CAPÍTULO 35

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MORGAN

A lo largo de los años me han ido diciendo que la vida está llena de injusticias. Y por desgracia, suelen haber más momentos malos que buenos. Pero que lo importante era seguir caminando. Creo que ese fue mi error. Tuve miedo de fracasar, y al final ocurrió, porque no sabía que caer era parte del proceso.

Así que, tirada en la playa, con la arena rozando mis frías rodillas, me di por vencida y entendí que ni Daryl ni ningún niño pelirrojo vendrían a salvarme. Solo quedaba yo por levantarme. Eso hice. Me impulsé y me dirigí de nuevo a la casa de Liv para pedir un taxi.

A pesar de mi intento de pasar desapercibida entre los invitados, Carter vio mi rostro sucio lleno de lágrimas y sin decir ni una sola palabra, me dio su chaqueta y ambos fuimos a su coche. En la residencia, me acompañó con un cálido abrazo hacia mi habitación.

Supongo que estaba en uno de esos trances donde no asimilaba la situación. No pensaba. Solo miraba al suelo y me concentraba en el ruido de mis pies andando sobre la madera del suelo. Lo único que recuerdo de esa noche es que Carter me ayudó a tumbarme en la cama y se quedó conmigo hasta que me dormí. También me limpió las lágrimas e intentó animarme con bonitas palabras.

Esa noche, por raro que pareciese, no tuve pesadillas.

Al día siguiente, me levanté por el ruido de mi puerta abriéndose. Con desesperación, abrí los ojos esperando que Daryl estuviese de pie con una sonrisa. Esperando que todo hubiese sido un sueño.

En su lugar estaba Carter con dos vasos de café y unos dulces.

-Hola. -se aclaró la voz. -He ido a comprar algo.

Lo miré tristemente.

-No va a volver. ¿Verdad?

Estaba claro que Daryl ya había puesto en contexto a Carter, porque me miró con compasión y antes de que me pusiera a llorar, se acercó a mí y me abrazó como nunca. Agradecí tener a Carter como amigo. Supongo que fue mi mejor amigo, con el que siempre pude contar y sincerarme. Le iría a echar muchísimo de menos.

-Carter, ¿me prometes que irás a visitarme?

-Te prometo que en cuanto pueda, iré allí con Olivia. Y así nos podrás enseñar España.

Solté una pequeña risa que agradecí bastante.

Entonces, mi móvil sonó y la tensión se generó cuando en la pantalla vi el nombre de mi madre. Sabía que una dura charla se venía de camino.

-Creo que voy a dar una vuelta y dentro de un par de horas regreso. ¿Te parece?

Asentí con la cabeza y me despedí de él.

La conversación con mis padres fue como me imaginé. Ellos me trataron igual de bien que siempre. Lloré lo más grande. Realmente no quería irme. Los meses atrás que había pasado eran demasiado perfectos para que fueran reales. Y como suelen decir, tras un día soleado siempre viene tarde o temprano la tormenta. En mi caso, llegó de imprevisto.

Lo más impactante fue cuando mis padres me anunciaron que el billete de avión estaba previsto para finales de semana. Más pronto de lo esperado. Por lo que solo tenía tres días para prepararme y despedirme de mis amigas.

Con la llegada de Carter, me ayudó a recoger gran parte de mi habitación. Estuvimos charlando de cómo terminaría la universidad con clases online desde España y después buscaría trabajo por el país. Además, según me dijeron mis padres, volvería a terapia un poco más intensiva.

-Morgan. -mencionó mi nombre Carter mientras doblaba la ropa.

-¿Sí?

-Olivia me llamó antes. Estaba preocupada porque ayer no te vio en la fiesta. No le he dicho nada todavía, pero viene para acá junto con Gabi y Jane.

Todo el tiempo que viví sin ti [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora