Chapter 17

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Mihrimah finalmente había despertado, estaba más tranquilo al tenerla a mi lado finalmente

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Mihrimah finalmente había despertado, estaba más tranquilo al tenerla a mi lado finalmente.

Me maldecía varias veces al dejar que Mikael le clavara la estaca.

— La Dooppelganger le coloco una daga a Rebekah. — Mihrimah parecía totalmente disgustada.

Mi ceño se frunció mientras tomaba su mano para sentarla en mi regazo hundir mi cabeza en su cuello.

— Mi pobre hermana, la descuido un poco y mira lo que sucede.

Hablo sin dejar de embriagarme con el olor de Mihrimah. Mi hermosa Sol y Luna.

— ¿Sabés dónde esta? — Preguntó Kol finalmente.

— Si. Necesito que tú y yo vallamos por ella, está en la mansión Salvatore o al menos eso me dijo ella cuando la vi.

Aprieto mi agarre en sus caderas para ver Kol quien se levantó para darnos privacidad.

— ¿Porque no me dijiste sobre el roble blanco? — Bajó la cabeza — ¿Tienes idea de lo loco que me volví cuando Rebekah llamo llorando?.

Rebekah me había dicho que Mikael la había asesinado con el Roble Blanco. En ese momento mi mundo se derrumbó, no podía creer que la perdía por segunda vez.

No me pude contener que hasta Max termino regañado y me enfadaba verlo tan tranquilo hasta que Kol me dijo que ella solo estaba como dormida y yo no podía hacer nada.

Me enfureció que no me dijera algo tan importante como eso, por otro lado estaba feliz de que siguiera con vida sentí un gran alivio cuando la vi despertar y entrar a darse un baño.

— Kol fue el que me dijo que solo dormías y yo no pude hacer nada. Por un momento me culpe profundamente al saber lo que hizo Mikael.

— Lo lamento, No volveré a ocultar información como esa Nik — Me abrazó del cuello para besarme.

— Te extrañe amor. — Volví a besarla y ella soltó una risita mientras la acercaba más a mi y volví a hundir mi rostro en su cuello embriagandome con ella.

— Por mi parte no es mi hora de morir, aun nos faltan batallas juntos. Dos mil años no son suficientes Nik. — Susurró en mi oído y fruncí el ceño con confusión.

¿A qué se refiere con Dos Mil años?

— ¿Viniste a matarme? — Mi garganta se encuentra seca

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— ¿Viniste a matarme? — Mi garganta se encuentra seca.

— ¿En tu cumpleaños? ¿Crees que soy tan bajo? — Presivi un toque de burla y ofensa en su voz.

— Si.

Se acercó a mí y examinó la mordida con detenimiento que estaba en mi clavícula.

— Se ve mal. Mil disculpas, esto fue un daño colateral. No es nada personal.

Observó unas tarjetas de felicitación por mi cumpleaños y el sonrió. — Amo los cumpleaños.

— Sí. — sorbi mi nariz — ¿Tienes mil millones o no?

— Tienes que ajustar tu percepción del tiempo. Cuando te haces vampiro. Celebrar el hecho de que no te atan las convenciones humanas. Eres libre.

— No. Estoy muriendo. —Cerré los ojos, a los segundos sentí la cama hundirse un poco. Se había sentado a mi lado.

— Y puedo dejarte. Morir. Si es lo que quieres. Si de verdad crees que no tienes por qué vivir. Yo mismo lo he pensado...una o dos veces durante los siglos...de verdad debe ser dicha. — Klaus se acercó a mi un poco más y susurró — Pero te voy a contar un secreto. Hay todo un mundo, afuera, esperándote. Grandes ciudades, y arte...y música. — Tocó mi pulsera y me dio una ligera caricia en la cabeza. — Genuina belleza. Y puede ser toda tuya. Tendrás mil cumpleaños más. Sólo tienes que pedirlo.

Por un momento lo considere, ser joven por siempre y experimentar muchas cosas sin necesidad de preocuparme por envejecer o enfermarme. Mi única debilidad era el veneno de licántropo.

Quería vivir, tenía tanto por recorrer y emocionarme aún por pequeñas cosas. Un ligero pensamiento se me vino a la cabeza y suspire al pensar en las palabras de Klaus como una sugerencia de que lo acompañase.

Deje caer una lágrima y me esforcé un poco para hablar

— No quiero morir. — Klaus sonrió un poco y me ayudo a acomodarme en su pecho y mordió su muñeca.

Había escuchado de Stefan que para un vampiro era especial beber de de su sangre, no tengo idea si eso se aplicaba cuando estoy muriendo o estoy alucinando pero deseaba experimentar eso con el.

Saber si era algo placentero como escuche de Elena.

— Aquí tienes. Adelante. — Regrese a la realidad y observé como acercó un vaso de sangre a mis labios. — Feliz cumpleaños, Caroline.

¿Me había decepcionado? Si.

¿Quería beber de su muñeca? Si.

No podía ponerme de especial cuando se trataba de mi vida, habrían más ocaciones o al menos eso espero.

Mis ojos se cerraron y lo último que vi fueron sus ojos azules.

— ¡Caroline, me voy! — Escuché el grito de mi madre y abrí los ojos con ligero sueño.

Suspire y observé la mordida la cual había desaparecido, Volteé feliz al buro y tomé una cajita negra que tenia pegada una nota con una fina caligrafía.

|Lo siento|
K y M


¿K y M? Entendía la K, pero... ¿M?

Quite el listón y observé un brazalete de plata y una sonrisa de formó en mis labios.

•jarichat-neko•

¿Y el amor por el Tyler? 🤨📸

Mihrimah Mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora