se retrasen, o les guste cambiar rutina de manera tan precipitada. Así que la chica anticipa que algo no está bien mientras mira a ambos extremos preguntándose sí estará del todo correcto que toque su timbre porque al final del día, ella es quien convive con la mayor desde muy temprano e incluso a altas horas de la noche.

Justamente la noche anterior ambas han terminado una partida en cartas de póker apostado la receta de sus más exquisitas delicias. Monie con la receta del ferviente chocolate blanco fascinación de la peli rosa y la razón por la que muchas veces le es irresistible no visitar a su vecina y las enigmáticas donas rellenas de manzana glaseada que resultan ser el punto frágil de la anciana.

Ambas tenían mucho que perder pues anhelaban saber el ingrediente secreto de sus icónicas preparaciones que muchas veces son el motivo principal de que las visitas fuesen en la casa de la anciana o de la pálida chica.

– Monie. – tocó la puerta metálica mientras percibe el eco del otro lado.

El silencio es el mismo cuando vuelve a tocar por segunda vez y la respuesta se mantiene. No pierde tiempo y saca el celular de los bolcillos para llamar a la policía quien confía puedan ayudarla a contactar un herrero puesto que Monie aún mantiene esas valijas antiguas para cerrar su hogar. Siendo muy difícil conseguir una persona que pudiese abrir de manera pública porque esa acción es considerada invasión de morada y como consecuencia un delito.

Lili jamás haría algo en contra de sus principios.

No pasó más de veinte minutos cuando las luces azules y rojas rodearon la vivienda mientras la pálida explicaba la situación con el rostro repleto de pánico. El herero forzaba la entrada para abrir la puerta de material impenetrable.

– He de intuir que usted es su vecina. – la bonita chica asintió ante las palabras del policía quien junto a la joven mira al hombre de rodillas trabajar.

– Sí oficial, yo soy su vecina. – le miró. – Y esa es mi repostería, también vivo aquí. – aclaró

Mientras el pálido masculino mira sobre su hombro se percata de estar finalmente en la repostería de la cual todo Seúl habla por sus delicias dulces.

– Así que usted es la dueña de la repostería más famosa de la ciudad. – mira a la bajita notando que la mujer luce exactamente como un personaje cliché de televisión ante su profesión.

– No sé si la más famosa, pero agradezco que la gente guste de mis creaciones. – sonríe con ternura mientras el de traje levanta la ceja un tanto inquieto.

So Sweet | LIZKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora