El Renacer de mí esperanza.

9 - Dos días antes de irme.

Peeta insistió en acompañarme a mi casa, de nuevo. Como lo hizo dos días antes de irme, cuando me entregué a él totalmente. También insistió en ir en pedir transporte, y en llevar las cosas que cargaba: mi análisis que me acaban de hacer, mi celular (que no uso), mi dinero, en fin. En menos de lo que me espero, ya hemos llegado. Pagamos que nos trajeran y abrimos la puerta. Ha sido un día demasiado agitado y difícil, por lo que decido sentarme en el sillón de la sala, mientras que Peeta y mi madre hacen la comida. Y llega la hora de comer.

Él ha dejado mis cosas a un lado de la barra de la cocina. En un momento los veré. Mi mamá empieza una platica en la que trata de hacerme participe, aunque yo no presto atención, hasta que algo sí.

-Y dime Peeta, ¿porque decidiste a venir al cuatro? -pregunta.

Yo ya sé porque. Me la dijo antes de venir.

Me mira en respuesta a la pregunta de mi mamá. Ella lo ha captado en seguida por lo que sólo sonríe.

-¿Cómo te ha dejado venir Delly?. -pregunta de nuevo.

Oír ese nombre hace que se me retuerza el estomago. Nombre de una estúpida que engaña a Peeta. 

-Digamos que no le ha dado problemas. Ella cree que Kat está en el siete con Johanna. -responde.

Johanna. Aunque suene extraño, si que la echo de menos. Necesito salir de la situación tan complicada en la que me encuentro por un momento, y estoy segura de que Mason me ayudaría. Y escribo en la lista de mi mente "Visitar a Johanna". Opto por olvidar la conversación entre mi indiscreta madre y Peeta, asi que, me pongo a leer mi análisis. Son dos hojas engrapadas. La primera dice que me pasó y por que estuve en el hospital dice algo así como: "Paciente femenina con un desmayo de último momento. Se le realizan pruebas." Más abajo: "No ha despertado en cinco horas. Se ha comprobado que fue un problema emocional" y lo último: "Ha despertado. Se verifica que está bien". La segunda hoja es una prueba, de las que mencionan en la primera. Una prueba de... embarazo. Cierro los ojos un momento, preparada para lo mas duro. Cuando los abro, empiezo a leer mi nombre, en fin, mi información básica. Y leo el apartado "Resultado". Cierro los ojos de nuevo, y cuando los vuelvo a abrir puedo distinguir la palabra: Afirmativo.

Estoy.. embarazada. De Peeta. De él, sólo él.

Y él está envuelto en una mentira. Comprometido. Seguro me deja por Delly. Lo sé. Tengo mucho miedo de que sepa, de que me deje por algo que no es cierto. De que nos abandone.

Volteo a ver a mi mamá y al padre de mi futuro hijo. Parece que no se han dado cuenta de mi reacción, siguen platicando tranquilamente. Trato de ser disimulada, pero mis intentos son en vano, ya que empiezo a sollozar. Estoy llorando por lo que posiblemente suceda. Ahora si que se han dado cuenta de lo que me pasa. Y antes de que me hagan preguntas de que me pasa, me levanto de mi lugar y me voy a encerrar a mi habitación. Sé que me han perseguido, escuché sus pisadas tras mía. Oigo cómo Peeta me dice que le abra, que qué me pasa. También oigo cómo mi madre le dice que va a ir en busca de las llaves. Están preocupados. 

Yo solo soy capaz de seguir llorando con mis resultados contra mi pecho. Es lo que dijo el doctor antes de que una Fátima preocupada llegara "Por favor, tenga mas cuidado por el bien de su..." Bebé. Tengo miedo, demasiado miedo de que Peeta nos abandone por Delly y sus mentiras a mi y a su hijo. Tengo miedo de que yo no sea suficiente madre para mi criatura, de que le paso algo por culpa mía. Sé que desde que yo tengo memoria no he querido tener hijos por el miedo a el gobierno que antes existía. ¿Que me impide ser feliz? Sí. Una mentira.

Escucho que meten la llave a la cerradura y segundos después tengo a Peeta estrechándome en sus fuertes brazos.

-¿Estás bien, hermosa? ¿Que te pasó? ¿Me puedes decir? ¿Te sientes bien? -me dice en tono bajito, combinado con un tono preocupado a mi oído para tranquilizarme. 

Lo logra, y me relajo con mi cabeza apoyada en su hombro y acariciando sus brazos, hundida en su olor y su protección. No le voy a mentir, le voy a enterar y si nos deja, pues que se vaya por una borda porque yo sí que voy a salir adelante con o sin él.

-Ahora, ¿si me puedes decir que pasó? -me dice, y su cálido aliento llega a pasar por mi cuello, que me hace sentir cosquillas.

Me separo de su abrazo, lo miro a los ojos y le transmito amor, él tiene mis manos entre las suyas y yo sólo soy capaz de entregarle mis resultados.

Me observa confundido, pero no pone objeciones y comienza a leer. Sus ojos reflejan confusión, amor, esperanza y cada vez se iluminan más. 

Me observa de nuevo, pero ahora sonriendo. Y viéndome corroborando que esto es cierto. Me da un dulce beso y después apoya mi cabeza en su pecho mientras me susurra:

-Seremos unos excelentes padres, Katniss.