i promise you

663 82 3
                                    

Luego de ir al baño, llegué a la mesa y me senté en silencio, todavía seguía en un estado de shock; eso extrañó a San, pero no dijo nada. Cuando Soyeon fue a llevar a Sana al baño, San se me quedó mirando. Le conté todo lo que había pasado desde que me fui y pues ahí nos encontrábamos, ambos extrañamente confundidos y San algo enojado porque Hyunjin se atrevió a siquiera tocarme.

—Lo bueno es que nos vamos mañana, y espero que no lo volvamos a ver en un largo tiempo...–hice una mueca al escuchar la primera parte, desearía quedarme en aquel sitio por siempre.—Ya, ya, amor. Te prometo que volveremos, ¿sí?–asentí con un puchero que San no tardó en besar haciéndome sonreír como idiota.

Una vez Soyeon y Sana llegaron, San les avisó que nosostros iríamos a un lugar, pero que ellas podían ir a alistarme porque saldríamos en la noche, no dijo nada más. Los tres nos miramos extrañados, pero igual seguimos sus órdenes, Soyeon se llevó a Sana y él a mí. Llevábamos caminando unos 40 minutos, trataba de preguntarle a San cuánto nos faltaba, pero el se quedaba en silencio y seguía caminando. Nos encontrábamos en un bosque, ni siquiera estaba seguro si seguíamos dentro de los terrenos del hotel y me estaba asustando un poco, pero San parecía saber qué estaba haciendo.

—Amor, ¿falta mucho? En serio estoy cansado...

—Ven por aquí...–San sonrió y se metió por una cueva. Oh no, yo no entraría allí, eso daba miedo.

—Vamos Wooyoung, ya caminamos casi una hora como para negarte...–dijo San.

Suspiré pesadamente y entré a la cueva, me asusté un poco por la oscuridad repentina, pero San me agarró la mano para tranquilizarme. La cueva se hacía más ancha y menos oscura mientras más caminábamos. Llegamos al final de aquella cueva y mis ojos se abrieron sorprendido al ver aquel paisaje. Era un manantial, la luz de la tarde todavía iluminaba aquellas aguas azules y la vegetación decorada todo el lugar, era precioso. Volteé a ver a San quien se acercó a mí, me tomó por las caderas y depositó en beso en mi mejilla, yo todavía seguía algo distraído observando aquel mágico lugar.

—¿Te gustó la sorpresa?

—Es... majestuoso. El paisaje es sencillamente hermoso...

—Lo sé, por eso te traje y bueno... por otra razón.–lo miré extrañado.

—¿Otra razón?

—Este día la he pasado increíble con ustedes tres, son las personas que más amo y estoy tan agradecido con cada uno de ustedes por distintas razones. En serio necesitaba mucho esta semana, solo los cuatro disfrutando de la tranquilidad del mar. Estoy tan feliz de que Soyeon esté aquí, que está viva...–dijo mirando al horizonte pensativo.—...que pude conocer a Sana...–San dejaba caricias en la coronilla de mi cabeza.—...que te encontré...–dijo ahora mirándome a mí. —Siento que estoy completo, que nunca he estado más feliz... quiero que sepas que yo siempre haré lo posible para que ustedes sean feliz, para que se sientan protegidos, siempre me tendrán.–yo estaba llorando por las palabras de San. Me aferré al abrazo que habíamos formado y oculté mi rostro en la apertura de su cuello.—Wooyoung, yo... quiero darte algo...–me separé del abrazo y lo miré extrañado mientras él buscaba algo en sus pantalones. Mi intriga no duró mucho cuando una pequeña caja apareció entre las manos de San.—Wooyoung, no puedo a esperar pasar el resto de mis días contigo, vivir nuevas experiencias, conocerte cada días más... quiero hacerte una promesa...–abrió la cajita dejando ver un hermoso anillo de plata, con una piedra de aguamarina en el medio, mi piedra favorita. Abrí los ojos sorprendido y sentí mis ojos picar y aguarse. ¿Qué...—Primero que nada, no es un anillo de compromiso.–eso me alivió un poco.—No lo tomes mal, espero que ese día llegue con ansias, pero siento que todavía no es el momento. Es un anillo de promesa; una promesa de que te protegeré por siempre, prometo que la sinceridad, el respeto, la pasión y el amor sean siempre los valores que sustenten lo nuestro... prometo que siempre te querré con tus defectos, tus manías y esas pequeñas cosas que me sacan de quicio pero que adoro...–ambos reímos ligeramente, mi corazón latía rápidamente, lágrimas no dejaban de bajar por mi rostro. Los ojos de San reflejaban tantas sinceridad que me hizo temblar.—...prometo amarte por siempre porque contigo he aprendido que el amor no es una emoción, sino un impulso, una necesidad... mi necesidad de estar a tu lado. Wooyoung, te amo, te amo tanto y nunca me cansaré de decirlo.–los ojos de San se aguaron y yo no pude aguantarlo más, besé sus labios, aquellos labios que tanto amaba, esos labios esponjosos, esos labios que le pertenecen a la persona que he amado más que a nadie. Sentía nuestras lágrimas mezclarse en aquel beso, aquel beso que transmitía todos las emociones que sentíamos en ese momento. Nos separamos un poco y junté nuestras frentes.

𝕎𝔼𝕃ℂ𝕆𝕄𝔼 𝕋𝕆 𝕄𝕐 𝕊𝔼𝕏 𝕊ℍ𝕆ℙ - WooSan/SanWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora