Miraba mi atuendo una vez más en el espejo. No era normal que me preocuoara tanto por lo que vestía para salir a menos que fuera un interés amoroso, pero este definitivamente no era el caso. Entonces, ¿por qué me arreglaba tanto para ir al restaurante con San? Decidí llegar a la conclusión de que al él ser mi jefe, debía verme bien, y por eso ponía tanto esfuerzo, o eso quería creer.
Miré la hora en mi reloj y noté que ya eran las 8, me apuré en tomar mi chaqueta y mi celular, sin notar que dejaba la tarjeta de acceso a mi habitación. Tomé el ascensor y presionar el 3, tomé unas bocanadas de aire, odiaba lo nervioso que me ponía el solo pensar en San.
Una vez llegué, lo vi esperándome afuera del ascensor. Se me quedó observando, nuevamente me cohibió su intensa mirada. Caminamos hasta el restaurante en completo silencio, cada uno en sus pensamientos. Nos sentamos en la mesa que había reservado San, aunque realmente era una mesa bien apartada en la zona VIP, donde solo San y sus familiares podían sentarse. Nos entregaron el menú y me quedé observándolo como si fuera la cosa más interesante que había visto en toda mi vida todo con tal de evitar la mirada de San.
El mesero tomó nuestra orden y no me quedó de otra que por fin verlo. Tenía una sonrisa algo burlona que se agrandó una vez vio que le devolví el contacto visual.
-Bien, entiendo que tal vez no te guste depender tanto de alguien y que no quieres que te siga ayudando, pero como jefe de la compañía en la que trabajas, siento el deber de que mi empleado tenga una vivienda asegurada. Si consigues un apartamento y es muy caro para ti, nosotros podemos ayudarte a pagarlo.
-San...-dije con un tono severo.
-Solo intento ayudar.
-Y lo entiendo, pero en serio no puedo aceptar esto.-San se quedó pensando en alguna solución en la que él me pudiera ayudar que yo aceptara, pero era casi imposible. Me avergonzaba seguir recibiendo su ayuda, ya me consiguió trabajo, no quiero seguir molestándolo.
-Pues vive conmigo.-en ese momento casi me ahogo con la limonada que estaba bebiendo, definitivamente escuché mal, ¿no?-Digo, mi casa es grande, y necesito alguien que cuide de mis hijos...-esta vez casi escupo el líquido en mi boca, ¿¡hijos!?-¡Con hijos me refiero a mis gatos! No niños humanos...-dijo algo avergonzado. Quería reírme por la situación.-Seríamos como roomies, vivimos juntos, no tendrás que preocuparte de la vivienda por unos meses, puedes ahorrar hasta que logres comprar un lugar donde puedas vivir sin problemas de distancia, mientras yo estoy más tranquilo porque dejo a mis gatitos con alguien confiable. Honestamente no estoy mucho en casa, así que no te sentirías incómodo con mi presencia.
-Pero, yo no pasaría todo el rato en la casa, tengo la universidad...
-Tu horario es de 8:00 a.m. a 12:00 p.m., el mío de 10:00 a.m. a 10 p.m., pasan demasiado tiempo solos y tienen ansiedad por separación. Pueden pasar dos horas solos, pero definitivamente no doce. Por eso no solo estarías ganando tú en este caso, sino que yo también.
-¿Tendría que encerrarme con los gatos todo el día?
-No, de hecho les gusta pasear. Puedes llevarlos a sitios donde permitan mascotas o al parque. Tuve que prohibir el paso de mascotas en la compañía porque muchos son alérgicos a los pelos de estas y no quería problemas, eso ha causado que mis gatos pasen por mucho estrés diario. Claro, si no aceptas, tendré que buscar a alguien más, pero me cuesta dejarlos con cualquiera.
-Yo soy básicamente un extraño.-dije rebatiéndole.
-Sigues diciendo eso, pero ya llevamos un mes conociéndonos, a pesar de haber hablado poco, creo que tienes un corazón noble, es fácil confiar en ti.-nos quedamos en silencio nuevamente, con nuestras miradas conectadas, otra vez esa extraña tensión.
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𝕎𝔼𝕃ℂ𝕆𝕄𝔼 𝕋𝕆 𝕄𝕐 𝕊𝔼𝕏 𝕊ℍ𝕆ℙ - WooSan/SanWoo
FanficJung Wooyoung es un estudiante de diseño de modas. Por situaciones económicas, Wooyoung debe comenzar buscar trabajo para ayudar a su familia y poder pagar su universidad, una de las más prestigiosas en diseño. En su búsqueda conoce a Choi San, uno...