Lian:
Baje a la cocina y el pequeño chico de complexión delgada me miraba con curiosidad.
Yo paseaba por la cocina de un lado a otro tomando lo que mejor me parecía para preparar la comida de Kuea.
—Vas a seguir ahi?— pregunté por curiosidad, sin siquiera mirarlo.
—Tu debes ser Lian— dice mientras se acerca al otro extremo de la estufa.
—Si, yo no sé tu nombre— detengo mis movimientos y lo miró.
—Diao— responde.
Sonreímos al mismo tiempo, Diao parece una persona tranquila pero aprendí a que las cosas no siempre son lo que uno cree.
—Tambien eres mafioso?— pregunto mientras enciendo el fuego una chispa salta en el sartén, mientras las verduras son salteadas.
—No— responde serio.
Yo lo miro con curiosidad.
—Interrumpo?— Yi aparece en la habitación, lleva un cabestrillo y nos mira algo tenso.
—solo lo veía cocinar— responde Diao mientras le muestra una sonrisa.
Que acaso este tipo anda con él y le coquetea a Kuea?.
Mis ojos y los de el se miran en tensión, yo no lo soporto y al parecer es recíproco.
Los ignoro y continuo haciendo la comida.
—Lian eres muy bueno en eso— Diao habla con una sonrisa en su rostro.
—Ire a ver a Kuea— Yi se retira y yo termino de emplatar.
—Kuea necesita descansar le llevaré la comida si necesitas que le de tu recado lo haré— tomo el plato en mis manos y paso aun lado de ellos.
Nuestras miradas se cruzan y mi alfa quiere asesinarlo pero me tengo que controlar.
Subo hasta la habitación y Kuea continua dormido.
—Oye— Coloco el plato en una pequeña mesita
—Mmm?— Kuea nisiquiera hace el intento de abrir los ojos.
—Necesitas comer— me inclino hasta el y en ese momento se aferra a mi cuello y me atrapa entre sus labios.
Comienzo a saborear su lengua estamos en un beso tan apasionado que no me quiero negar, le abro la bata y continuo besándolo.
—ah"!— Kuea gime al sentir mis manos en su abdomen mientras suben hasta su pecho.
—Kuea"!— jadeo su nombre contra su oído.
—Hia cojeme"!— súplica entre jadeos.
Me desabrochó el pantalón y dejo descubierta mi parte baja, me pongo en pocision y abro sus piernas para comenzar a prepararlo.
—Mmm— muerde sus labios mientras pone su cara de lado tratando de contener sus gemidos mientras mis dedos lo profanan.
—Duele?— pregunto no quiero lastimarlo.
—No se siente muy bien— dice mientras inserto el tercer dedo.
Es increíble que un cuerpo tan lindo como el de Kuea pueda soportar todo lo que hago.
Saco los dedos mientras nuestras respiraciones se hacen pesadas y me fundo en él.
—Ah Hia"!!— Kuea curvea la espalda dejándome entrar un poco más profundo.
—Uff Kuea"!— Jadeo bastante extaciado con el momento.
—Ugh ah ah sí"!— Kuea comienza a bombear su propia erección mientras con su otra mano aprieta la almohada.
Este chico es tan erótico que comienzo a ir de una manera más salvaje más desesperada.
Nuestros aromas comienzan a mezclarse y el cuerpo de Kuea se tensa.
—Juntos— suplico mientras aparto su mano para después apretar ambas por encima de su cabeza.
—Ah ah sí Hia si"!!— gime con fuerza mientras llegamos al climax, Kuea derrama todo su líquido blanco y poco después chorrea otro líquido transparente mojando nuestros cuerpos y las sábanas.
Yo termino en su interior y cuando salgo de él un poco de mi semen también lo hace, su cuerpo es tan erótico que sigo sin entender como es posible.
—neceditas comer— hablo con un poco de dificultad ya que nuestras respiraciones aún no se regularizan del todo.
—Si me muero de hambre— Kuea sonríe y yo también.
Después de que comió se vistió se veía bastante renovado.
La puerta sonó y Kuea abrió la puerta de la habitación.
Yi está justo del otro lado.
—Tenemos que irnos— Yi mira a Kuea y después a mi.
Mi alfa se remueve molesto quiero levantarme y azotar la puerta en su cara.
—Lian no me esperes— es lo único que dice Kuea antes de desaparecer con Yi.
Me levante de inmediato de la cama y corrí hasta ellos.
Sujete la mano de Kuea con fuerza antes de que bajarán las escaleras.
Kuea me mira sorprendido y Yi molesto.
—Lian que haces?— Kuea habla y yo no dejo de mirar a Yi.
—Yi— Diao está al fondo de las escaleras pero la tensión ya es más que frágil en estos momentos.
Kuea me suelta y yo me quedo ahí mientras terminan de retirarse.
Es más que claro que estoy celoso.
