Todo el tiempo que viví sin ti [Terminada]

CAPÍTULO 4

DARYL

La chica corría por el campus y en un momento dado, me pareció que se había girado un poco para verme. De seguro que se había quedado a gusto ante esa humillación.

No podía evitar pensar la última respuesta que me había dado.

"Pero no respondo ante idiotas ladrones de libros como tú" 

Me quedé boquiabierto, mientras la veía alejarse con una sonrisa de oreja a oreja. Eso sí que no me lo esperé.

Era extraño, normalmente yo humillaba a extraños, no al revés. Excepto mis hermanos claro, ellos casi siempre me hablaban borde. Era parte de nuestra relación familiar.

Me di la vuelta y subí las escaleras hacia la tercera planta.

Aquella chica era todo un personaje. En Irlanda, cuando alguna chica me veía solía pedirme el número de teléfono o decirme cualquier alago. Pero ella lo primero que hizo fue gritarme.

¿Me sorprendió? Sí.

Pero no puedo negar que me ha encantado sacarla de quicio. Es demasiado fácil porque se estresa a la mínima, y a mí me divierte poner de los nervios a la gente, y más me gustaba cuando a ella se le ponen las orejas rojas y frunce el ceño.

Seguía sonriendo cuando llegué al cuarto de mi hermana y llamé a la puerta. Inmediatamente abrió una chica de cabello negro corto. Su sonrisa desapareció al verme.

-Ah, eres tú. -fue lo único que me dijo.

Eso sí que era una bienvenida en condiciones. Es maravilloso ver como tu hermana pequeña "te ha echado tanto de menos".

-Yo también te quiero Gabi. -entré a su cuarto. Todo desordenado como siempre. -Ni un "¡hola, hermano, cuanto tiempo sin verte, estás muy guapo!".

-Cállate Daryl, no estoy de humor ¿vale? Y, además, solo han pasado tres años, ni que fuera toda una vida. -iba de un lado a otro preparando las cosas para clases y yo me senté en su cama sin hacer.

-Solo tres años. -Gabi se hizo un moño y vi algo que me llamó la atención de su pelo. -¿Te has rapado la nuca?

Terminó su peinado y orgullosa se giró hacia mí.

-Con esto y lo de Paige conseguí automáticamente quedarme sin paga mensual de papá y mamá. Se ve que no soy el "modelo de chica perfecta" que ellos piden. -esto último lo dijo entre comillas. - Pero es que mola que flipas, está suave, mira toca. -dijo señalándome la nuca.

Me negué ante la oferta.

-Tú te lo pierdes. Ahora si me disculpas, largo de mi cuarto.

-Ya te había durado poco la amabilidad.

-¿Qué? Estoy siendo muy amable. Te lo he pedido con palabras y no te he metido una patada.

Levanté los brazos en forma de víctima mientras ella seguía con su drama. Pero en vez de marcharme como ella había pedido, me tumbé de lleno en su cama. Aún estaba caliente, por lo que se habría despertado hace poco.

-Ves, vas a hacer que llegue tarde a clase. -se quejó y cogió su bolso.

-De hecho, han empezado hace media hora.

-¿¡Qué!? -miró su reloj y comprobó efectivamente, que ya habían empezado. -Bueno, iré a la segunda hora. Voy a la cafetería.

Lo dijo tan normal como si le diese igual faltar a su primera clase del curso. Retiro lo dicho, le daba realmente igual. Era solo Gabi siendo Gabi.