La Bruja Original había cometido un delito a la naturaleza nuevamente, hace más de mil años creo a un pequeño retoño; Un bebé que desafía a la Naturaleza o eso es lo que piensa ya que la misma Naturaleza suplica por la aprobación de está.
Al crear a...
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Bajo las escaleras con rapidez para disfrutar un poco de mis cortos días libres.
— ¿Vas a algún lado? — La voz de la señorita Rebekah me hizo voltear.
— ¿Necesita algo de mi señorita? — Ella sonrió negando levemente.
— No solo preguntaba, para ver si podía acompañarte... — Se acercó.
Rebekah pensaba que era estúpido, sabía perfectamente que había cambiado su perspectiva y había comenzado a verme con otro ojos además de ser la persona más leal a Lady Mihrimah.
Todas sus miradas "discretas" no pasaban desapercibidas por mi. Mis entrenamientos eran verlo y oírlo todo, nadie podía verme la cara tan fácilmente y consideraba una ofensa algo baja que ella pensara que no me daría cuenta de nada.
— Iré al Grill. — Terminé y Rebekah asintió.
— ¿Puedo acompañarte? — Sonrió levemente.
— Por su puesto, después de usted. — Abrí la puerta y ella sonrió mientras salía.
Caminamos unos minutos ya que le había propuesto si quería ir en auto pero se negó, no me preocupaba por Lady Mihrimah ya que se encontraba con Niklaus.
Entramos al Grill y tomamos una mesa mientras Matt Donovan se acercaba para atendernos.
Rebekah era muy fácil de enamorar a los ojos de todos y lastimosamente no estaba encontra de esa creencia, ella debía saber lo que vale, todos la tratamos de ayudar a nuestra manera pero lastimosamente, jamas nos ha escuchado. Físicamente es muy fuerte y hábil, pero mentalmente es cuestionable.
Había observado a todos los hermanos para saber sus puntos débiles y favorecedores.
Era el que más conocía los secretos de la familia al ser el más leal amigo/servidor de Mihrimah y su familia.
Por encima de los Mikaelson sobresalía; My Lady pues era a quien debía lealtad absoluta.
— Barby Klaus — La molesta voz de Damon me saco de mis pensamientos y me terminé mi copa.
— ¿Qué quieres Salvatore? — Rebekah frunció el ceño y lo observó fijamente.
Personas como el, ignorantes y confiansudos me dan una molestia enorme. No saben con quien están hablando.
— Simplemente te vi muy agusto, si querías darme celos con este humano estas perdiendo el tiempo. Se ve que esta hipnotizado. — Se burló.
