Capítulo 9

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Joel

-Todo bien entonces.

-Si...-Mintió otra vez, era su segunda semana en el apartamento de Erick y nada marchaba bien.

-Debo admitir que creí que a esta altura ya habrías renunciado. Vi lo que dijo hace unos días en esa rueda de prensa.

Zabdiel había tocado un punto delicado al parecer ya que no pasó por alto el gesto extraño que presentó el rostro de Joel sin embargo no quiso indagar, tal vez era solo una suposición suya, a fin de cuentas sabía lo difícil que era lidiar con Erick, así que miró una vez más las variadas fotos que tenía delante y pasó algunos segundos estudiándolas. Tenía que admitir que eran tomas increíbles, la belleza del chico estaba plasmada de forma impecable, resaltando a detalle cada espacio de piel perfecta. Dedicó algunos minutos de más a esa tarea, algo que hizo sentir incómodo a Joel aunque el rizado no lo admitiría.

-¿Pasa algo con las fotos? -Cuestionó un rato después, Zabdiel prestaba demasiada atención a mirarlas y eso lo estaba poniendo enfermo.

-No...de hecho...son perfectas. -El hombre susurró su respuesta, algo que tomó desprevenido a Joel ya que ni siquiera le había levantado la mirada. -Creo que debes sentirte cómodo mientras lo observas porque captaste increíblemente bien su figura.

-¿Qué?

Ahora si que había dejado de ver las dichosas fotos y es que el rizado prácticamente gritó su pregunta sorprendiéndose a sí mismo. El mayor lo miró detenidamente como si lo estuviera analizando y eso definitivamente no le gustaba, no entendía cual era la necesidad de un análisis a su persona. Se removió incómodo tratando de restar peso a la sensación extraña que estaba viviendo, esperando a que su jefe dijera alguna cosa, no quería sonar imprudente pero estaba hartándose de ser el objetivo visual de Zabdiel.

-No te ofendas, ya se que no te van los chicos, solo estaba halagando el buen trabajo que hiciste.

Joel no sabía como tomarse esa respuesta porque si bien sonaba sincera, el mero hecho de hacer énfasis en su preferencia sexual, lo llevaba a quitarle veracidad al resto de la oración pero no iba a entrar en ese debate, no con su jefe, no porque si lo hacía, solo demostraría que el tema le incomodaba y si le incomodaba entonces Zabdiel podría creer que si le atraía Erick y eso no iba a pasar. Así que el rizado se limitó a tragarse sus pensamientos y meditó algunos segundos antes de dar respuesta.

-Gracias, solo trato de hacer bien el trabajo.

-Claro.

Y ahí estaba esa mirada de "no te creo ni mierda" que le estaba dando Zabdiel. ¿Había algo más falso que ese tono de voz completamente sarcástico? Porque Joel estaba seguro de que no. Quiso borrarle la sonrisa de un golpe, hacer que perdiera todos esos dientes perfectos y ver correr la sangre por la comisura de la boca pero otra vez se controló, el maldito era su superior y obviamente no podía romperle la cara solo porque había insinuado indirectamente que le atraía otro hombre. Joel estaba a punto de un colapso nervioso, él no era violento, no lo era. ¡Joder! Nunca había sido violento pero era muy notorio para él mismo darse cuenta que desde de que ese pequeño insolente de ojos verdes había aparecido en su vida, se había convertido en una persona mucho menos racional que antes y que perdía la paciencia con una facilidad abrumadora.

-¿Hay algo más que nos quede pendiente? -Preguntó fingiendo que no había pensado en las mil maneras de destripar al hombre frente a él, inclusive logró sonreir como si se sintiera a gusto. No lo estaba, no estaba a gusto ni mierda pero tenía que aparentar ser una mansa paloma para seguir trabajando en esa agencia de renombre.

-No por ahora. Voy a guardar estas fotos, creo que más adelante las podemos usar para hacer la promoción del documental. Si quieres puedes irte ya, va a anochecer y es viernes. Tal vez quieras ir a tomar una copa o algo. -No...Joel no quería tomar una copa, él quería tomar un avión y regresar a California para no tener que ver nunca más a Erick.

-Creo que paso, voy a descansar. -Habló en cambió mientras se levantaba de su silla. Hizo una mueca involuntaria al ver como Zabdiel guardaba cuidadosamente las fotos, una sensación molesta se instaló en su pecho y se golpeó internamente por ello. ¿Qué rayos le estaba pasando? ¿Por qué algo tan simple como ver a su jefe guardando las fotos del ser despreciable con el que trabajaba le molestaba tanto?

-Deberías divertirte un poco, hombre. Mira que debe ser difícil pasar la noche encerrado mientras afuera existe un mundo entero lleno de vida.

-No soy un tipo de fiestas, prefiero quedarme a descansar, ya bastante tengo con que lidiar.

-Bueno...si cambias de idea, vamos a estar en Liv... tenemos un reservado para la agencia y ya sabes, somos vip. -La sonrisa torcida de Zabdiel, le dió una idea de lo que aquello significaba y no... definitivamente no pondría un pie jamás en un lugar como ese.

-Gracias, Zabdiel, lo tendré en cuenta. Pasa buena noche, nos vemos el lunes.

Se tendieron la mano para despedirse y al fin Joel salió de esa asfixiante oficina, ni siquiera la preciosa vista del Downtown le sirvió para relajarse, aún mantenía las ganas de golpear a ese hombre y eso lo desconcertaba. Durante el trayecto al apartamento no paró de pensar en lo ocurrido, tenía que admitir que era extrañísimo ese latir incómodo de su corazón y esa sensación de irritabilidad cuando vió a su jefe observar las fotos del chico. Eso era una señal terrible, no era definitivamente normal, él no era posesivo con nada, contrario a eso le gustaba que halagaran su trabajo, entonces...¿Por qué jodida mierda se había sentido así?

Bajó del taxi agotado, las piernas le pesaban y solo quería tomar un baño para después acostarse a dormir hasta el otro día. Subió al ascensor sintiendo la tensión en sus hombros, estaba a solo minutos de entrar al apartamento y quisiera o no, lo más probable era Erick estuviera ahí, el chico tenía una particular necesidad de encerrarse en su cuarto por horas y eso, a pesar de que a Joel no debería importarle, lo hacía, le llamaba demasiado la atención y le intrigaba, le intrigaba mucho. Se detuvo frente a la puerta y soltó un largo suspiro, la hora de la verdad había llegado y solo rezaba porque ese pequeño idiota no estuviera a la vista pero claro, él no tendría tanta suerte.

-Pero...¿Qué... qué carajo?

Él no gritó su sorpresa pero casi pierde el equilibrio cuando sus ojos captaron la escena delante suyo, una escena completamente impensada pero que de alguna manera hizo latir su corazón frenéticamente. Cerró la puerta detrás de sí, fue silencioso para no despertarlo y antes de poder reaccionar de otra forma, sacó su cámara para captar el momento. Tomó algunas fotos de la belleza que tenía delante, era indiscutiblemente precioso así dormido y a pesar de que solo llevaba un pequeño boxer fucsia cubriendo sus intimidades, el resto de su cuerpo andrógino permanecía desnudo y Joel se permitió mirar, miró por un tiempo indefinido, miró mientras el silencio y la soledad eran los únicos testigos. Miró sin reprimirse nada y se perdió en lo prohibido, miró hasta que se dió cuenta que su propio cuerpo había reaccionado a eso que se negaba a admitir.

Entonces sacudió sus pensamientos y apagó su cámara, guardando en secreto las fotos que nunca nadie vería porque él mismo quería borrar lo que sentía justo ahora, quería eliminar el problema fisiológico que se instaló en su sistema como reacción a gustar de lo que estaba viendo. Se marchó a su habitación con intenciones de cometer una locura, sabía que estaba mal pero ya estaba ahí el problema, entre sus piernas, dentro de su ropa interior. Esa noche Joel tuvo su primer orgasmo por y para Erick, esa noche Joel rompió el código de sus propios principios, esa noche Joel durmió con la culpa recordándole lo que hizo en la ducha, esa noche Joel dió un paso que aún sin saberlo, había iniciado un camino sin retorno y a la mañana siguiente al despertar, el pequeño Erick estaba cubierto por una manta abrigadita que no recordaba haber arrastrado al sofá cuando lloró en soledad por un motivo que jamás vería la luz.

 Esa noche Joel tuvo su primer orgasmo por y para Erick, esa noche Joel rompió el código de sus propios principios, esa noche Joel durmió con la culpa recordándole lo que hizo en la ducha, esa noche Joel dió un paso que aún sin saberlo, había inic...

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Behind your eyes ll JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora