CAPITULO 32.

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*Kyle*

Mientras conduzco hacia las afueras de la ciudad, recuerdo todo lo sucedido en la casa de Jared, está tarde.

Un silencio sepulcral llenaba la sala principal de Jared. No habían pasado ni diez minutos desde que Shannon había declarado que sus padres murieron el día de su cumpleaños y todos seguíamos en estado de shock. Incluso Nick, que ya lo sabía, estaba aturdido. Lo que a mí me sorprendió más fue que Shannon lo dijera con tanta tranquilidad. Conociéndola, esperaba que estallara en un ataque de ira contra Emily.

Después de que Shannon se fue, todos volteamos a ver a Emily. Ella sabía lo que había ocurrido con los padres de Shannon y aún así organizo la fiesta. Cuando Nick se opuso, ella insistió e insistió hasta convencer a Jared. Todos la mirábamos con reproche y resentimiento. De todo lo que pudo haber hecho, esto fue lo peor. En cuestión de minutos, la casa de Jared se vació. Los únicos que permanecimos fuimos Nick, Dana, Jared, Emily y yo. Fue entonces cuando me dirigí hacia Emily.

― ¿Por qué? ―le pregunté.

― ¿Por qué, qué? ―preguntó a su vez con indiferencia.

―Tú sabías lo que ocurrió con los padres de Shannon. ¿Por qué hiciste esto?

― ¿En serio me lo preguntas? ¿Shannon creía que podía jugar conmigo, arrebatarme a mi novio y salirse con la suya? ―dijo con altanería―. Si era así, que equivocada estaba.

―De verdad que no puedo creer en lo que te has convertido―le dije con un odio del que creía que no sería capaz de usar nunca―. No puedo creer que yo alguna vez sentí algo por ti. Eres de lo peor―le espeté y di media vuelta para alejarme de ella.

― ¿Qué soy de lo peor? ―me gritó―. ¿Por qué no pensabas eso cuando arregle el corazón roto con el que viniste de Colorado? Sí, quizá sea de lo peor, pero cuando tú estabas destrozado por dentro yo te lleve al paraíso, y Shannon no ha hecho más que hundirte en el infierno.

Al escuchar eso, me enoje. Me enoje tanto que aunque sabía que estaba mal, lo único en lo que podía pensar era en lastimar a Emily, así que regrese a donde Emily estaba.

―Sé muy bien que tú me has dado el paraíso, Emily. Pero Shannon, en su infierno me enamoró. ― Le espeté furioso como nunca antes lo había estado. ¿Quién se creía Emily al decirme algo así? Yo sé que muy bien lo que ha hecho por mí, pero si nos ponemos a comparar, Shannon me dado más. Mucho más.

Mis palabras dejaron sin habla a Emily. Y esa oportunidad la aprovecho Dana, que hizo algo que jamás habría podido creer de la dulce chica que es ella a menos que lo viera con mis propios ojos, y lo vi. Dana se acerco a Emily, levanto su brazo y con la mano bien abierta la tiro al suelo de una fuerte bofetada.

―No cabe duda que eres una maldita perra―le dijo Dana mirándola con desprecio y desde arriba. Emily se levantó y se fue corriendo.

Jared, Nick y yo mirábamos boquiabiertos y con los ojos como platos a Dana.

―Ni se les ocurra regañarme, se lo merecía―nos dijo Dana al ver como la mirábamos―. Ahora dejen de mirarme como si no fuera real y busquemos a Shannon. A pesar de su gran salida, sé que mi amiga no está bien.

Por dos horas buscamos a Shannon en casi cada rincón de la ciudad, sin encontrarla. La llamábamos a su celular, pero Nick lo encontró debajo de su cama en su habitación. Fue entonces cuando me preocupé de verdad. Temía que Shannon pudiera haber hecho una locura. Nick estaba tan angustiada que de no haber sido por Jared y Dana se habría dado de topes contra la pared a causa de la desesperación.

Mi Vida es Mejor Contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora