ADARA BECK.
Estar con Alexander me ha llevado a replantearme demasiadas cosas. Decía que el amor no era para mí y mírenme aquí, enamorada de un robot cursi, dije que no me veía casada y a cargo de una casa, y aquí estoy, feliz atendiendo a Alexander, aunque siendo sincera él es que me atiende a mí. No quería hijos y a veces me veo a mi misma imaginando un futuro con él, dos hijos incluso tres que correteen por la casa y que posiblemente cuando crezcan nos sacaran canas. Estar en una relación te lleva a reflexionar y a idealizar un futuro. Quiero que Alexander este en mi futuro y yo en el suyo.
Siento como besan mi brazo izquierdo haciendo un recorrido hasta llegar a la cima de mi hombro. Sonrío aun con los ojos cerrados, no quiero abrirlos, estoy muy cómoda en este momento y quisiera quedarme en esta cama todo el día o toda mi vida.
—Despierta—su aliento choca contra mi oreja provocando un escalofrío en mi cuerpo—Tenemos que irnos.
—No quiero—hago un puchero y el besa mis labios haciendo que mi mohín desaparezca—Mejor acuéstate conmigo.
Me rodea con sus brazos y acomoda mi cabeza en su pecho. Puedo escuchar el palpitar de su corazón y puedo sentir su respiración pausada ¡Zeus! Este hombre me tiene a sus pies y no lo ha notado.
—5 minutos, después a la ducha—deja un beso en mi cabeza.
—Alex—su pecho hace un sonido que me hace levantar la vista hacia el haciendo que mi cuello traquee un poco. Sus ojos están completamente cerrados—No tuvimos luna de miel.
Las comisuras de sus se estiran formando una bonita sonrisa en su rostro.
— ¿Eso es lo que te preocupa ahora?
—La verdad no—escondo mi cabeza en su cuello—Cualquier momento contigo es un regalo para mí.
—Buen intento, pero las frases sacadas de internet no valen.
Suelto un suspiro de frustración. He intentado ser cursi y romántica, pero se me dificulta demasiado, ni con todos los números de mi carrera se me dificulto ser una excelente estudiante. Mientras él va a Olymp, yo veo películas románticas que me hace vomitar, leo libros de la estantería de Eva, aclaro que me los presta, y busco frases por internet pata entrar en cambien "romántico", sin embargo, se ha dado cuenta de que mis intentos de ser cursi son una farsa.
—No es justo.
— ¿Sabes que no es justo? Tenerte en mi cama y no poder tocarte como deseo, pero la férula se fue y no hay temor de que la lesión se agrave así que—abre sus ojos—Esta noche no te dejare dormir.
¿Podría calentarme con una frase?
—Por mí no hay problema.
Dejando la pereza de lado, paso mi pierna sobre las suyas y me apoyo en ellas para subirme sobre él. Como él dijo, la férula ya no esta y tengo que celebrar por ello, me sentía inútil y este sentimiento me agobia demasiado. Estiro mi cuello un poco y presiono mis labios contra los suyos.
—A trabajar—intento levantarme pero soy aprisionada por sus brazos impidiéndome hacerlo— ¿Que esperabas? ¿Un polvo mañanero, Alex bonito?
Su sonrisa se ensancha dejándome ver su perfecta dentadura.
—Por lo menos un beso decente—lleva una de sus manos a mi nuca acercando mi rosto al suyo. Amo molestarlo porque la beneficiada soy yo.
Muerde mi labio inferior con fuerza haciendo que gima por lo bajo antes de unir nuestros labios. Sonrío victoriosa por lograr mi objetivo en medio del beso y un gruñido se le escapa. Muevo mis labios a la par de la suya y mi mano sube a su melena negra enredando mis dedos en su espeso cabello. Mi cuerpo se balancea hacia un lado cuando él hace un movimiento para quedar sobre mí, el cambio de posiciones repentino es algo a lo que me estoy acostumbrando.
ESTÁS LEYENDO
LIMERENCIA.
RomanceSin editar. LEY UNIVERSAL: Dos personas que huyen de un mismo sentimiento, huyen en la misma dirección.