Capitulo 16

1.4K 83 65
                                    

Las palabras de Franco le causaron un escalofrío en todo su cuerpo y  en cuánto la besó, sintió como en cualquier momento sus piernas flaquearian dejándola caer en sus brazos.

Aún no se creía lo capaz que había sido en aquel almacén con Franco entre sus piernas pero se lo agradecía a si misma.

Las manos de Franco recorriendo su cintura, mientras los tirantes sostenían aún su vestido, acarició el rostro de Franco y el hizo lo mismo acariciando su mejilla.

- Muy pocas veces he estado seguro de algo en mi vida- Acomodó un mechón en su oreja- Pero si se que tú eres el amor de mi vida Sara.

No supo que decir, esas palabras lograron que su corazón se hiciera pequeño.Todo vino a su cabeza, todo lo que había querido evitar pensar,  era inevitable no sentir como todo invadía.

Estar en esa casa, en esa habitación, viendo esos ojos tan azules que solo le reflejaban amor.

Un amor sincero y transparente como el que había existido desde el inicio.

Sintió las lágrimas llenar sus ojos y paso sus brazos sobre su cuello para abrazarlo con fuerza, lo apretó tanto como pudo y se permitió llorar.

- Perdóname- Se acercó a su oído- Perdóname por todo.

- Sara, yo soy el único que debe hacerlo- Franco no entendía nada- Por no escucharte- Ella se aferró más a él.

- Perdóname por quitarnos todo esto, por alejarte de mí, por arruinar todos nuestros planes- Franco intento separarse un poco pero no sé lo permitió- Si pudiera regresar el tiempo evitaría haberte hecho daño.

- Basta, no hablemos de eso ahora- Franco le habló dándose cuenta que estaba llorando- Estamos aquí y es lo  importante- Paso su mano por su espalda dándole una caricia- Estamos tu y yo- El trato de ver su rostro- No es tarde para comenzar de cero.

- Está noche si- Hundió su cara en su cuello- Pero no puedo prometer que será así siempre, aún no.

No podía asegurarle que se quedaría a su lado, él se merecía una vida feliz y para eso la sinceridad era base fundamental, el amor no se trataba de mentiras pero tenía miedo de contarle todo.

Franco rompió ese abrazo para tomar su rostro en sus manos, sabía que ella podría alguna objeción, así era Sarita y no había cambiado para nada en su ausencia, su manera de sobrepensar todo, formaba parte de ella.

- Sarita escúchame, yo también me equivoqué, no te entendí- No quería verla llorar, nunca le había gustado- Y aunque me pesa de igual forma, con solo tenerte aquí conmigo y ver qué nada a cambiado, me hace entender que volvería a hacerlo mil veces por qué se que voy a volver a ti.

- No quiero que llegues a odiarme por todo lo he hecho o pueda hacer- Siendo sincera consigo misma.

- No digas tonterías- Limpio las lágrimas de sus ojos, no sabía de dónde venía todo aquello o si había sido invasivo con sus insinuaciones.

-Yo no quise presionarte al traerte aquí, solo quería estar a solas.

- Y yo acepte- Le indicó tranquilamente

-Creo que es mejor si nos vamos a dormir, ya tuvimos un día bastante movido- Le sonrió- Y lo que más quiero es que te quedes conmigo.

Sus labios se unieron de forma suave, un beso que le aseguraba que Sarita no iría a ninguna parte, intento separarse pero ella se lo impidió, tomando el cuello de su camisa.

- Yo quiero estar contigo.

Esa noche solo quería estar junto a él, sintiendo todo el amor que podía brindarle y todo el que ella podía entregarle.

Siempre seras tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora