Capítulo 34

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-Pero si es aún más bonito en persona. No lo puedo creer, Joelito, es demasiado precioso, ahora entiendo por que te enamoraste así.

-Lo es, realmente no podría haber elegido a alguien mejor, mami, Erick es todo lo que necesitaba y ni siquiera lo sabía.

-¿Estás realmente feliz, cierto? -Patricia y Joel se encontraban solos sentados en el sofá, habían comido hace un rato pero Erick estaba realmente cansado del largo viaje y se fue a acostar, bueno, en realidad su novio lo obligó, no quería irse, había batallado en contra del sueño porque quería quedarse a conversar pero había terminado rendido en los brazos del rizado que lo llevó hasta su habitación.

-Creo que nunca en mi vida había sido más feliz. -Y no mintió cuando lo dijo, Joel realmente se sentía completo, ni siquiera el reciente juicio contra Zabdiel era capaz de minimizar su felicidad, nada podría hacer que dejara de estar tan seguro de lo que sentía, de lo que sentía cuando estaba con Erick.

-¿Sabes algo? -Habló Patricia con una sonrisa maternal mientras acariciaba suavemente el rostro de su hijo. -No me preguntes por que, la verdad es que nunca diste ningún indicio en particular respecto a eso pero soy tu mamá y te conozco, muy en mi interior, yo sabía que eventualmente terminarías encontrando el amor en alguien de tu propio sexo.

-¿Qué dices, mamá? -Joel no estaba molesto, no tenía por que es estarlo, él era totalmente feliz con su pareja y estaba orgulloso de ello sin embargo esta no era la primera vez que su madre hacía un comentario similar.

-Solo la verdad, así lo sentía, Joelito, no se explicarlo pero supongo que es instinto de de madre. -Rió un poco ante la cara de confusión del rizado, realmente él jamás había tenido ningún encuentro homosexual, nunca pasó por su mente, así que le resultaba curioso escuchar aquello.

-Creo que estás un poco loca.

-Piensa lo que quieras, mi amor pero de verdad es así, por eso estoy contenta ahora, porque solo necesité mirarte junto a él para saber que de verdad eres feliz.

-Mami...¿Entiendes que vas a ser abuela? ¿Que de verdad Erick está esperando un bebé? Eso es...es demasiado loco, o sea, yo estoy feliz, realmente estoy feliz y no te imaginas lo mucho que ansío tener a mi hijo en brazos pero es tan...inesperado. ¿Sabes? Yo nunca imaginé algo así, hace solo unos meses salí de acá con un millón de sueños en la maleta y un futuro por el que luchar y ahora...

-Ahora tienes más motivos para luchar por ese futuro porque aunque la maleta ya no esté cargada con los mismos sueños, si está llena de otros nuevos, llena de sueños al lado de la persona que te hace feliz.

Joel se sintió comprendido, él realmente estaba como en una nube, una nube suave y esponjosa. Estar con Erick, descubrir que le gustaba Erick, que le gustaba tener sexo con Erick más que con ninguna mujer con la que hubiese compartido cama alguna vez, era como flotar, él podría flotar durante toda la eternidad porque cuando le hacía el amor, cuando lo escuchaba gemir su nombre mientras lo hacía suyo, cuando veía ese rostro perfecto completamente concentrado en el placer que solo él podía darle, Joel estaba seguro de que no quería estar en ningún otro lugar, Joel estaba seguro de que haría cualquier cosa con tal de que cada mañana por el resto de su vida, Erick amaneciera a su lado.

-Voy a ser papá, yo... realmente voy a ser papá. ¿Puedes creerlo? Yo...yo voy a ser papá, voy a ser papá de un bebé...con...con Erick, mamá, Erick me dará un bebé. -Joel simplemente comenzó a llorar, él de verdad estaba llorando como un niño pequeño sin embargo esas lágrimas eran puras, limpias, eran el reflejo de la tranquilidad de su alma, del orgullo de saber que en pocos meses tendría una familia con la persona que amaba.

-Serás papá, serás un gran papá y realmente me da muchísimo gusto verte así de feliz, tú mereces muchas cosas buenas y no lo digo porque seas mi hijo, mereces cosas buenas porque eres bueno, eres un hombre muy especial, mi vida.

-Mami...

-No llores más, solo disfruta.

-Hemos pasado tanto... mamá, ha sido horrible lo que le hicieron a Erick. Yo...yo te juro que tenía tantas ganas de matar a ese imbécil. ¿Cómo pudo hacerle algo así? ¿Con qué derecho? -De repente las lágrimas de felicidad se habían convertido en rabia, el solo recordar las malas intenciones de Zabdiel, hacía que todo su cuerpo se tensara, había ganado el caso, si pero nunca podría superar la impotencia de no haber podido evitar que en ese juicio se mostraran tales mentiras.

-Tranquilo... tranquilo, Joelito, no te pongas así ahora. ¿Está bien? Se que ha sido muy difícil, que te sientes impotente pero, cariño, ganaron ese juicio, ese hombre nunca podrá acercarse a ustedes y quedó en evidencia delante de toda la industria. Piensa que tú siendo a penas un novato en ese mundo, tuviste el valor de enfrentarlo, peleaste por tus derechos y por proteger a tu novio, peleaste y ganaste, Joelito, eso te hace grande. Te hace grande el simple hecho de haberte enfrentado al mal, un mal poderoso y sin necesidad de mentir, tu verdad salió vencedora. ¿Saber por qué? Porque cuando se pelea por amor, cuando se pelea con amor, no hay maldad que pueda predominar, ninguna fuerza es mayor a la de saber que estás dejando la piel por la persona que amas.

El silencio siguió después de aquellas palabras, tal vez no había nada más que decir porque ambos sabían que era verdad, que lo dicho por su madre no era más que la pura y compleja realidad. Joel permitió que sus manos acariciaran sus rizos revueltos, permitió que el calor de mamá lo mimara como cuando era solo un niño lleno de sueños, Joel permitió sin saberlo, que unos curiosos ojos verdes, observaran aquella escena desde lo alto de las escaleras. Erick no dijo nada, no podía decir nada y aunque su garganta picaba por dejar salir sus sentimientos, prefirió fingir que seguía dormido porque los sollozos de su alma, le gritaban a viva voz, que ese momento era de ellos dos, que Joel necesitaba escuchar de otra persona, lo mismo que él sentía.

Erick sabía que Patricia estaba siendo sincera, sabía que el amor con el que lo trataba era genuino, el más puro de todos porque era su madre y aunque en su propio caso jamás había sentido ese apoyo, aunque sus padres no hicieron más que lastimarlo, acogió aquellas palabras ajenas y las atesoró en su pecho, porque le servían, le daban fuerza, las guardó muy dentro de sí porque por primera vez en su vida, estaba experimentando lo que se siente tener un amor incondicional. Él se sintió feliz de que su novio fuera el receptor de un sentimiento tan puro porque nadie mejor que él había visto lo doloroso que fueron los meses en los que el destino no había mostrado aún la última carta de la baraja. Así que sin hacer ruido, se devolvió a la habitación en que Joel lo había dejado, se devolvió liviano, contento y cuando se acostó de nuevo y acarició su pancita, Erick sabía que estaba en el lugar correcto, con la persona correcta, por eso cuando un par de horas más tarde Joel subió a dormir, él no dijo nada, solo dejó que su novio lo acogiera entre sus brazos y sin mediar palabra, ambos cayeran profundo en un sueño tranquilo. Nadie debía enterarse de lo que habían experimentado porque para cada uno, había sido una enseñanza, un alivio, era un alivio poder dormir sintiendo el alma ligera pero totalmente llena del amor que ambos sabían que iba a perdurar hasta sus últimos latidos.

 Nadie debía enterarse de lo que habían experimentado porque para cada uno, había sido una enseñanza, un alivio, era un alivio poder dormir sintiendo el alma ligera pero totalmente llena del amor que ambos sabían que iba a perdurar hasta sus últim...

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Behind your eyes ll JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora