CAPITULO 33.

669 34 2
                                    

*Shannon*

Dicen por ahí que en el mundo hay una persona esperando encontrarte, no estoy segura si eso sea verdad. Lo único que sé es que cada vez que veo a Kyle, no sólo me siento en casa y feliz, me siento completa..., me siento mejor. El amor es un sentimiento muy difícil de explicar, muchos creen que sólo se trata de hormonas, pero a mi parecer; el amor es esa sensación indómita e inexplicable de afecto hacia una persona y hacia uno mismo. Muchos pueden confundir el amor con la obsesión, la verdad es que son muy parecidas pero inmensamente diferentes.

La obsesión te cega, no ves nada más que a aquella persona, sin errores ni defectos, no ves a la persona tal y como es, sólo ves lo que quieres ver, y a ti te vez como quieres que te vean. El amor, por otro lado, te hace experimentar todo un arcoíris de sensaciones. El amor te hace poner a esa persona antes que cualquier cosa, incluso, antes que a ti mismo. Pero el amor no te hace olvidarte de ti mismo, al contrario, el amor hace que te plantees tus necesidades, tus propósitos, tus expectativas, tus virtudes, errores y defectos. El amor que sientes por otra persona te hace querer ser una mejor persona. Y eso es lo que Kyle me inspira a ser, una mejor persona.

Está noche, cuando le conté a Kyle toda la verdad sobre mis padres y sobre mí, parte del peso que estuvo oprimiéndome por todo un año, simplemente desapareció. Compartir tus errores, miedos y experiencias con una persona que te escucha, comprende y que te ama, es mejor que cualquier terapia. Porque no sólo te ponen atención, sino que también toman tu mano y sienten lo que tú sientes. Porque no te miran con lastima o compasión, te miran como el ser humano que eres. Eso es algo de lo mucho que le agradezco a Kyle, que me recordara que soy humana, no perfecta, que puedo cometer errores y tengo todo el derecho de redimirme.

Kyle y yo estuvimos mucho tiempo en el bosque, regresamos a casa cerca de la media noche. Como me lo esperaba, Nick estaba totalmente fuera de sí, tardé un buen rato en calmarlo, pero he de admitir que el que se preocupe tanto por mí me hace sentir afortunada por ser parte de su familia. De Emily no sé nada, todos se abstuvieron de mencionarla, pero para ser sincera mis sentimientos hacia ella siguen como al principio, totalmente inexistentes. Dana y Jared me abrazaron por un largo tiempo y me hicieron saber que, si deseaba vengarme, ellos no dudarían en encubrirme. Escuchar aquello me dio tanta risa que me dolió el estomago, sobre todo porque sé que ellos dos son más inofensivos que un bebé.

Ahora, que estoy en mi habitación, pensando en todo y a la vez en nada, recuerdo lo que Kyle me dijo. Aquello sobre que le gustaría vivir aventuras y hacer mil locuras conmigo. Sonrió, tal parece que todo lo que ha sucedido en estos meses no le es suficiente. Y ahora que lo pienso, todo, absolutamente todo lo que he dicho y hecho en estos últimos meses, es la locura más grande que he hecho... hasta ahora claro, porque estoy segura que seguiré cometiendo locura tras locura. Pero en mi defensa, las peores locuras se cometen cuando se está enamorado.

Sonriendo malévolamente y sin pensarlo dos veces, me levanto de la cama y camino a mi armario. Una vez que estoy vestida y bien abrigada, salgo de mi habitación, camino hacia la puerta de mi primo y entro sin avisar. Como imaginaba, Nick está dormido y como no quiero que se ponga histérico, en su escritorio busco un cuaderno y un bolígrafo, escribo una nota que dejo en su mesita de noche al lado de su cama, tomo sus llaves y salgo sin hacer ruido.

Conduzco el Camaro clásico de mi primo hasta la casa de Kyle. Todas las luces están apagadas, y la calle entera está en silencio. Cualquier persona normal iría a la puerta principal y tocaría el timbre, pero yo soy de todo menos normal. Rodeo la casa de Kyle hasta llegar al jardín trasero. Sonrió al ver que su ventana está iluminada por una tenue luz, Kyle está despierto. Miro por todas partes en busca de una escalera, pero al no encontrar ninguna, no me queda de otra que subir por el pequeño invernadero que está a medio construir y que para mi suerte aún no tiene los vidrios puestos, por lo que las bases de madre me sirven de escalera.

Mi Vida es Mejor Contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora