¿Bailamos?

CAPÍTULO 33

Disclaimer: El siguiente capítulo sigue la continuación de la trama principal deesta historia, pero también se desvía para hablar de otra pareja que me gustamucho. Por cierto, los personajes no me pertenecen, son de propiedad de J KRowling. Solo la idea de este fic y lo que ocurra dentro de este fic es mía.Asimismo, cualquier persona real que se mencione a lo largo de la historiacumple la función de ser únicamente un referente cultural, no busca asumir nadade nadie. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.  

Advertencia: Muchas ENTP x ENTJ vibes (la combinación del diablo jajajaja) y algo que quiere ser sado😏🔥🤫 pero que es cualquier cosa la verdad XD

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Domingo, el mejor día de la semana.

¿Por qué?

¡Porque no me baño!

(Nah, mentira, sí me baño XD)

Perdón, me desvié. Intentemos de nuevo.

Domingo, el mejor día de la semana.

¿Por qué?

Porque era el único día que Lucius y Narcissa Malfoy podían pasarlo completamente juntos.

En realidad, era el único día que la familia Malfoy podía pasarlo como una verdadera familia, ya saben, desayunar y almorzar juntos, tal vez salir a pasear o simplemente pasar la viendo una película, ese tipo de cosas de gente común y corriente como tú y yo (si es que vienes de una familia funcional, claro está).

Desde que eran unos adolescentes, los señores Malfoy se habían caracterizado por ser unos trabajólicos sin cura alguna. Ambos tenían un carácter fuerte que no podían exhibir en casa por diversas razones —madres y padres muy estrictos—, pero que sí podían volcar en actividades propias como el estudio o el trabajo, ya sea enfocándose en sus metas o ejerciendo el control sobre sus subordinados para alcanzar sus objetivos. Perfeccionistas en todos los aspectos y más obstinados que una mula, todas las frustraciones que reprimían ante sus familias las terminaban desahogando en horas y horas de arduo trabajo.

Si no, ¿cómo creen que la cadena The Heir se construyó? ¿Cómo creen que MALFOY CO. creció y se internacionalizó? No fueron heredados y tampoco les cayó del cielo.

Aunque suene poco creíble, fueron largos días e incontables noches de trabajo duro.

Créanme, yo estuve ahí.

Sin embargo, desde que Draco había nacido y se habían convertido en una familia propiamente dicha ante la sociedad, los dos aristócratas acordaron designar el domingo como día familiar, un día en el que ni los problemas relacionados al trabajo o a la familia podrían distraerlos de su misión principal que era pasar tiempo de calidad con su único hijo.

Al principio fue difícil, no lo voy a negar.

Al no haber vivido un noviazgo verdadero ya que, al igual que su hermana, su matrimonio también había sido arreglado, Narcissa aún encontraba algo molesta la presencia de Lucius cuando se trataba de situaciones íntimas de cualquier tipo. Poder disfrutar genuinamente de un almuerzo con él le tomó dos meses, consumar el matrimonio le llevó casi cuatro. Pasear de la mano sintiéndose totalmente cómoda le tomó casi seis meses y ni mencionar el compartir el baño. Poder usar el mismo lavabo, inodoro y tina le tomó casi un año.

No era que Lucius fuese un hombre desagradable, todo lo contrario. Valoraba el esfuerzo que su esposo hacía a diario por intentar agradarle y hacer de su matrimonio uno funcional. Era inteligente, tenía buenos temas de conversación y muchas veces le había mostrado ese lado tierno que escondía ante los demás. A veces podía ser divertido, la hacía reír. Le gustaba consentirla, era un buen amante tanto dentro y fuera de la cama y, tal vez lo más resaltante de todo, tenían casi los mismos gustos en cuanto al cuidado de su imagen personal. Podían compartir el shampoo, las cremas y otros productos sin ningún problema. No obstante, por mucho tiempo, Narcissa continuó pensando que sus padres se habían equivocado al momento de emparejarla pues, por más que la convivencia los obligara a acostumbrarse el uno al otro, todavía se seguía sintiendo como una extraña en su nueva casa.