Fisiopatologia del Placer

Capitulo 20

Estoy grogui, tengo rato tratando de alcanzar la consciencia, pero es difícil. Lo que sea que Nathaniel me puso, es bien fuerte. No se cuánto tiempo eh estado dormida, pero siento como si fueran meses. Intento abrir los ojos. Con lentitud, tomo consciencia de todo.

Me duele todo, y es que es peor que la primera vez que desperté. Escucho el bip, bip, de la máquina, es muy relajante.

—Todo está sanando bien—dice una voz de hombre.

—Pero tenia mucho dolor cuando despertó— reconozco la voz de Nathaniel— ¿Estas seguro que no hay presencia de infección o alguna de las suturas del arco se deshizo? ¿revisaste bien los resultados de la TC— le lanza pregunta tas pregunta, parece preocupado y nervioso.

¿De qué paciente estarán hablando? Es muy buen doctor, no debería estar aquí vigilándome solo porque Adeli está preocupada por mí. Ella es su punto débil.

—Navikov, yo revisé cada uno de sus resultados y estuve hay cuando le realizaron la TC, tu también— habla lentamente en un tono exasperado— Todo esta perfecto, es normal que tengo dolor, le abrimos el pecho de par en par— termina.

—Lo sé— escucho sus pasos ir y venir— Solo quiero asegurarme de que todo esta bien. Asegurarme de que no pasara ninguna complicación—.

—Eres cirujano, sabes que las complicaciones no se pueden adivinar, solo ocurren—aclara— Oye, nos conocemos desde la carrera de medicina y nunca te he visto asi, ¿seguro que para ti solo es la mejor amiga de tu hija? —

¡Están hablando de mí! Tiene que ser de mí, soy la única mejor amiga de su hija. No puedo creer lo preocupado que suena, es la primera vez que muestra algo mas que deseo por mí.

Entonces ese que está hablando con Nathaniel tiene que ser el cirujano que me opero. Estoy indecisa, no se si tratar de abrir los ojos o quedarme a escuchar su respuesta.

No, es mejor no es cucharla, además, tengo que agradecerle al cirujano y preguntarle como fue todo. No se si Nathaniel me oculto algo más.

Empiezo el proceso de impulso a mis parpados para que se levanten. Vamos, parpados. No quiero escuchar lo que va a decir, porque ya lo se. Su preocupación es por Adeli. No quiero comenzar a sentir celos de Adeli, y que nuestra relación cambie.

Vamos, hermosos parpados, elévense. El corazón comienza a latirme más rápido; el bip, bip, bip también se altera. Oh no, van a darse cuenta de que estoy despierta, no quiero que sepa que escuche su conversación.

—¿Qué pasa? — pregunta, preocupado— JACOB!! —.

—Tranquilo— le dice el tal Hernández— Déjame revisarla—.

Siento que ponen algo frio sobre mi pecho (creo que es la campana del estetoscopio). Muevo los dedos con dificultad. Siii. Logro entreabrir los labios.

—Todo se ve bien, espera— dice— oh, creo que trata de despertarse— informa.

—Kiara— me llama— ¿me escuchas? — me pregunta.

Haciendo un esfuerzo enorme, logro elevar los parpados. Nathaniel está a mi derecha, mirándome con el rostro fruncido y mi izquierda esta quien azumo es el Dr. Hernández.

Es un hombre robusto, ancho de hombros; es rubio, de pelo largo amarrado en una cola de las que usan ahora los hombres. Sus facciones son mas delicadas, a pesar de la mandíbula cuadrada. Tiene los ojos verdes, los cuales me observan con atención.

—Hola Kiara— me saluda.

—Ho...Hola— trato de hablar, tengo de nuevo la garganta muy seca— Agua, por favor— suplico.