ADARA BECK.
Es bien sabido que la persona que juzga a las demás personas por su apariencia, estatus social o por su género, son superficiales. Juzgar a una persona no define quien es ella, define la mala persona que eres tú. En este caso, define la mala persona que es Gael Richter.
Una ola de alivio me golpea al momento en que visualizo a mi abuelo con su traje azul eléctrico y a la abuela con un bonito vestido azul pálido. Jace, Jackson, Carol y Jeanne entran después de los abuelos y no me sorprende cuando los veo ir directamente hacia la mesa de aperitivos y al bar.
Hugo y Mónica García se acercan a nosotros con elegancia y una sonrisa en su rostro. Amo a estas dos personas.
—Buenas noches—saluda el mayor de los García sin soltar la mano de su amada.
—Buenas noches, un gusto conocerlos al fin—se apresura a decir el padre de Alex extendiendo su mano hacia mi abuelo.
—El gusto es nuestro—responde la abuela soltando la mano de Hugo para después rodear el pequeño grupo en el que estamos.
Todos siguen sus pasos con la mirada, extrañados por su comportamiento. Y yo que quería que nadie se enterar de esto pero mi abuela tiene otros planes. La señora me abraza con fuerza al momento en que llega a mí.
—Mónica...—palmeo su espalda para que me deje respirar pero esto solo hace que me apretuje más—...Abuela, déjame respirar.
Mi abuela suelta una risita antes de dejarme ir. Mónica es un amor de persona pero a veces exagera con los abrazos.
—Cada vez que te veo te pareces más a tu madre.
Alexander se aclara la garganta recordándome la presencia de todos los Richter-Miller, ambas nos giramos nuevamente hacia el círculo. El asombro en los rostros de todas estas personas hipócritas es notable, excepto dos personas, Alex que mira igual que siempre, con la mirada neutra y el abuelo Richter nos mira con una sonrisa en el rostro. Sonrío complacida al ver como Gael frunce el ceño ¿Sin palabras, señor Richter? Le advertí que no me juzgara.
—Abuela él es mi...mi novio.
Mi abuela mira de arriba a abajo escaneando si Alexander es digno para estar conmigo y el juzgado aprieta su mano con fuerza olvidando que la mía esta entrelazada con la suya ¿Asustado, Potter? Muy pocas personas conocen a mi familia materna. No me avergüenzo de ellos pero el mundo es tan falso que si las personas equivocadas saben sobre esto de algún modo encontraran la manera de aprovecharse de ello.
—Un gusto conocerlo. Mónica García, abuela de esta hermosa rubia—extiende su mano hacia él.
—Alexander Richter, novio de esta hermosa rubia—estrecha su mano.
Muerdo mi lengua para evitar reír. Mientras mi abuela interroga a Alexander para saber cueles son sus intenciones, mi abuelo rodea el circulo y me abraza tan fuerte que creo que ha puesto todas mi piezas en su lugar, esto era lo que necesitaba, un abrazo que me hiciera saber que no estoy sola en medio de estas hienas carroñeras.
—'Gracias, Hugo'
—'¿Quién te lastimo? ¿Fue ese cabron de mierda?'
—'Todo bien'
Y de nuevo, presentaciones. Confirmo: Gael Richter es un hipócrita de mierda, su actitud para conmigo ha dado un giro de 180° haciendo que mis ganas de querer golpearlo incrementen. Después de unos largos minutos Alexander se disculpa y me jala fuera del círculo de falsedad.
Puedo respirar pero sé que vendrá un interrogatorio.
— ¿Que te sucede, Adara?—es lo que pregunta dejándome fuera de lugar. Creo que me he equivocado—Estas apagada, no hablas como sueles hacerlo y me irrita.
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LIMERENCIA.
RomanceSin editar. LEY UNIVERSAL: Dos personas que huyen de un mismo sentimiento, huyen en la misma dirección.