Entierro la mano en su pelo. Mi pierna derecha comienza a temblar, el placer es demasiado para mi, mi cuerpo estaba electrizado. Chupa mi clítoris y eso dispara un rayo que recorre todo mi cuerpo. Echo la cabeza hacia atrás, chocando con la pared.
Mi pierna izquierda vuelve a estar en el piso, pero tiembla. Abro los ojos, que no sabía que había cerrado. Esta de pie ante mí, sus labios brillan por mis fluidos. Jadeo.
- Habitación- dice con la voz ronca.
Con dificultad camino hacia la habitación, no lo escucho, pero lo siento detrás de mi, su mirada sobre mi. Me siento pecaminosa, caminando desnuda por mi casa, el totalmente vestido.
Escucho como cierra la puerta. Me volteo. Camino hacia el para desnudarlo a el.
- No- dice- recuéstate en la cama- me ordena.
Aprieto los dientes, no me gustaba que me mandaran, pero él era el experto. Hago lo que me dice. Camina despacio hacia mí. Con los ojos oscurecidos por la lujuria. Se deshace de la corbata y la chaqueta del traje, todo el tiempo sin despegar los ojos de mí. Mi corazón acelera mas su ritmo,
Se quita la camisa. Se me seca la boca, tiene un maldito pecho increíble, con abdominales marcados, pero no exagerados. Sus brazos bien definidos. Me fije en V anatómica. La charla con mis amigas de anatomía que hablaban de lo sexy que se veía en los trillizos y que todas querían lamerlas. Si vieran a Nathaniel se volverían locas. Yo tenia muchas ganas de lamerlo entero. Lo veo quitarse el pantalón junto al boxer. Acomoda todo encima de mi mesa de noche.
Mis ojos se abren desorbitados. Santa mierda. No puedo quitar los ojos de su pene, grande y venoso. Curveado hacia su estomago, tenia que medir como 28 cm, grueso. Y yo era virgen. Me iba a matar con esa cosa. Se acerca a mi, levanto mi mirada hacia su cara, tenia los labios curvados, pero no era una sonrisa amistosa.
Sube a la cama y asciende hasta quedar totalmente sobre mí, pero sin que nuestras pieles se toquen. Apoya sus antebrazos en el colchón. Nuestros ojos se encuentran. Los suyos velados, apenas podía distinguir la lujuria en ellos. Siento la necesidad de decirle que soy virgen, pero el miedo a que se eche atrás no deja que salga de mi garganta. Comienzo a sentir su piel tocar la mía, nos estremecemos al mismo tiempo. La electricidad comienza a calentarme.
Me besa. Es igual de brusco y demandante que al principio. Nuestras lenguas se enredan. Rodeo su cintura con mis piernas mientras acaricio sus brazos, su espalda. Sus manos amasan mis pechos. Un dolor ardiente me atraviesa cuando siento su miembro entrar en mi de repente. Un grito de dolor se me escapa.
- Jesús- gruñe medio gime.
Lo siento estremecerse, su cuerpo poniéndose rígido sobre el mío. Su miembro palpita dentro de mi, a pesar del ardor siento algo cálido dentro de mí. El...¿el tuvo un orgasmo?
Estoy totalmente sorprendida al escucharlo jadear. Lo siento comenzar a salir de mi.
- Esp...- digo, pero me penetra de nuevo, esta vez entrando aún más en mí.
Lo siento mas profundo. Sale y entra en mi rápido y fuerte. La fricción vuelve el dolor en placer. Mi sangre se convierte en lava de nuevo. Gimo.
Lo veo elevarse con los brazos. Gruñe. Me besa, pero me deja rápidamente y baja hacia mis pechos, chupándolos. Acaricio su espalda en éxtasis. El placer es indescriptible. La fricción y el placer que esto generaba me tenía en las nubes.
- Cielo- lo escucho gruñir.
Siento el orgasmo tocarme desde los dedos de los pies. Entierro las uñas en su espalda cuando me atraviesa como un rayo. El lanza la cabeza hacia atrás y ruge mientras sus caderas no dejan de moverse como una pitón.
ESTÁS LEYENDO
Fisiopatologia del Placer
RomanceLos une la pasión y el deseo por su vocación y por ellos. Kira nunca pensó que llegaría a follarse al papá de su mejor amiga, pero sucedió y nunca pudo parar. Nathaniel jamás imagino engañar a su esposa con una niña, pero ella se ha convertido en su...