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Pov Jungkook
Sobre la mesa de noche yacen dos botellas de ron, una vacía y la otra con menos de la mitad de contenido mientras que en mi mano sostengo un vaso con la ya mencionada bebida, le doy un trago más y el líquido amargo vuelve a quemar mi garganta haciendo que levemente frunza el ceño, ya estoy lo suficientemente ebrio como para hacer alguna estupidez y culpar al alcohol, y sé perfectamente cuál es la estupidez que voy a hacer.
Me levanto como puedo y cojo mi chaqueta de cuero, me la pongo y salgo del departamento, la motocicleta está estacionada haciéndome un invitación para usarla, no pensaba hacerlo, pero ¿Qué es lo peor que puede pasar a parte de morir? la respuesta es clara, nada, es por eso que busco las llaves en los bolsillos de mi pantalón y para suerte mía, están ahí.
Me subo y la enciendo, espero unos segundos a que el motor caliente para por fin arrancar. Conduzco a la máxima velocidad viendo pasar las calles como si se tratase de un rayo hasta que por fin llego a mi destino.
Frente a mí se encuentra un edificio de ¿cuatro pisos? no lo sé, quizás solo sean tres, lo que sí puedo notar a la perfección es el letrero con letras iluminadas que dice "Hotel".
Sin perder más el tiempo entro tambaleándome y a tropezones al establecimiento, en el mostrador hay una mujer como de unos treinta años quizás, tiene una taza de café en la mano que suelta al verme.
—B-buenas noches —dice asustada.
—Buenass... nochess ¡hip! —me tapo la boca— p-perdón.
Ella asiente repetidas veces aún asustada, ¿Qué piensa? ¿Qué le voy a hacer daño? yo solo vine por mi chico.
—¿Cuál es la habitación de Park Jimin? —genial logré hablar sin trabarme.
—Disculpe, esa información no se la puedo dar.
Mi reciente felicidad por hablar correctamente es opacada por la molestia creciente que me está llenando, la observo y acercándome más doy un golpe sobre el mostrador haciendo que la mujer se sobresalte y retroceda.
—La habitación de Jimin dije —contengo mi voz para no gritar ya que sería muy irrespetuoso de mi parte despertar a los huéspedes.
—No pued-
A la mierda el respeto.
—¡LA HABITACIÓN!
La mujer tiembla y rápidamente empieza a buscar en su ordenador y cuando parece que ya consiguió la información que le estoy solicitando comienza a anotarlo en un papel.
—Aquí tiene —me entrega el papel el cual recibo y sin ni siquiera intentar leerlo lo arrugo y tiro al piso.
—¿E-En sserio... cree que —¡hip!— un borracho tiene la ca-capacidad de leer?
Parece meditar lo que le he dicho y abre la boca para decir algo pero al instante la vuelve a cerrar mirándome con el ya conocido miedo y confusión.
No es muy eficiente que digamos.
—Dígame el número.
—Ah c-claro —tartamudea— su habitación está en el segundo piso y es la B-4, está al lado derecho de las escaleras.
Asiento y le levanto el pulgar en señal de que por fin algo hizo bien. Ayudándome de las paredes llego a la escalera y comienzo a subirla, no es tan difícil como pensé ya que los barandales son un muy buen soporte.
Cuando por fin estoy en el segundo piso miro mis dos manos para intentar orientarme entre izquierda y derecha, lo cual es un fracaso porque se ven borrosas. Suelto un bufido y decido guiarme por la intuición, la recepcionista dijo que era la habitación B-4 así que pegándome bien a las puertas comienzo a ver su numeración, pero esto también es un completo fracaso ya que al igual que mis manos estas también se ven borrosas.
No quería despertar a los huéspedes, pero esto que voy a hacer es la última opción que tengo, es eso o irme y no pienso desaprovechar la oportunidad de ver a mi rubio.
—¡JIMIIIIIN! —grito lo más fuerte que puedo y puedo notar que las luces de algunas habitaciones se prenden, mientras otras personas salen para ver quien es el revoltoso que los despertó.
Observo a cada uno de los hombres y mujeres que salieron, pero ninguno es Jimin, ¿acaso la recepcionista me mintió y él no está aquí? Vuelvo a gritar su nombre una vez más y al ver que no aparece me empiezo a frustrar. Un señor se me acerca y me pide que me vaya de una manera que me desagrada, así que lo sujeto del cuello y justo cuando estoy apunto de estrellar mi puño contra su cara mis ojos se encuentran con los de mi rubio.
Suelto al tipo y este huye, el resto de personas miran la escena asustadas y puedo escuchar como Jimin se disculpa con cada una de ellas haciendo que vuelvan a sus habitaciones. Finalmente en el pasillo quedamos solo él y yo, y puedo jurar que tan solo basta volver a conectar nuestras miradas para sentir que estoy vivo de nuevo .
...
Bien chiquitxs eso es todo por hoy, si me da tiempo quizás mañana también actualice, cuídense muchoooo bye bye 💗
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Bajo La Piel // Kookmin
JugendliteraturDonde la relación de Jimin y Jungkook cada vez se vuelve más tóxica.