Capitulo 12

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No podían decir que no estaban un poco conmovidos por sus hermanos, los cuatro miraban aquella escena como si se tratara de una película. Aunque en un principio ni por su cabeza se habrían imaginado la idea de que esos dos pasarían de quererse matar a estar completamente enamorados y los habían apoyado completamente, claramente está vez no sería diferente.

Verlos en ese momento era como revivir esos días pero siendo completamente distinto a la vez.

La única persona que permanecia estableciendo un límite entre ambos era Juan David, quien se encontraba tomando su lección de montar, dirigida por sus peculiares tíos.

- Luego le das la vuelta- Franco tomaba con cuidado a Juan David- Con la derecha.

- Es con la izquierda- Sarita lo acompañaba a su lado, a diferencia de él, ella montaba un caballo- Así le darás más control.

- No la escuches- Le dijo Franco enfocándose en el niño- Si supieras cuántas veces se ha caído en frente de
mí de un caballo- Esto la había ofendido un poco mientras que el niño parecía divertirle.

- Una sola vez y te recuerdo fue culpa tuya.

- Mantén la cabeza a la altura de tus hombros- Franco lo posicionó.

- Relaja los hombros- Sarita seguía igualmente hablando.

Norma, Jimena y Óscar había llegado hace algunos minutos y no pudieron evitar quedarse mirando aquella lección y Juan ya tenía un rato supervisando a su hijo mientras era guiado por ellos.

- ¿Y se supone que esos dos están criando a un niño juntos? - Óscar los señaló mientras hacía reír a su esposa- Mejor me llevo con mi suegra.

- Para tu sorpresa lo hacen muy bien- Norma intervino- Pero llevan desde hace días una disputa incomprensible y está vez el tema ha sido Juan David- Miró con ternura como él parecía no saber a quién seguir- Mi pobre hijo a quedado en el medio.

- Sarita se ofreció a ayudarlo él día de hoy e inmediatamente ese canijo saltó de su silla a cuestionar toda la lección- Juan se cruzaba de brazos mientras los observaba- Y ni hablar de que a Sarita le harta que lo haga.

- Menos mal a Andrés le faltan unos años para eso- Podían ver a Franco guiando el caballo en dirección contraria a Sara- Por qué no quiero imaginarme aquello.

Todos miraron a Jimena dándole la misma expresión.

Ambos tomaban al niño de forma protectora mientras lo llenaban de indicaciones.

- Debes mantener el equilibrio con las piernas- Sarita le mostraba como ella misma lo lograba.

- Estás encorvada y la espalda es la base principal.

- Mi amor puedes por favor tratar de hacer que camine hasta allá- Ella lo ignoró por completo- Poniéndole en práctica lo que te dije.

- La espalda Juan David- Le grito Franco mientras esté se alejaba.

El caballo asignado al niño era un poco pequeño y adecuado para él, por lo que no había ningún riesgo de montarlo, siempre y cuando fuera vigilado. Al verlo llegar al extremo y poder regresar sin problema, Sarita sonrió victoriosa mientras bajaba de su caballo y se acercaba al niño.

- Lo hiciste increíble!!! - Felicitó al niño mientras lo ayudaba a bajarse a él también- Claramente tu tío Franco estaba completamente equivocado.

- La próxima te ayudaré, como hemos venido haciendo todo este tiempo- Recalcó lo último- Y aunque tú tía Sarita quiera retrasar nuestro avance, lo haremos muchísimo mejor- La miró con egocentrismo.

Siempre seras tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora