Kuea:
Llegamos a un restaurante llamado pentágono, nos sirvieron algo de vino y nos dieron el menú.
—Señor Keerati no soy mucho de hacer esto pero puedo elegir por usted?— Lian me mira y no puedo evitar sonreír ante su propuesta.
—Claro señor Wang sorprendeme— respondo mientras coloco el menú sobre la mesa.
Lian sonríe victorioso y le entrega el menú al mesero.
—por favor nos trae langosta— ordena y yo simplemente sonrió.
El mesero se retira.
—Langosta señor Lian?— pregunto curioso y en un tono coqueto.
—La langosta en ente lugar es bastante deliciosa, no se arrepentirá— responde y puedo notar como levemente trata de mirar mis labios.
—Puedo decirte Hia?— pregunto mientras observó como se pone nervioso y eso me divierte.
Los platillos llegaron así que se cortó la conversación.
—Pruebala— Lian toma un pedazo de su langosta y la acerca a mi boca.
Yo no le quitó la mirada y abro la boca recibiendo la comida.
Puedo ver cómo la manzana de Adán de Lian se mueve dejando pasar su saliva con dificultad.
La langosta se deshace en mi boca tiene un sabor bastante delicioso y tengo que admitir que es la primera vez que pruebo algo tan bueno.
—Te gusto?— pregunta curioso.
—Si está muy delicioso, ahora que e probado su sugerencia que hay de la mía de decirle Hia?— insisto divertido.
—Señor Keerati puede llamarme como guste— responde de manera sería, haciendo que mi omega brinque de alegría y eso me hace sentir extraño pues jamás me había sentido así por un alfa.
Toma otro pedazo y me lo ofrece.
Asi transcurrió toda la velada, lian se encargaba de hacerme probar platillos bastante exquisitos hasta la hora del postre donde yo tomé la elección de que nos dieran helado con sirup de chocolate.
Lian se llevó una probada a la boca y mancho sus labios.
Me acerque coqueto y deslice mi lengua jugueton por sus labios mientras cerraba los ojos.
Lian respla excitado liberando su aroma.
—Señor Lian quiere llevarme a mi casa?— pregunto de manera inocente.
Lian abre los ojos y asiente mientras hace una señal para que nos traigan la cuenta.
Salimos del restaurante y Foei su secretario nos esperaba.
—Sabes quiero que seas tú quien me lleve a casa— miro a su secretario y después a el.
—Claro— responde y se aleja para despachar a su secretario quien se aleja para pedir un taxi.
Lian me extiende su mano y yo la tomo mientras sonrió.
Subimos a su auto y me llevo a mi casa.
Al llegar caminamos tomados de las manos.
—Gracias Hia por la cena— sonrió.
—no hay de que— responde nervioso.
Yo sujeto su corbata y lo pego a mis labios besándolo suavemente mientras libero mi olor.
Lian me separa de el y yo me quedo confundido.
—Tenga buena noche señor Keerati— se aleja de mi y se marcha.
Yo me quedo ahí viendo cómo desaparece.