Capitulo 36

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Miraba impaciente el reloj mientras que Fernando ya había comenzado con su desayuno, llevaba aproximadamente quince minutos esperando que su padre bajara a desayunar.

- Se va enfriar Gabriela- Fernando masticaba a gusto- De seguro no puede con la borrachera que trajo anoche.

Le dió una mirada sería a su esposo.

- Las niñas saben que no pueden dejar beber a tal magnitudes a su abuelo.

- Lo dices por qué no viste a los empleados llevarlo a su cuarto.

Eso la saco de quicio.

-DOMINGA!!!!- Grito en busca de la mujer que cuidaba siempre a Don Martin, ella seria una de las causantes junto a sus hijas de su molestia el día de hoy.

El ruido de la entrada del comedor los hizo voltear a ambos.

- Ya cállate Gabriela- Su padre venía llegando a tomar su lugar.

Con su pijama aún puesta y con su pelo lo más parecido a un nido de pájaros.

- Deja a los demás tener una mañana tranquila- Dominga dejo la silla de ruedas donde siempre acostumbrada- Hoy no quiero escucharte.

Y era más que evidente que estaba pasando una resaca.

- Papá- Continúo en forma de regaño - ¿ Quien te dejo beber anoche?

- Yo, yo y yo- Dijo haciéndole sonar un poco tonta- ¿ Acaso tenía que pedirte permiso?

- No no tienes que hacerlo pero tú doctor no recomienda que alguien de tu edad este ingiriendo alcohol.

- Si si hazle caso tu al doctor- Continúo para indicarle a Dominga que trajera su desayuno.

Y en cuanto vio su plato favorito, su ánimo mejoro satisfactoriamente hasta estaba viendo a Fernando con sus malas caras de siempre.

Gabriela lo vio comenzar a tomar bocados y no perdió la oportunidad de preguntar.

- ¿ Que tal están las niñas?

- Bien bien, lindas como siempre.

- No te preguntaré si la pasaste bien, ya que es muy evidente.

La sonrisa en el rostro de su padre fue muy grande.

- Quintina preparo una cena bastante buena- Seguía hablando- Juan trajo unos licores mejores aún y yo quería seguir celebrando el compromiso pero todos son unos aburridos.

Precisamente una de esas palabras llamo la atención de los dos presentes.

Dejando a Gabriela callada y a Fernando con un bocado en la garganta.

- ¿ Compromiso?

- ¿ De quién? - Fernando le siguió.

- ¿ De quién más? - Su característico tono lo acompaño- De Sarita y Franco- Haciendo énfasis en ambos nombres- Anoche ese muchachote preparo todo para pedirle a mi nieta que se casará con él.

- ¿ Y que dijo ella ? - Fernando pregunto en busca de la respuesta que él quería.

- Un gran y rotundo "Si"

La fuerza con la que su tenedor cayó sobre su plato llamo la atención de todos.

- Imagino que vas a hacer algo al respecto- Se dirigió directamente a Gabriela- Te dije desde el inicio que no era buena idea.

Gabriela procesando lo ocurrido, encontró las palabras para responder.

- Cuando Franco me lo dijo, no pensé que sucedería tan rápido- Recordando muy bien la noche que ambos hablaron- No estaba pidiendo un permiso solo quería que yo lo supiera.

Siempre seras tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora