One~Shot 19.

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El sol estaba en lo más alto, el día era cálido, el viento jugueteaba suavemente con los cabellos de las mujeres que andaban paseando por la plaza sujetas a los brazos de sus esposos.

El sonido de las carretas siendo jaladas por aquellos hermosos caballos que llevaban a alguien importante, o a alguna novia apunto de casarse con el hombre que tanto amaba.

El polvo que se alzaba al pasar por las calles llenas de tierra, los pocos pajarillos que volaban de un lado a otro en busca de agua para saciar su sed. Los niños que corrían entre las personas mientras jugaban a los atrapados soltando sonoras carcajadas.

Ese era el día a día de aquel viejo pueblo, todos los días era lo mismo. La señora Kim Jisoo tomando de la mano a su pequeño niño, Kim Jungkook, para evitar que se alejará de ellos mientras él señor Kim SeokJin llevaba su carreta llena de trigo listos para intercambiar por algo de alimentos para toda la semana.

Él señor Jung Hoseok alejando a toda persona que se interpusiera en su camino evitando que chocarán contra su esposa, Jung Lalisa, quien tenía uno de sus brazos al rededor de su ya abultado abdomen del cual estaba a nada de dar a luz, mientras con la otra mano masajeaba su frente mientras negaba cansada por tal exageración de su adorado esposo.

Si, eso era habitual todos los días, Im Nayeon abriendo su local de frutas mientras recibía con una cálida sonrisa a los compradores que llegaban a esta, la señora Momo corriendo tras sus dos pequeños, Yeri y Hyunjin, evitando que hicieran alguna travesura como todos los días.

Ese era el pueblo Primhani, un pueblo de setecientos habitantes, más o menos, todos se conocían los unos a los otros, todos eran muy buenas personas dispuestas a ayudarse mutuamente si se llegará a necesitar.

Es por eso que ella visitaba ese lindo lugar en cada oportunidad que tuviera. En esta ocasión estaba de vacaciones así que había decidido visitar Primhani por última vez, ya que ella estaba a punto de casarse y tal vez después de eso no volvería a poder salir ya que una vez casada su obligación era estar en casa, en la espera de su esposo mientras hacia todos los labores domésticos.

Ella no deseaba aquello, pero viniendo de un pueblo muy pobre no tenía opción más que obedecer lo que sus padres le decían. Ellos habían asegurado un buen futuro para la familia si ella se casaba con el duque Park ChanYeol. Así que solo lo hacía por su familia, quería que su hermano, Park Taehyung, asistiera a alguna escuela para que aprendiera muchas cosas y en un futuro ser un excelente hombre que tenga la oportunidad de tomar sus propias decisiones.

Bebió un poco de su taza de té observando el horizonte, siempre había tenido curiosidad por saber qué era lo que se ocultaba en aquel enorme y lúgubre castillo. Había preguntado la primera vez que vio el lugar, más los lugareños le aconsejaron no acercarse si es que quería seguir con vida.

Unos decían que ahí se ocultaba un mounstro qué era enviado por el mismísimo Satanás que se llevaba muy lejos a aquellos que entraban en su hogar, otros decían que habitaba un hombre el cual había acabado con toda su familia pero por cometer tal atrocidad Dios le había condenado a vivir en soledad por toda la eternidad.

Eran varias cosas las que contaba la gente que después dejo de creer en ellos, pero aún así decidió no acercarse a ese lugar, solo para evitar algo malo. Puede que tal vez sea alguna familia adinerada que no le gustaba mezclarse con los pueblerinos.

Soltó un suspiro mientras dejaba un par de monedas de plata sobre la mesilla pagando por su té. Salió del pequeño local caminando por la carretera mientras observaba los locales llenos de personas y ricos alimentos.

One~Shot's [Rosé x BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora