Siempre seras tú

Capitulo 10

Rosas

No podía dejar de mirarlas, desde el momento en que Dominga le trajo aquel arreglo a su cuarto no podía dejar de mirarlo y en cuanto supo quién era el propietario mucho más.

Te enviaré uno por cada día...que me digas que no lo haga.

"Las distancias pueden separar a los cuerpos, pero no al corazón"

F.

Era tan fácil enamorarse de Franco, toda su vida había pensado que no encontraría a alguien que la amará de forma que él le había enseñado, un amor sincero, transparente y apasionado. Él había cambiado tantas cosas en su vida, la habían ayudado a cambiar y aceptar que debía ver más allá de las personas, contradiciendo todos los prejuicios que tenía en contra de él y sus hermanos, muchas veces intento convencerse de que aquel amor era un capricho pero no sé engaño más, estaba enamorada de Franco y había sido de las mejores cosas que le había pasado.

- Tú papá es un romántico- Andrés miraba curioso aquel regalo- Si llegas a heredar eso, tendremos una gran fila detrás de Andrés Reyes- Ella misma había reído por su comentario.

La puerta de la habitación dejo ver cómo Dominga pasaba por ella.

- Señorita Sarita, la buscan- Le señaló en dirección hacia afuera.

- ¿Quién?- No recordaba haber quedado con alguien.

- El alcalde está aquí- Se acercó para decirle más bajó - Me pidió que no le dijera a su mamá y a Don Fernando.

- Entiendo, no lo hagamos esperar- Dejo a Andrés en su cuna.

- Yo me quedaré con él- Dominga se ofreció- Para que pueda platicar tranquila con ese  bombón- Resaltó lo último.

- Por Dios Dominga!!!- Eso la hizo reír.

- Es que es guapísimo, es de lo mejor que hay por aquí.

- No va a querer que Olegario la oiga- Sabía que algo existía entre ambos pero no entendía como funcionaba aquella relación.

- El no es celoso- La escuchó decir mientras salía.

Había estado esperando la respuesta de Rafael durante todo el día y si recordará el lugar donde había extraviado su teléfono seria de mucha ayuda pero lo bueno es que él ya estaba aquí.

Y no lo haría esperar....

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Jimena terminaba de instalarse en la habitación que ocuparía junto a Óscar, sabía que a Franco no le molestaba en nada que ambos se quedarán en la Hacienda, aunque ambos tenían planes de terminar de amueblar su propio hogar cerca de la región pero con todos los viajes que realizaban, le resultaba imposible la tarea, debía apresurarse ya que Norma estaba junto a su hijo ayudando a Eva en la cocina y moría por pasar tiempo con ellos.

Estaba a punto de ir a colgar algunas camisas cuando un pequeño juguete chocó con su pie, se trataba de un pequeño avión azul, lo tomó en sus manos y claramente supuso que pertenecia a Juan David, así que se dirigió al cuarto que existía exclusivamente para los juguetes, pero no era la única que estaba dentro, ya que Franco también estaba allí.

- Creo que alguien olvidó esto la última vez que jugó- Le enseño el pequeño juguete y Franco sonrió tomándolo para guardarlo en su lugar- Juan David cada vez tiene más juguetes, esto no estaba tan lleno la última vez que lo ví.

- Si, he tenido que instalar algunas cosas- Tocó la pequeña cuna que estaba en la esquina- Y aún faltan, Andrés fue quien dejó precisamente ese avión en el cuarto está mañana.