MORGAN
Después de todo lo ocurrido, pasó una semana. Una semana sin que pasara nada. Sin noticias de Daryl. Entendí que me daba un espacio para aclarar mis ideas. ¿Obtuve una respuesta en ese tiempo? No. Absolutamente nada. Seguía tan perdida y absorta como siempre.
No descifraba cuáles eran mis emociones. En esos días, extrañé su presencia. Esos momentos en los que salíamos a lugares nuevos y nos divertíamos. Lo necesitaba de vuelta, quizás lo mejor como amigo. Era la cuestión de no permitirme el lujo de tener poder sobre alguien. Algo tenía claro, si no aclaraba mis sentimientos era porque a lo mejor no hubiera ninguno, y solo me hubiese tragado sus palabras.
Era un jueves lluvioso y me encontraba en la librería de Carter. Como esos días nublados la gente no solía salir a la calle, él me pidió que le hiciese compañía trabajando ya que Liv estaba entrenando.
-Y... ¿habéis jugado al baloncesto juntos? -pregunté divertida.
-Para mí desgracia, sí. -colocó unos cuantos libros en una estantería y sacó otros. -Es imposible ganar. Cuando estoy concentrado en botar bien la pelota me la roba. Y cuando voy a tirar fallo yo mismo.
Reí a carcajadas. Ya llevaban saliendo poco más de una semana y parecían siglos. En numerosas ocasiones, Ruby y Carter se habían acoplado a nuestros planes. Y yo, hacía de sujetavelas. Nada nuevo.
-¿Y tú? ¿Has hablado ya con Daryl? -me cuestionó.
Carter fue, por muy extraño que parezca, la única persona de amigos a quien le conté lo que ocurrió. Me prometió que no se lo contaría a Liv. Y lo cumplió, sin duda era un buen amigo. Él me recomendó que conversara con Daryl. Probablemente llevaba razón, y yo era tan cobarde de ni siquiera arriesgarme.
-Ya sabes lo que pienso. -me recordó mientras bajábamos por las escaleras a la planta baja.
A medio recorrido, me quedé petrificada al ver quién estaba parado en la puerta empapado por la lluvia. Daryl llevaba sus gafas, esas que tanto me gustaban. Su pelo mojado le caía por la frente. Mecachis, estaba guapísimo. ¡Mierda Morgan, piensa en la biblia!
Ambos nos devolvimos la mirada y hablé con Carter antes de que nos pudiese oír estando a una distancia prudente.
-¿Tú le has dicho que estaba aquí? -le susurré enfada.
-A mí no me metas, yo actúo de mediador. -levantó los brazos en modo de víctima. -Recuerda, soy pacifista.
Terminé de bajar las escaleras con el corazón a mil.
-Hola. -fue lo único que dijo.
-Hola.
-Bueno... yo me voy para que podáis hablar. Si necesitáis algo estaré en la parte erótica- romántica, para nada escuchando vuestra conversación. -sonrió y se dio la vuelta con una pila de libros.
¿En serio Carter? ¿A la parte erótica- romántica? Le lancé una mirada furiosa. Con un impulso, me senté en el mostrador donde solía hablar con Carter. Quien por cierto estaba añadido a mi lista de Traidores junto con Gabi y Olivia. Cada vez, aumentaba más en número.
-¿Cómo estás? -preguntó sonriente.
En mi conciencia quedaba la culpa de lo que estaba a punto de hacer. Iba a destruirle, pero lo hacía por él.
-Bien. -sin apenas mirarlo supe que esperaba una respuesta. -Mira Daryl, agradezco en serio todo lo que has hecho. Pero, creo que... lo mejor es que cada uno vaya por su lado. Tú por el tuyo y yo por el mío. Es mejor así.
-¿Mejor por qué? Si ni siquiera lo has intentado.
-No quiero discutir otra vez.
-¿Me estás pidiendo que me olvide de ti? -unas arrugas aparecieron en su frente y yo asentí.
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Todo el tiempo que viví sin ti [Terminada]
Storie d'amoreHay experiencias que te marcan y no puedes evitar quedarte estancado en el pasado. Eso le pasaba a Morgan Preston, una infancia desfavorable le impedía disfrutar de su etapa universitaria. Como otro año más, llegó a Sydney para estudiar su tercer añ...