Capitulo 22

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Sarita terminaba de ensillar su caballo como cada mañana, su paseo diario abarcaba desde la Hacienda hasta la cascada, rodeando los predios. Después de pasar toda la hora del desayuno, tratando de no sonrojarse con los chistes y miradas de su abuelo, quiso más de una vez esconder su rostro en sus rodillas, estaba segura que no acabaría tan pronto, por lo necesitaba despejarse la mente, llenando solo con la vista en el campo.

Ajusto sus botas para poder subir al caballo pero a su derecha apareció Olegario, buscando hablar con ella.

- Doña Sarita, espere un segundo- El capataz la detuvo de comenzar a andar.

- ¿ Cómo está Olegario?- Soltó las correas.

- Muy bien.

- Excelente- Dió algunos pasos para poder acercarse más a él.

- Se que estaba a punto de salir pero necesito contarle algo.

- Lo escuchó.

- Sabe que incondicionalmente mi lealtad es a usted y me siento en toda la obligación de infórmale a usted antes que a Doña Gabriela- Él le comentaba un poco alejados de todos los trabajadores.

- Y se lo agradezco infinitamente, pero me está asustando.

- Anoche ingresaron algunas personas a la casa luego de que terminó la fiesta de Don Fernando- Sarita se sintió como una adolescente siendo descubierta en una travesura- Créame que mi intención no es irrumpir en su vida pero se que uno de ellos fue uno de los Reyes- Olegario pudo notar como sus mejillas se tornaban de un color carmesí- Imagino usted sabrá mucho más que yo, sobre eso- Él realmente no quería hacerla sentir incómoda.

- Si, Franco estuvo anoche aquí- Tenía que admitirlo de todas formas, agradecía que se trataba de Olegario y no de otro empleado- Pero él...- Se vio interrumpida.

- A mi no me debe explicaciones, así que no se preocupe.

Suspiro aliviada, ese hombre realmente era su mano derecha.

- La cuestión es que no sé quién era la otra persona y nadie vio el momento de su salida, se perdió de la vista de todos los empleados- Le señalo a un grupo de hombres- Ellos estaban de guardia anoche.

- Dominga anoche estaba un poco inquieta, pensaba que alguien había entrado por la cocina- Sarita había recordado eso y también el hecho que Franco no había sido- ¿ Nadie puedo reconocer quién era?

- Algunos asumieron que se trataba del Señor Reyes pero la mayoría asegura que no era él sino otra persona. Uno de ellos fue a la casa a intentar despertarlos pero Don Fernando les impidió la entrada- Claramente el debía estar involucrado - Diciendo que todo estaba bien.

Sarita realmente estaba asombraba, sabía que ningún invitado había olvidado algo, como para volver y ella misma había visto a Fernando siendo el último en entrar.

- Creo que debemos hablar con mi mamá- Ella era la única que podía ordenar reforzar la seguridad además de que si Franco podía entrar con tanta facilidad alguien más, también podría hacerlo- Pudo haber robado algo- No le gustaba nada aquello- O hacerle daño a alguien y más todavía si Fernando les impidió revisar.

- Usted sabe cómo son las cosas con él.

Estaba preocupada por su familia, agradeció mucho que Andrés estuviera en su habitación junto a ella.

- ¿ Usted notó algo o escucho algún ruido?

Y francamente era la menos indicada para poder alegar sobre eso, de haber escuchado algo habría ido a investigar o quizás habría notado la presencia de alguien más en la casa, de no ser por qué estuvo muy ocupada con Franco.

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