— Hemos llegado— anuncia Adeli mientras Nathaniel apaga el auto.
Creo que puedo respirar más tranquila ahora que veo la fachada de mi casa. Todo el tiempo una parte de mi temía que me llevaran a la suya, el camino ha sido tranquilo, pero largo, Nathaniel ha conducido más lento que una tortuga. Tanto que ya ha oscurecido.
Las luces de la casa están encendidas, seguramente Adeli lo hizo. Está a mi lado, más nerviosa que nunca. Ella abre la puerta y sale, dejándola abierta.
— Espera— la voz de Nathaniel me detiene— voy a ayudarte— dice, se desmonta y viene a mi lado.
Ahora la que esta nerviosa soy yo, todo este tiempo eh tratado de que mi mejor amiga no vea nada raro entre nosotros, por lo menos de mi lado. Pero es muy difícil hacerlo cuando me toca. Me toma en brazos de nuevo, dejo mi brazo bueno encima de mi estómago.
No me atrevo a mirarlo a los ojos, asi que fijo la vista en mi amiga, que camina y abre la puerta sin mirarnos.
¿Por qué lo haría? Ella no sabe lo que pasa, por lo visto, no sospecha ni pizca.
Entramos a mi casa, y de inmediato la familiaridad y el olor del ambientador automático que mama compro hace años. El que mantengo cargado, nos envuelve. Manzana y coco.
— Puedes bajarme— le digo.
El sigue caminando. No, no. Craso error. Va a dirigirse directo a mi habitación, la que se supone no sabe dónde está, porque nunca ha venido aquí.
— Se supone que no sabes donde esta mi habitación— le susurro lo más bajo que puedo.
Sin dar un traspié, cambia sutilmente la dirección de sus pasos, se acerca a Adeli.
— ¿Dónde esta su habitación? — pregunta.
— Por aquí— Adeli abre la puerta, se hace a un lado para darnos paso.
Entramos a mi habitación y me deja encima de la cama, despacio, me quedo en una posición sentada.
— Gracias— le digo, le doy una mirada, pero la retiro rápidamente para fijarla en mi mejor amiga.
— De nada— responde, se acerca a Adeli.
Ignoro el breve sentimiento de soledad que me llena. Cubro mi boca, sorprendida por el bostezo, el camino me ha agotado mas de lo que pensé.
— Vas a dormirte— dice mi mejor amiga, caminando hacia mí.
— Pueden irse— vuelvo a bostezar— se que tu y Na...tu papa tienen muchas cosas por hacer— agarro su mano— por la forma en que te ha estado vibrando el celular— alzo las cejas, para que entienda que lo sentí— tu madre ha estado llamándote sin cesar, es la única que te marca de esa manera— .
Se sonroja— no voy a dejarte aquí sola, por eso es que quería que fueras a mi casa— me dice, agranda sus ojos marrones.
Sonrió, la he educado muy bien. Esos ojos tipo bambi es mi expresión marcada, lastima que no funcionan conmigo.
— No estaré sola, Vicky vendrá a cuidarme— digo, es mitad mentira.
Me habia mensajeado con Vicky, se que Adeli va a tratar de constatar que ella se quede de verdad. No tiene que saber que solo vendrá por un rato, aunque quiera tiene un hijo de 4 años y no puede dejarlo solo. Clara vive con su novio controlador y demasiado celoso para mi gusto.
— ¿Sabes que puedo verificar que lo que me dices es cierto? — pregunta.
— Lo sé— escucho como le vibra el celular en el bolsillo— ve, estaré bien— le aseguro.
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Fisiopatologia del Placer
RomansaLos une la pasión y el deseo por su vocación y por ellos. Kira nunca pensó que llegaría a follarse al papá de su mejor amiga, pero sucedió y nunca pudo parar. Nathaniel jamás imagino engañar a su esposa con una niña, pero ella se ha convertido en su...