well-kept secret

1K 127 29
                                    

San's P. O. V.

Abrí los ojos lentamente, todavía estaba oscuro, pero no era de noche. Iba a alcanzar mi celular, pero un fuerte agarre me lo prohibía. Volteé a ver a Wooyoung, este seguía dormido profundamente, sabía que era de sueño pesado. Salí de sus brazos, pero fue un gran error moverme, me dolía todo el cuerpo. Lentamente me levanté, me coloqué la órtesis y tomé mi celular para ir al baño, allí noté que tenía unos pantalones puestos, Wooyoung nos había bañado antes de dormir. Prendí la luz del baño y me observé en el espejo, casi me asusto al verme. Wooyoung había dejado marcas en el cuello y clavículas, una sonrisa se asomó en mis labios.

Seguía algo sorprendido por lo que había pasado anoche, llevaba esperando esto hace meses, pero no esperaba esto, yo nunca había sido el de abajo. Debo admitir que fue raro, no lo odié ni nada por el estilo, dejaría que Wooyoubg me hiciera lo que él deseé,  y debo admitir que se sintió bien, Wooyoung fue maravilloso.

Revisé la hora en mi celular, 6:00 a.m. Era demasiado temprano, Wooyoung no tenía clases hasta las 9:00 a.m. Salí sigilosamente para no despertar a Wooyoung, aunque sabía que era casi imposible. Me dirigí a la última puerta en el pasillo, aquella que mantenía encerrada. Coloqué la clave y finalmente pasé.

Noté el polvo acumulado en los muebles, hace mucho que no venía aquí, no desde que conocí a Wooyoung. Esta habitación me traía mucha melancolía, solo son memorias del pasado, memorias que todavía duelen como si todo hubiera pasado hace unos pocos meses y no hace más de 6 años. Salí de la habitación y me dirigí al cuarto donde estaban todas las cosas de limpieza en el primer piso. Vuelvo a subir ya con las cosas necesarias para limpiar la habitación y no esperaba verlo allí parado, me quedé congelado. 

—Wooyoung... despertaste...

—Sí, es que no te sentí y me preocupé, quise venir a ver si todo estaba bien. San... ¿qué es todo esto?-las palabras no salían, no sabía qué decir, eso es sumamente raro en mí, pero Wooyoung ya lo había visto. Algo que duré meses ocultando, todo estaba a punto de ser descubierto y no estoy seguro de si estoy listo para esa conversación.

—Wooyoung, yo-

—Es el cuarto de un bebé...-eso fue más una afirmación que una pregunta.

—Sí...-susurré, mis ojos picaban, estaban aguados. 

—No estoy seguro de si quiero una explicación, pero es imposible no cuestionar por qué hay un cuarto de bebé en esta casa y por qué mantienes la habitación en secreto...

—Wooyoung, es... una historia larga y dolorosa. Todavía no estoy listo para hablar de esto contigo...-pude ver en sus ojos que aquello le había dolido. 

—Oh... está bien, debes tener tus razones. Bueno, volveré a dormir, despiértame en dos horas...-dijo mientras se encaminaba fuera de la habitación, había hablado en un tono tan frío, no pude evitar sentirme mal. Lo dejé ir, suspiré pesadamente. 

—Lo lamento...-susurré sabiendo que no podía ser escuchado.

Empecé a limpiar todo el polvo que había en aquel sitio, le quité el colchón a la cuna para mandarlo a lavar, boté algunas cosas que ya estaban oxidadas, quité las telarañas que estaban entre los libros, le pasé un paño húmedo a algunos juguetes que estaban completamente sucios de polvo, otros los puse en la lavadora. Cuando terminé note que eran las 8:16 a.m. recordé que tenía que despertar a Wooyoung para la universidad. Entré a mi habitación, pero ya no estaba ahí. Suspiré desanimado, esperaba no haberlo arruinado todo. Supuse que estaría en su habitación, pero no era así y tampoco estaba en el baño. 

Bajé las escaleras lo más rápido que pude y entre a su estudio, tampoco estaba ahí ni en la cocina ni en la sala, se había ido. Por lo menos sus cosas estaban aquí todavía. Me senté en el sofá de la sala, me puse a pensar en todo, en Wooyoung, en la noche mágica que tuvimos, pero también en el pasado, recuerdos que juré olvidar, pero me es imposible.

Juyeon llegó unas horas después, realmente no tenía ganas de hacer terapia el día de hoy. Le dije que podía irse si quería, a pesar de que trató de convencerme para hacer los ejercicios, yo me rehusé. Mingi llegó unos minutos después preguntándome por qué no quería tomar la terapia, no supe explicarle lo que había ocurrido, ni Mingi sabía la historia de aquel cuarto. Cuando recibió una llamada del trabajo, se retiró y me dijo que hablaría seriamente conmigo más tarde. 

Necesitaba distraerme de alguna forma así que decidí preparar el almuerzo. Revisé que tuviera todos los ingredientes y empecé. Cocinar siempre había sido un pasatiempo para mí, genuinamente lo disfrutaba. Oí la puerta de la entrada ser cerrada, pero no me inmuté, no sabía si Wooyoung querría hablar conmigo en estos momentos así que preferí esperar a ver qué hacía. Terminé de cocinar la carne y coloqué todo es platos de servir. 

—¿Por qué no quisiste tener terapia hoy?-otra vez ese tono frío. Subí la mirada para verlo, su rostro no me delataba nada de cómo se sentía, simplemente estaba neutro.

—No me sentí en el ánimo de hacerlo...-desvié mi mirada de él y seguí en lo que estaba haciendo antes de que él llegara. Lo oí suspirar y unos pasos, supuse que se había ido hasta que sentí unos brazos rodear mi cintura y una cabeza colocarse en mi hombro.

—¿Disfrutaste anoche?-preguntó, yo me sentí desorientado ya que no pensaba que eso sería lo primero que diría.

—Fue... maravilloso.-no lo estaba viendo, pero pude sentir que una sonrisa se había formado en sus labios. Me dio la vuelta para que pudiera encararlo y tenía razón, estaba sonriendo.Sí 

—Yo lo disfruté como nunca... tal vez deberíamos cambiar de rol las próximas veces.-dijo divertido, yo bufé.

—Sí claro...-cambié nuestras posiciones, Wooyoung ahora era el que estaba acorralado entre mi cuerpo y la meseta, su expresión divertida se había esfumado y la mía había cambiado a una más juguetona.—Tú y yo sabemos bien a quien es que le gustaría recibir...-dije pegando mis labios a su oreja una voz ronca.

—Ummm, tienes razón.-dijo ahora conectando nuestra miradas, habían tantas cosas que quería decirle, pero no sabía cómo, no sabía si era el momento.—Mira, estoy confundido, no te lo voy negar. Aún así no te voy a obligar a hablar algo de lo que no estás listo, ¿de acuerdo? Nunca me has ocultado algo sin una buena razón del por qué lo haces. Confío en ti y quisiera creer que tu también confías es mí. 

—Claro que lo hago, eres la persona en la que más confío...

—Es bueno saberlo...-sonrió ligeramente.—No quiero que estemos todo incómodos y que dejemos de hablar, cuando estés listo, aquí estaré para escucharte.

—No sé qué hice para mercerte...

—Lo sé, soy increíble.-ambos nos reímos y finalmente nos separamos para poder comer ya con nuestros corazones algo más tranquilos.

𝕎𝔼𝕃ℂ𝕆𝕄𝔼 𝕋𝕆 𝕄𝕐 𝕊𝔼𝕏 𝕊ℍ𝕆ℙ - WooSan/SanWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora