Mi Vida es Mejor Contigo.

CAPITULO 04.

*Kyle*

 Shannon no me dijo nada. El señor Parker comenzó la clase antes de que pudiéramos decir nada. Y mientras el señor Parker hablaba sobre el teorema de no sé quien, yo no pude evitar mirarla de reojo cada vez que ella no me veía.

 No sé qué me pasa, lo juro. Toda la noche anterior no pude dormir pensando en esos ojos chocolate, y en esa sonrisa. Justo cuando mis parpados comenzaron a cerrarse, la alarma sonó anunciando que debía prepararme para la escuela. Y cuando llegue a la clase de matemáticas, tenia tanto sueño que, los ojos se me cerraban solos. Pero entonces oí su voz. Abrí los ojos de golpe y ahí estaba ella. Con sus ojos bien abiertos, explicándole al señor Parker el motivo de su tardanza. Cuando comenzó a acercarse hacia donde yo estaba, mi corazón comenzó a latir tan rápido, que creí que se me saldría. Tengo que admitir que me dolió, el hecho de que ella no se percatara de mi presencia, hasta que le levante su cuaderno, que resbalo de sus manos. Pero el rubor que cubrió sus mejillas al verme, rápidamente mejoró mi estado de ánimo.

 Cuando el timbre suena, la clase de matemáticas termina y yo no me enteré de nada. Guardo mis cosas en mi mochila y salgo junto con Shannon del salón y ambos comenzamos a caminar por el pasillo. En un inesperado momento, Shannon se detiene y me mira con los ojos bien abiertos, y yo siento que me tiemblan las rodillas.

― ¿Sabes dónde está la clase de la señora Johnson? ―me pregunta.

― ¿Química? ―Shannon asiente―. Salón 38. Segundo piso.

―Gracias. Bueno, supongo que nos vemos a la hora del almuerzo.

―Dalo por hecho―digo y después de sonreírnos mutuamente ambos tomamos caminos diferentes.

 Mientras camino hacia el primer piso para mi clase de literatura, lo hago con una sonrisa en los labios. Para cuando llego al salón, me doy cuenta de que el profesor Collins aun no ha llegado pues, todas las chicas están agrupadas alrededor del asiento de Jared, lo cual no es nada raro. Pero lo que si me sorprende es que esta vez Jared parece pensativo e ignora a todas y cada una de las chicas. Confundido me siento a su lado.

―Amigo, ¿estás bien? ―le pregunto sin poder evitarlo.

―Perfectamente. ¿Por qué lo dices? ―responde.

―Ah, tal vez porque no estas coqueteando con nuestras compañeras como es tu costumbre.

―Oh, bueno… Es que mucho de lo mismo aburre―dice quitándole importancia.

―Si tu lo dices―digo encogiéndome de hombros.

 Me siento derecho en el pupitre y miro hacia la puerta esperando la llegada del profesor y dando la conversación con mi amigo por terminada, cuando Jared me sujeta por los hombros y me mueve para que quedemos de frente. Está muy nervioso, jamás lo había visto así.

―De acuerdo, tú ganas―habla muy rápido―. No dejo de pensar en ella.

 Jared Winslow, capitán del equipo de futbol americano de la escuela, presidente estudiantil, coqueto y mujeriego incorregible, ¿pensando en una sola chica? Imposible de creer. Pero me interesa saberlo, después de todo es mi mejor amigo.

―No dejas de pensar… ¿en quién? ―le pregunto.

― ¿Pues en quién más? En Shannon.

― ¿Qué? ―pregunto incrédulo. Eso si no me lo esperaba.

―Como lo oyes, hermano. Creo que me estoy volviendo loco. No pude dormir en toda la noche por pensar en ella.

―Pero ¿por qué? ―pregunto sin poder creer todavía.