ADARA BECK.
¿En algún momento de tu vida te has sentido vacío? Como si te faltara algo o como si lo hubieras perdido, y no cualquier cosa, esa capacidad de querer y anhelar algo porque ya sabes que si lo tienes de algún modo te va a lastimar ¿No? Pues así me siento en este momento mientras cepillo mi rebelde cabello rubio.
Miro mi reflejo y lo único que veo es a una chica con unas horribles ojeras que intentó cubrir con maquillaje, una chica que se levantó de la cama porque lo tenía que hacer, una chica que está siendo abofeteada por la vida una y mil veces, una chica que está cansada y quiere que su vida se resetee.
Alejo todos esos pensamientos de mi cabeza, no quiero pasar por esto, no de nuevo. A mi mente vienen unos fríos ojos azules que en este momento estoy odiando, también me estoy odiando por aceptar esa ridícula propuesta ¿Contexto? Bien: Alexander Richter, mi jefe, me imploro, o eso quisiera pensar, que fingiera ser su novia falsa ¿Me indigne? Claro que lo hice, solo un poco y no fue por el hecho de que mintiera, fue por la neutralidad en su rostro y en su voz como si ser parte de mi vida no fuera la gran cosa, debería agradecer que acepte.
Porque si, la muy tonta, Adara Beck, acepto. No quiero decir que mi jefe es un idiota, pendejo, imbécil, cabrón de mierda...etc pero es que lo es, le dijo a su ex-novia que él y yo teníamos una puñetera relación.
No estoy pensando en todo el desastre que esta simple decisión desencadenara, solo me estoy dejando llevar.
Suelto un suspiro al ver que mi cabello no tiene arreglo, así que me voy por lo sencillo, ato mi cabello en un moño a la altura de mi nuca. Me levanto de la silla y suelto una risita al ver mi reflejo, estoy jodida. No voy a mentir, abrí mi closet y saque lo primero que vi. Un par de shorts de color Beige y un top blanco sin mangas que deja ver mi cicatrización en todo su esplendor, ni siquiera encontré el blazer, conjunto de los shorts porque simplemente no estoy de ánimo. Las costras no se ven bien pero no puedo hacer nada al respecto ¡Hola! Herirse es de humanos y curarse también lo es.
Agarro mi bolso y me aplico un poco de perfume, fragancia o colonia, como quieran decirle. Bajo las escaleras a toda velocidad sin temor a que el tacón se doble y termine de partiéndome la cabeza cuando ruede como una pelota.
—Buenos días—saludo a las dos mujeres de mi vida.
—Parece que te achicharraste—se burla mi abuela provocado que ruede los ojos— ¿A qué sabrá el cuero quemado?
— ¿Sabes que Nora?—ella sonríe complacida al ver que me ha molestado, hoy estoy un poco más irritable que de costumbre—No eres merecedora de mi presencia.
—Cuando pienso que no puedes ser más ególatra insoportable haces esto, de verdad me sorprende Beck, te superas—comenta mi tía con diversión.
— ¿Y cómo no? ¿Has visto mi rostro?—le muestro mi perfil. Tal vez si tengo el ego demasiado elevado pero es parte de mi personalidad—Nadie se resiste a mí.
—Y por eso estas soltera—mi abuela debería tener un doctorado en arruinar momentos de arrogancia, siempre me los arruina—Necesito nietos.
—Yo soy tu nieta.
—Bueno, bisnietos—se corrige—los necesito lo antes posible. Estoy vieja y en cualquier momento llega la parca y me lleva con ella, hazlo por mí.
¿Cómo pretende que tenga un hijo cuando ni siquiera tengo oreja? ¿Que pretende? ¿Qué me embarace con los dedos? ¿Inseminación artificial? Esa sería una buena opción para no lidiar con todo el drama del "indicado"
—Voy a escoger entre mis pretendientes—agarro una tostada y le doy una mordida ante la atenta mirada de mi abuela—No esperes parada, te harás vieja.
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LIMERENCIA.
RomanceSin editar. LEY UNIVERSAL: Dos personas que huyen de un mismo sentimiento, huyen en la misma dirección.