Cuarenta y nueve.

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Me levanto a pesar de tener los ojos llenos de lágrimas y unas ojeras que me ocupan toda la cara. Ahora mismo estoy delante del espejo, observando mi cara, no puedo ir así, se nota a kilómetros que no he dormido nada y que he estado llorando.

Me maquillé lo justo y me vestí con algo cómodo, cogí todo lo más rápido posible, no quiero encontrarme con nadie.. ¿Debería seguir saliendo con los chicos? No, ¿verdad? No pinto nada ahí.

Salí camino al instituto lo más rápido que pude, al llegar pasé de todas las miradas de la gente, no sé que pasa ¿Tendré algo en la cara? Ah, no, se me olvidó que no venía con Calum.

Llegué a clase y me senté en una mesa alejada de todos, al lado de la ventana, no es que no quiera estar con ellos, esque no puedo, no puedo ver a Calum como un amigo, cuando le veo me dan ganas de besarle.

Ya se les oía llegar, se oye perfectamente la risa de Teresa y los gritos de Juanma, oigo hablar a Calum a través de la puerta con alguien.. Sara. Es Sara.

Entraron y todo el mundo se quedó en silencio, había un momento de tensión enorme, nadie hablaba.

- Ey, Sandra.

- Hola.

- ¿Por qué te has separado?

- Dime una razón por la que deba estar ahí sentada.

- Somos tús amigos.

- No puedo Teresa, no puedo estar cerca de Calum, me dan ganas de bersarle hasta dejarle sin respiración.

- Sandra..

- No, Sandra no. Lo siento.

El tutor entró, al parecer sin darse cuenta de esta situación, entró sonriendo como si nada, normal, por un momento pensé que todo seguía igual, pero no, Sandra, nada es igual.

- Bueno, Chicos.. ¡Anda! Veo que falta Sandra.. ¿Qué la pasa? ¿Está enferma?

- Estoy aquí.

- Ay.. Lo siento, no te había visto. ¿Porqué no te sientas aquí?

- No, no quiero.

- Venga, ven, ahí estás alejada de la clase..

- Justo lo que buscaba.

- Sandra..

- ¡Qué no! Lo siento.. No puedo.

- Bueno.. Vale.

- Lo siento enserio.. ¿Puedo ir al baño?

- Claro.. Vete.

Me levanté y salí de aquella clase, cerré y me pegué a la pared bajando hasta el suelo mientras deslizaba mi espalda por ésta.

Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, no las puedo parar. ¿Nunca os ha pasado? Cuando quereis dejar de llorar pero salen solas. Pues eso.

Llegué como pude hasta el baño, me lavé la cara y respiré hondo un par de veces, sé que al entrar encontraré la mirada de esos ojos azules clavados en mi.

Llamé y pasé.

- ¿Te encuentras bien?

- Si.

- Bien, pues seguimos.

Miré por la ventana y me distraí con todo lo que había por allí fuera. Ser un pájaro sería genial, puedes irte a donde quieras cuando las cosas no estén bien, puedes hacer tú nueva vida allí donde quieras. Ahora mismo, es lo que quiero.

Cuando la hora del recreo llegó cogí mi almuerzo corriendo y salí por la puerta.

- ¡SANDRA! ¿Vienes? - Preguntó Guille.

Miénteme si no me amas -Calum Heaslip.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora