CAPITULO 14.

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*Kyle*

El Subterráneo, es un local que se encuentra debajo del nivel de calle y tiene toda la pinta de una estación de metro. Desde que empecé a formar parte del equipo de futbol del instituto comencé a venir aquí, ya que es tradición del equipo venir cada fin de semana, yo solo vengo regularmente. Y está noche he venido porque tengo una misión que cumplir.

Estoy sentado con Jared, Emily y Dana, además de unos cuantos chicos del equipo con sus respectivas novias. En este bar no sirven bebidas alcohólicas a menores de edad, pero Jared tiene un arreglo con el bar-tender y nos sirven algunas cervezas. Cuando todos vamos por la segunda ronda, aparecen Nick y Shannon. Mentalmente le agradezco a Nick por traer a su prima como le pedí hace, a penas, una hora.

Shannon, como de costumbre luce hermosa. El color rosa de su vestido le queda muy bien, hace que su piel resalte espléndidamente. Y lo que más me gusta es su cabello, siempre despeinado. Parece que Shannon trato de trenzarlo, pero algunos mechones se salen de su agarre, eso solo hace que luzca aun mejor. Cuando Shannon me ve, abre los ojos e imagino que quiere dar media vuelta e irse por donde ha venido, pero Nick prácticamente la arrastra hasta nuestra mesa. De verdad que le debo una grande a Nick.

Nick y Shannon toman asiento en nuestra mesa, y ella queda justo frente a mí, pero en medio de Jared y Dana.

―Qué bueno que viniste, Shannon―le dice Jared con una sonrisa.

Shannon no contesta. Solo se limita a fingir una sonrisa. Los minutos pasan y yo no dejo de mirar a Shannon. No le quito los ojos de encima, ni siquiera cuando Dana se da cuenta e intercambia unas palabras con Shannon. Acto seguido, Shannon alza la mirada y sus ojos chocolate se encuentran con los míos.

Shannon y yo nos miramos fijamente. Yo la miro como un completo acosador y ella me mira algo aturdida. A nuestro alrededor, todos parecen ocupados en sus propios asuntos que nadie se percata de que Shannon y yo no dejamos de mirarnos. Ni siquiera Emily que está a mi lado, ni Jared que está al lado de Shannon. De repente, una canción comienza a sonar a todo volumen y por todo el lugar. Al escuchar las primeras notas de "Give Me Love" de Ed Sheeran, una sonrisa se extiende por mi rostro, al verme, Shannon se remueve nerviosa en su asiento. De no haber sido por la oscuridad del lugar, habría jurado ver las mejillas de Shannon teñirse de rojo, en cambio me conformo con ver su rostro cambiar de colores por las luces estrambóticas del lugar.

Cuando la canción de uno de mis músicos preferidos no está ni a la mitad, Shannon se disculpa y se retira de la mesa, pero nadie parece prestarle atención, así que me pongo de pie y la sigo. Hay muchísima gente, esta noche, en el Subterráneo, así que tengo que moverme entre cuerpos bailando. Por un momento pierdo de vista a Shannon, pero al momento siguiente la vuelvo a interceptar. Se dirige a los sanitarios. Murmurando algunas disculpas, me muevo rápidamente entre la gente. Cuando al fin alcanzo a Shannon, la tomo de la mano y prácticamente la arrastro por el pasillo que da hacia la salida de emergencia.

―Kyle, ¿qué crees que estás haciendo? ―pregunta Shannon, pero yo la ignoro.

Sentir su mano entre la mía, hace que sienta miles de descargas eléctricas en mí cuerpo, así que antes de llegar siquiera a subir el primer peldaño de las escaleras para salir del local, me volteo hacia Shannon que me mira con los ojos abiertos, y con una mano la sujeto de la cintura y con la otra la sujeto de la nuca, y justo cuando la canción de Ed Sheeran está en su clímax, la beso. Beso a Shannon con brutal pasión, al tiempo que la arrincono contra la pared. Y para mi grata sorpresa, ella me devuelve el beso con idéntico fervor. Shannon me rodea el cuello con ambos brazos y me atrae hacia ella para unir más nuestros cuerpos.

Sin darme cuenta, yo ya esto sosteniendo a Shannon entre mis brazos, ella aún recargada contra la pared, rodea mi cintura con sus piernas y sus manos juegan con mi cabello, mientras nuestros labios se devoran. Debido a la oscuridad del lugar, pasamos totalmente inadvertidos, como una pareja más. Shannon y yo, en esta postura, estamos tan cerca el uno del otro que estoy seguro que ella puede sentir mi erección entre sus piernas. Sin embargo, cuando la canción finaliza parece romper el hechizo entre Shannon y yo. Nos separamos apenas unos centímetros, ambos respiramos con dificultad y tenemos una estúpida sonrisa en el rostro.

Mi Vida es Mejor Contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora