𝕎𝔼𝕃ℂ𝕆𝕄𝔼 𝕋𝕆 𝕄𝕐 𝕊𝔼𝕏 𝕊ℍ𝕆ℙ - WooSan/SanWoo

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-Me estás haciendo caer por ti cada vez más, Choi San.-él se separó un poco del abrazo con una brillante sonrisa.

-No entiendes la felicidad que me da escuchar esas palabras, Jung Wooyoung.

Nuestras respiraciones se mezclaban por la poca cercanía que había entre nosotros, nuestras narices estaban tan cerca que no pude evitar rozar la mía con la ajena, formando un beso esquimal, San cerró los ojos am sentir mi toque. Coloqué mis manos en su nuca para terminar con la poca distancia y sentir sus labios nuevamente.

-¡Saaaan! ¡Choi San! ¡¿Dónde estás?!-me asusté por los inesperados gritos y me aparté un poco a San quien suspiró algo irritado.

-¡Estoy aquí, Mingi!-unas pisadas se escucharon y la puerta fue abierta mostrando a un chico de gran altura y con el pelo rojo. Lo miré con curiosidad.

-Ahí estás, perdona que te...-dejó de hablar cuando me vió.-Umm, lo siento, ¿interrumpo algo?

-La verdad sí, pero está bien. Mingi, este es Wooyoung, mi novio.-ambos volteamos a verlo con sorpresa. ¿Desde cuándo éramos novios?

-¿¡Qué!? ¿Por qué no me lo habías contado?-el chico apartó a San y se colocó en frente de mí.-Hola, Wooyoung. Me presento, soy Mingi, el mejor amigo de este idiota.-se presentó con una sonrisa mientras subía su mano para darnos un apretón, yo se lo correspondí y sonreí levemente.-Wow, eres realmente tierno. ¿Cómo terminaste con San?-dijo con burla. San le dió un golpe en la nuca algo irritado. Mingi comenzó a quejarse por el golpe.

-Un placer, Mingi. Pero no le hagas caso, no somos novios.

-¿Cómo que no?-dijo San con un puchero, yo lo miré incrédulo.

-No lo somos, al menos no oficialmente.

-¿En serio quieres que te lo pida?

-Si no, no quiero nada.-respondí siendo algo infantil y dándole la espalda. El amigo de San nos veía con gracia por la pequeña pelea.

-Hablaremos de esto más tarde.-me susurró en el oído.-¿Qué necesitas, Mingi?

-Ah sí, te vine a traer unos documentos que debes revisar de inmediato. Sé que tienes esta semana libre, pero sabes que no te molestaría si no fuera importante.-dijo ahora usando un tono más profesional, me causó un poco de gracia lo rápido que cambió.

-Ugh, está bien. ¿Puedes terminar de enseñarle la casa a Wooyoung?

-Está bien...-dijo antes de que San desapareciera por la puerta de su oficina.-¿Qué quieres que te enseñe, chico?

-Solo falta el segundo piso.

-Bien, vamos.-él se adelantó y yo lo seguía por atrás.-Entonces, empezamos por la habitación de San, es la más grande.-observé la habitación, sábanas blancas, paredes blancas, muebles blancos. Demasiado monótono, no se parecía nada a San.-Siempre le he dicho que debería darle un tono más personal, pero es necio.-salimos de la habitación y nos dirigimos a la siguiente, Mingi se sorprendió al entrar.-Bueno, esta es la habitación de huéspedes, aunque está remodelada. No sé si alguien vive aquí o qué.-yo me hice el que no sabía, pero realmente me emocionó la decoración de la habitación. No entiendo cómo San me conoce tan bien. Mingi simplemente subió los hombros restándole importancia.-Entonces, estas dos últimas puertas son la sala de instrumentos musicales, no sé si sabías que San toca muchos instrumentos.-yo solo negué impresionado por la sala, realmente era como un estudio de producción musical.-Yo tampoco lo supe hasta mucho después, es una parte que realmente no todos saben de él. Bueno y esta puerta nunca he sabido lo que hay. Siempre me dice que es un cuarto vacío, pero quién sabe, siempre la mantiene con bajo llave.-eso me creó mucha curiosidad, ¿qué habrá en ese cuarto?-Oye, Wooyoung. ¿Cómo se conocieron? Quiero decir, perdón si parezco fisgón, pero me sorprende que San nunca me haya contado de ti.

-Hace unos meses nos conocimos. Yo iba caminando distraído por la calle, me acababan de dar una noticia que me tenía distraído. Él me salvó de no ser atropellado y desde ese día nos fuimos encontrando más frecuente. En ese entonces yo no veía a San como algo más que un hombre que vino a mi vida para ayudarme ya que tenía novio. Terminamos y San y yo empezamos a juntarnos más y más, y bueno, una cosa llevó a la otra.

-Oh, así que eres el chico que me contó al que le consiguió trabajo en la empresa.-sentí el calor subir por mis mejillas. No era que me avergonzaba el trabajo, pero no era algo que iba contando a cualquier extraño.-Nunca pensé que San llegara a tener novio, ¿sabes? Lo conozco desde que tengo memoria y él siempre ha sido alguien que le importa más el trabajo y su familia que otra cosa. Nunca se fijó en nadie, era algo que no le interesaba. No te conozco, pero he notado a San más feliz y calmado últimamente y quiero suponer que eso es gracias a ti. Cuídalo, ¿sí?-Mingi usaba un tono algo serio, me sorprendió un poco ya que no había dejado de sonreír desde que llegó.

-Te prometo que lo haré, Mingi. San se ha vuelto en la persona más imprescindible para mí. Él es alguien tan desinteresado, tan atento, siempre se fija en los más pequeños detalles. Me recuerda siempre lo capaz que soy, me hace sentir seguro de mi mismo cuando me siento más desanimado que nunca. Y bueno, su sonrisa, juro que es la más hermosa que he visto. Es que cada vez que la veo, siento que todo estará bien, me trae tanta tranquilidad...-una boba sonrisa había aparecido en mi cara sin darme cuenta. No noté la mirada de sorpresa que me daba Mingi mientras dije todo eso.

-Wooyoung... tú estás enamorado.-dijo sin poder creerlo con una sonrisa de satisfacción.

-¿Qué?-salí de mi ensoñación y volteé a verlo.-No, no creo.-respondí algo nervioso.

-Por favor, ¡es obvio!

-No digas tonterías...

-¡No son tonterías! Literal te acabas de declarar. ¿No viste la boba sonrisa que tenías ni el brillo que hay en tus ojos? Por favor, debes ser ciego para no verlo.-Mingi decía todo con un tono de emoción, yo seguía todavía en un estado de shock.

-Mingi, aquí tienes. Dile al señor Kim que me llame mañana para confirmar con él el próximo paso.

-Bien, ya me voy, vine en hora de almuerzo. Hasta luego, Wooyoung.-dijo dándome una sonrisa cómplice, yo le hice una seña para que parara. San nos dio una mirada confusa.

-¿Estás bien, precioso? Estás rojo, ¿tienes fiebre?-dijo para luego colocar su mano en mi frente y confirmar si tenía algo.

-Estoy bien...-dije tomando su mano, pero no la solté, simplemente la sostuve.

-Bien...-respondió todavía sin creerlo por completo.-¿Te gustó la casa?-dijo ahora con un tono expectante.

-Es muy bonita. Gracias por decorar mi habitación a mi gusto, me encantó.-respondí para luego pasar mis brazos por su cintura y acercarlo a mí.

-Estoy feliz de que te haya gustado.-sonrió mientras posaba sus manos en mi cadera.-Tenemos una conversación pendiente...

-Ummm, no que yo recuerde...–dije fingiendo ignorancia.

—¿No? ¿Y si me aseguro de que lo recuerdes?

Lo miré con una mueca de confusión hasta que sentí sus labios sobre los míos. Mis manos subieron hasta su nuca y luego hasta su cabello dejando pequeñas caricias y enrededando mis dedos sobre sus hebras. Él se separó lentamente, pero no tanto ya que nuestras respiraciones aún chocaban. Me miró directamente a los ojos y puso su mano en mi mejilla, dejando unas caricias allí

—Me haces muy feliz, precioso. Quiero tenerte a mi lado por mucho tiempo, todo el tiempo que tú me lo permitas. Me encargaré de recordarte cada día lo especial que eres para mí y demostraste todo el cariño que puedo brindarte ¿Quieres ser mi novio, Jung Wooyoung?

—Sí, sí quiero.–la sonrisa de San era más brillante que nunca. Finalemnte sellamos esa promesa con un beso, un beso lleno de cariño.