EL DOLOR DE LA DECEPCIÓN

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Con el paso del tiempo estuve más y más en un abismo, había llegado a ese punto en donde todo me parecía vacío y sin sentido... no me importaba nada, y cuando digo nada, era realmente nada.

— ¡Asher, es la última vez que te llamo, baja ahora mismo! —escuché los gritos de Nina desde el pasillo.

Sabía que mi situación le estaba afectando, no solo a ella, también a Stephen y era evidente por la mirada que me daban día a día, y eso me hacía sentir muchísimo peor.

Tomé una enorme respiración y salí de mi habitación directo a las escaleras. Stephen y Nina estaba en el lobby mirándose entre ellos.

— ¿Ocurre algo? —pregunté desde las escaleras hacia la planta baja.

—Si, llegó esto para ti.

Nina tenía una tablet en su mano, lo cual me confundió aún más.

— ¿Compré una tablet? —pregunté acercándome a ellos y la risa de Stephen no ayudó a mi falta de conocimiento.

— ¿Hace cuánto no revisas tu correo, niño? —preguntó Stephen entregándome la tablet con el ceño fruncido.

—No lo sé, ¿por qué la pregunta?

—Revisa esto antes y verás.

La sonrisa de Nina solo se incrementó cuando tomé la tablet y observé la razón de tanto misterio.

Tenía cinco correos sin leer, y el título de todos me dejó helado de pies a cabeza.

Eran las decisiones de admisión de las universidades a las que había aplicado. Las había olvidado por completo.

—Bueno, ¿qué estás esperando? —me preguntó Nina aún sonriente.

Abrí el primer correo cuyo asunto leía Decisión de Admisión, Universidad del Sur de California.

Cuando envié mi solicitud a la USC realmente lo había hecho únicamente pensando en la idea de seguir a Shawn, Ashley había entrado a Stanford, y mi mejor amigo había aplicado a prácticamente todas las escuelas de California solo para seguirla a ella.

Querido Señor Arden,

Es con grato placer para mi informarte en nombre de todos en la Universidad del Sur de California que has sido admitido al próximo curso lectivo de otoño...

Genial, había entrado a la USC... sin duda era una sorpresa interesante, pero al mismo tiempo, no sentía mayor cosa por ello. No estaba feliz o emocionado, la verdad, no sentía nada.

—Entré a la USC —mencioné y Nina comenzó a dar pequeños saltitos en su lugar aplaudiendo.

—Felicidad, Ash, esto es increíble. Es una escuela excelente —me dijo Stephen dándome un par de palmadas en el hombro.

—Gracias, supongo —dije restándole importancia mientras observaba el siguiente correo.

Decisión de Admisión, Universidad de Cornell.

Por supuesto había aplicado al alma mater de mis padres, aunque no estaba seguro de si supieran siquiera si iría a la universidad o no, nunca me lo habían preguntado siquiera, pero por alguna razón me sentí con la necesidad de enviar mi solicitud, solo por si se les ocurría preguntármelo.

Querido Asher,

Felicidades por ser aceptado a la escuela de administración de la Universidad de Cornell para el siguiente otoño...

Cornell a la bolsa, la verdad ni siquiera tenía en mente ir ahí, sabía que tenía que hacerme cargo de los hoteles en algún momento y aplicar a la carrera de Administración Hotelera me pareció lo más sensato, pero estaba seguro de que papá ni siquiera me cuestionaría mi decisión en caso de que solo por pura casualidad el tema saliera a relucir.

Asher, Schlesinger ExtrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora