who are you?

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La luz del sol entrando por el ventanal y unos ruidos provenientes de la persona a mi lado me hicieron abrir los ojos. Tardé un poco en acostumbrarme a la luz y me estiré ligeramente. Abrí los ojos sorprendido cuando sentí la dura erección de San tocar mi espalda y a este soltar mi nombre en un suspiro, él estaba teniendo un sueño húmedo. Sonreí con picardía y volví a moverme entre sus brazos para molestarlo. San comenzó a gemir y a moverse en un vaivén, eso me estaba provocando grandemente.

—Uhmmm Wooyoung...–decía San entre suspiros con los ojos aún cerrados.

—San~

Cambié nuestras posiciones, dejé a San recostado sobre su espalda y me subí a horcajadas sobre su pelvis, provocando que nuestras erecciones rozaran y que ambos soltáramos un gemido. San finalmente abrió los ojos y se sorprendió por la situación, pero yo nunca dejé de moverme. Una vez salido del shock, tomó mis caderas con posesión y guió mis movimientos. Colocó una mano en mi nuca y unió nuestros labios en un beso desesperado y necesitado. San sonrió en medio del beso y puedo jurar que es lo más sensual que he visto.

—Mmmm... que excitante forma de despertar...

—Tú eres el culpable, eres un promiscuo.

—No es mi culpa que no dejes mi mente en ningún  momento, precioso. Todo en lo que puedo pensar es en ti, en tu sensual cuerpo, tus bellos ojos, ese pequeño lunar en tu rostro, tus labios....–otra vez sentí lo labios de San chocar contra los míos en un beso más lascivo. Yo seguí moviendo mis caderas, ese vaivén me estaba volviendo loco, juraba que me vendría en cualquier momento. Mis gemidos eran callados por los besos de San.

—Dios, Woo... me encantas tanto...–susurró en mi oído y luego mordió mi lóbulo, amaba cuando hacía eso. Sus besos bajaron por mi cuello, luego mis clavículas; con una de sus manos, San jugaba con mis pezones. Al estar estimulado en todos mis puntos, fue inevitable llegar al orgasmo luego de unos minutos. San volvió a besarme mientras yo trataba de regular mi respiración.

—¿Quieres parar?–coloqué un dedo sobre sus labios para indicarle que hiciera silencio. Bajé mi mano hacia dentro de su pantalón y empecé a masturbar su erección. Los gemidos de San me estaban afectando más de lo que pensaba, a penas unos minutos después pude sentir mi nueva erección creciente.

Con mi mano libre, alcancé uno de los lubricantes que estaban en la mesa de noche. San empezó a pasar sus manos por todo mi cuerpo, me encantaba la forma en que el contacto era constante cuando intimábamos. Me deshice completamente de los pantalones de San y coloqué un poco del lubricante saborizado para empezar a darle un oral.

—Mmh~, Woo, ¿por qué eres tan maravilloso? Lo haces increíble...–dijo San enredando sus manos en mi cabello para dirigir mis movimientos. Yo simplemente seguí haciendo mi trabajo, sintiendo como mi pene dolía más por cada gemido que San soltaba.—Me voy a venir...–paré mis movimientos haciendo que San soltara un pequeño jadeo cuando lo saque de mi boca.

—Quiero montarte, Sannie....–murmuré sobre sus labios mientras colocaba lubricante en su erección.

—Déjame prepararte...

—No es necesario.

—Te puedes lastimar, amor.-ignorando sus palabras, alinée mi entrada con su pene y bajé lentamente, sintiendo cada centímetro. Dejé salir un gemido asquerosamente lascivo.—¿Todo bien?–asentí y me quedé un tiempo sin moverme. Cuando sentí que ya estaba listo, empecé a moverme con lentitud. Ya mas confiado, San me agarró por las caderas y dirigió mis movimientos.—Estás tan apretado, precioso...

—Sannie~‐dije entre suspiros.

—Dime, amor...

—Me encantas tanto...

𝕎𝔼𝕃ℂ𝕆𝕄𝔼 𝕋𝕆 𝕄𝕐 𝕊𝔼𝕏 𝕊ℍ𝕆ℙ - WooSan/SanWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora