capitulo 11 inestabilidad

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Lian:

Tengo un mal presentimiento desde que estoy en la oficina no dejo de sentirme ansioso, reviso los contratos pero no me puedo concentrar, estoy todo el día pensando en Kuea y no de manera celosa si no de una manera preocupada.

Tomo mi teléfono y lo dejo así varias veces pensando si sería correcto marcarle o no, me dijo que no lo esperará, pero nunca dijo que no volvería estoy realmente confundido.

—Foei cancela todas las citas de hoy— le ordenó a mi asistente y el asiente mientras se retira.

Apagó la computadora y me levanto de mi escritorio para ir a casa de Kuea esperando a que el ya esté ahí.

Conduzco por varias horas hasta que el celular comienza a sonar.

Conteste por medio del auto.

—Lian?...— la voz de Diao suena alterada

—Si que sucede— me detengo en un rojo.

—Kuea está en el hospital— responde y me quedo ahí en shock un auto comienza a pitar justo detrás de mí y después me saca la vuelta no me puedo mover ni reaccionar.

El sujeto me insulta y se marcha a toda velocidad molesto.

Parpadeo.

—Ya te envié la dirección, Yi vendrá por mi en cuanto tu llegues— responde Diao y mi cuerpo también.

Piso el acelerador y comienzo a poner tembloroso la dirección.

Al poco tiempo llegue al hospital y Yo estaba en la sala de espera.

—Donde está?!— pregunto asustado.

—En la habitación 008— responde y yo salgo disparado hacia los pasillos

Los números se vuelven difíciles de leer por qué éstoy en una especie de ataque de nervios, cuando llegó a la puerta donde está Kuea me detengo mi corazón palpita con mucha fuerza y hace que me duela el pecho.

—Kuea?— entro en la habitación y el está despierto mirando hacia la ventana.

—Kuea?— vuelvo a llamarlo pero el sigue en una especie de estado de shock.

—Oye— tocó su hombro y me mira con los ojos llenos de lágrimas.

—Estas bien que pasa?— mi voz sale suave mientras coloco mi mano sobre su mejilla.

—Hia— Kuea comienza a llorar desconsoladamente.

—Te duele algo?— yo trato de descifrar que es lo que está pasando mientras mi cuerpo se llena de ansiedad.

—Perdoname Hia yo no lo sabia— Kuea sujeta mi mano que está en mi mejilla y cierra los ojos con una expresión de dolor.

—Me estás asustando que pasa?— trato de seguir calmado pero me es bastante complicado.

—Perdi al bebé— Kuea me mira sus ojos reflejan el inmenso dolor que está sintiendo.

—Que?!— mis ojos se abren sorprendidos.

—Tenia 1 mes— responde mientras trata de calmarse para contarme.

—Un mes?!— no puedo con toda la información que estoy recibiendo eso quiere decir que desde la primera vez que estuvimos juntos el quedo preñado!??.

—Lo lamento— se disculpa

Hay tanto dentro de mi que necesito tiempo para procesarlo me alejó hasta la ventana sintiendo como me falta el aire seguido de unas intensas náuseas.

En ese momento la puerta se abre y el doctor entra.

—Como está señor Keerati— el doctor viene acompañado de una enfermera.

—Sigo sin poder orocesarlo— Kuea responde con la voz apagada.

—Lamento mucho su perdida señor Keerati, la enfermera le inyectara unos medicamentos probablemente le den mucho sueño pero usted necesita descansar— el doctor le da la indicación a la enfermera.

—Usted es el señor Lian— el doctor me mira.

—Si— respondo.

—Venga conmigo necesito que llene unos formularios— el doctor me saca de la habitación y nos quedamos en el pasillo

—Señor Lian el estado de Kuea es incierto en estos momentos, la mayoría de los omegas primerizos que pierden un cachorro cuando no sabían que estaban en cinta tienden a tener alteraciones, ustedes viven juntos?— el doctor me mira serio.

—Alteraciones?— Estoy bastante confundido.

—Si cambios de humor o simplemente entrar en una especie de burbuja, cómo le digo todo su pronóstico es incierto, vuelvo a preguntarle, viven juntos?— Responde el doctor

—algo así es complicado— soy honesto.

—Sera mejor que trate de estar junto a él, cómo veo el tiene la marca pero muchas veces es mejor sentir a su alfa cerca en estos casos más— es lo último que me dice el doctor ya que la enfermera salió y se tuvieron que retirar.

Me quedé unos segundos afuera y después entre como era de esperarse Kuea estaba dormido.

Levanté las sábanas y me acosté a su lado mientras lo abrazaba, tenía mucho miedo de que al despertar el se volviera completamente inestable.


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