One~Shot 20.

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Su atención estaba totalmente en aquellas letras que llenaban por completo la página.

Su pose era de total concentración que cualquiera que lo viera intentaría no molestarlo para no interrumpir su lectura.

Estaba en la biblioteca de la ciudad, era más de medio día y agradecía que no hubiese mucha gente en ese momento. No deseaba ser interrumpido bajo ninguna circunstancia.

Soltó un suspiro cuando paso la hoja donde una corta mirada hacia el mostrador donde estaba la persona a cargó del cuidado de la biblioteca, quien estaba acomodando algunos libros que habían sido devueltos.

Se acomodó en una posición más cómoda y siguió con su increíble e interesante lectura. Hace tiempo descubrió que le gustaba mucho leer, así que se había puesto una pequeña rutina para acoplar ese nuevo pasatiempo a su agenda.

Tres veces a la semana se paseaba por la biblioteca de la ciudad, después de medio día, buscaba entre todos los estantes algún libro cuyo portada llamará su atención y durante las próximas dos horas se sentaba en la mesilla que estaba frente a recepción leyendo el libro que había elegido.

Ese día era martes, su primer día de la semana que visitaba el lugar. Había entrado rápidamente dando un rápido saludo a la chica del mostrador y corrió a la primera hilera de libros que había en su camino, no presto mucha atención al tomo que tomó y fue a su lugar de siempre comenzando con su lectura.

De echo ni siquiera sabía de qué iba la historia, sinceramente él solo estaba ahí por ella. La chica de gafas redondas y suéteres grandes que siempre estaba tras el mostrador mostrando una gran y bonita sonrisa a todos aquellos que ingresarán al lugar.

De vez en cuando daba rápidas miradas hacia donde ella estaba, siempre estaba con la mirada en algún libro diferente. Sabía que la chica era nueva en la ciudad, pues nunca antes la había visto y eso que él era el chismoso del barrio. Gracias a eso conocía a la mayoría de los habitantes.

Desde que entró por esa puerta y sus miradas se cruzaron sabía que estaba perdido, pues desde ese momento había estado visitando el lugar regularmente. Para su desgracia solo podía ir tres veces a la semana y eso era gracias a su trabajo, que consumía casi toda su atención.

Era cocinero en un lujoso y respetado restaurante, era el mejor lugar de toda la ciudad y él era uno de los mejores cocineros y más respetados de la misma. Se había echo de su fama gracias a que comenzó a trabajar ahí, mucha gente importante iba al lugar y habían quedado encantados con sus platillos. Por eso no podía permitirse pasará toda la semana en la biblioteca, tenía mucho trabajo.

Paso la página justo cuando alguien se había instalado en su mesa, justamente frente a él tapando su vista hacia la recepción. Molesto bajo el libro para encarar a aquella persona que osaba molestarlo.

Chasqueo la lengua cuando miro la sonrisa de suficiencia que le mostraba aquella loca pelinegra. Decidió ignorarla colocando el libro lo más alto para cubrir su rostro y no tener que escuchar a la morocha, aunque sabía que eso no la detendría quiso intentarlo.

— ¿Interesante?.— hablo la chica son un dejé de burla.

— Ajá.— fue una respuesta seca y muy corta que a la ves decía largo de aquí. Esperaba que la chica captará la indirecta.

Se mira realmente interesante.— al parecer no pudo comprender su indirecta.

Soltó un suspiro cansino bajando el libro hasta dejarlo sobre la mesilla para observar a la morocha. Esta lo miraba con una enorme sonrisa que amenazaba con romper en una carcajada.

One~Shot's [Rosé x BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora