Siempre seras tú

Capitulo 11

Estaba sentada frente a su ventana, pensando en todo lo que Rafael había descubierto, por un momento entendió las intenciones de su madre al hacer todo eso pero no lograba contener como una persona podía hacerle tanto daño, solo por un Hacienda y unas cuantas tierras.

Fernando había sido capaz de arruinar su vida solo por quedarse con todo, era gracioso como de tan solo saberlo se las habría dado en un principio, sin haber tenido que sacrificar tanto, sin tener que haber renunciado a Franco en un principio.

Pero ya no podía regresar el tiempo y mucho menos recuperarlo pero estaba segura que haría pagar a Fernando Escandón por todo lo que le habia hecho pasar...

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Franco llegó a su Haciendo muy irritado, no entendía como esa mujer podía prohibirle a Sarita, no tenía derecho a hacerlo y mucho menos sacarle en cada algo de lo que ella no sabía ni siquiera él comienzo.

Rosario Montes seguía sonando en su vida después de tanto tiempo, parecía que siempre iba perseguirlo el recuerdo de esa mujer, se culpaba por aquello no iba a negarlo pero tanto Sarita como Doña Gabriela habían visto que ella si había llegado a su casa.
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-Inicio de Flashback-

En cuanto Eva le anuncio que alguien había llegado, se extraño demasiado, sabía que debía ir a buscar a Sarita a su casa en un rato, ya que quería que lo acompañara a su oficina,por un momento pensó que se trataba de ella pero al ver de espaldas a Rosario la reconoció inmediatamente.

- Franco...- Escucho como su voz sonaba un poco apagada.

- ¿Que haces aquí, Rosario?- Ella corrió a abrazarlo, por un momento claramente se sintió incómodo pero comenzó a llorar en pecho descontroladamente.

- Necesitaba hablar contigo- El la tomo de su brazo para separarla un poco de él - Tienes que ayudarme, Franco.

No podía dejar de preguntarse por qué de todas las personas en ese pueblo, ella tenía que recurrir a él y mucho más cuando al parecer todo estaba tan tranquilo y ni hablar del hecho de que Sarita no iba a estar tan contenta de que él estuviera con ella.

- ¿Que sucedió?- El se soltó mientras ella limpiaba sus lágrimas- Rosario no me mal entiendas pero creo que la persona a cual debes buscar es a tu marido, no a mí- Comenzó a llevarla a la salida- Así que por voy a pedirte que te retires.

Ella comenzó a resistirse y ni hablar de lo nerviosa que estaba.

- No Armando no, Franco tienes que ayudarme- Lo jalo de su camisa- Armando quiere matarme.
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En el momento en que la dejo entrar a su estudio y le ofreció un vaso con agua para los nervios sabía que no estaba bien.

- Te escucho- Le indicó que tomara asiento mientras él estaba atento de la hora- Te advierto que no tengo mucho tiempo.

- Llevaba un tiempo sospechando que Armando estaba en algo raro, llevaba muy tarde y siempre hablaba muy bajo para que yo no oyera sus conversaciones.

- Tu a la perfección sabes quién es el hombre con el que te casaste.

- Sí pero él no era así- Podía notar el miedo en ella - Comencé a seguirlo hace dos noches, era más o menos medianoche cuando ví que de dirigía a una bodega, tenía a alguien ahí y estaba amarrado y con una venda en sus ojos- A Franco no le sorprendió nada aquello, el mismo había sido víctima de aquello- Cuando ví lo suficiente, quise irme pero me tropecé con algo en suelo y apenas me levanté salí corriendo, pero fui muy tonta al creer que nadie me había visto.