CAPÍTULO 29

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MORGAN

Ya habían pasado cinco días desde que hablé con Ruby. Y en ese tiempo, todo empeoró. En el sentido de que no hablaba, porque le daba vueltas al tema y sentía culpabilidad.

Daryl me dijo innumerables veces que no era mi culpa, pero yo sentía como si lo fuese. Así que, un día se ve que decidió darme una sorpresa un viernes por la tarde. Yo estaba concentrada en estudiar una de las asignaturas más difíciles de la carrera cuando escuché pequeños ruidos que chocaban con mi pared. Dudosa por la procedencia, salí para comprobar qué era.

-¿¡Qué...!? ¡Daryl! ¿Qué haces lanzando piedras a mi puerta? -grité al ver el mogollón de piedras que se habían acumulado en mi puerta.

-Pues como en las películas románticas. Normalmente el chico le lanza piedras a la ventana, pero tú vives en un tercer piso y yo tengo muy mala puntería. -razonó muy orgulloso.

-¿A ti esto te parece romántico, en serio? -solté una carcajada.

-Vale. Vale. -dijo ofendido y me dio la vuelta. -Ya me voy, verás como nadie te lanzará piedras tan bien como yo.

Seguidamente, corrí hacia él para echarme en su espalda haciéndolo retroceder.

-Ya te has arrepentido ¿a qué sí? -sonrió maliciosamente.

-No. -negué con la cabeza graciosa y señalé las piedras en el suelo. -Hay que recogerlas.

Soltó un bufido y me sacó la lengua de forma infantil. Tras unos minutos después que las tiramos a la calle, fuimos a mi habitación. De forma brusca, se tiró encima de mi cama y posteriormente me acurrucó al lado suya.

-¿Has hablado con Ruby? -me preguntó.

-No. Sinceramente ya no la puedo ver como antes. Lo peor es que he estado hablando con Gabi y está confundida porque Ruby la está ignorado. ¡Ah! Soy muy mala amiga.

-¿¡Qué!? ¡No! ¿Por qué dices eso? -exclamó.

-Porque podría haberle quitado esa angustia contándole la verdad y siento que le estoy mintiendo.

De forma cariñosa me acarició la mejilla con los dedos apartándome el pelo de la cara. Como respuesta, le dediqué una tímida sonrisa.

-Tú no estás haciendo nada malo, recuerda. Simplemente le estás dando la oportunidad a Ruby de arreglar y solucionar lo que ella misma ha causado. Es su relación, no la tuya.

De repente, una música muy alta comenzó a sonar desde los jardines del campus y ambos nos asomamos para ver la procedencia.

-Lo había olvidado, van a hacer una pequeña fiesta para despedir definitivamente el verano. Posiblemente estén hasta muy tarde.

-¿Prefieres que vayamos a mi piso? -sugirió mientras nos levantamos de la cama. -Si quieres podemos dormir allí para que no te molesten.

-Sí, gracias. Voy a hacer la mochila.

Alcancé mi mochila de Vans y metí un pijama y algunas cosas más de aseo. Luego cogimos el coche para llegar a su piso. Dejó las llaves en el recibidor, y fuimos directamente al salón.

-¿Qué quieres para cenar? -preguntó observando el vacío frigorífico.

-No tengo mucha hambre.

-¿Palomitas? -agarró el último paquete que quedaba en el armario y me lo mostró.

-Pensándolo mejor, sí que tengo hambre. -sonreí graciosa.

Después, nos comimos las palomitas mientras veíamos una serie de Netflix que habíamos comenzado juntos. Justo en el final, se dio cuenta de que estaba llorando por el desenlace tan triste del capítulo.

Todo el tiempo que viví sin ti [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora