Al entrar al departamento un nudo se forma en mi garganta al recordar todo lo que viví en este lugar, todo luce como siempre a excepción que ahora hay un poco de polvo sobre los muebles además de unas cuantas botellas de licor vacías.
La mesa de centro que antes estaba decorada con mis plantitas ahora estaría vacía de no ser por el cuadro que ahora reposa sobre ella, me acerco para tomarla y ver cual es la foto, grande es mi sorpresa al ver que es la foto que dejé en el cajón de mis mesita de noche el día en que me fui.
—La enmarcaste —digo con los ojos acuosos.
Kook que aún sigue de espaldas a la puerta asiente con una pequeña sonrisa que está lejos de ser de felicidad y ese gesto me rompe el corazón, no dudo en acercarme a él y abrazarlo como si mi vida dependiera de ello.
—Ay, Kook ¿A dónde hemos llegado? —pregunto comenzando a llorar.
—No lo sé amor, no lo sé —responde con la voz quebrada mientras acaricia mi cabello.
Levanto mi mirada para encontrarme con sus ojos y no necesitamos decir nada para saber lo que va a pasar.
Sus labios atrapan los míos y se unen en una bella danza al igual que nuestras lágrimas, me aferro a su pecho mientras él lo hace con mi cintura. Cada vez el beso se intensifica pero sin llegar a ser con segundas intensiones más al contrario, se siente como un adiós y yo solo puedo pensar en cuánto voy a extrañar la sensación de sentir sus finos labios sobre los míos. Nuestros pulmones requieren oxígeno por ende nos vemos en la obligación de cortar el beso conectando nuestras miradas una vez más.
—Creo que ya sabemos lo que esto significa —digo tratando de no hipar.
—¿Es el final?
—Sí.
Mueve su cabeza de arriba a abajo poco convencido mientras unas gruesas gotas saladas se deslizan por su rostro.
—Nos hemos hecho mucho daño Kook y aunque no quiera alejarme de ti, es necesario.
—Te necesito tortuguita —acaricia mis mejillas— no me dejes.
Me duele verlo tan vulnerable, y así como le dije no quiero alejarme de él, no quiero pasar las noches sin su compañía, pero tenemos que cortar esto de una vez. Quizás sólo estamos acostumbrados a la presencia del otro y es por eso que duele tanto.
Nos enfrascamos tanto en un amor tóxico que poco a poco nos fue desgastando y si continuamos así, nos va a terminar por matar y no me refiero a lo físico sino a lo sentimental, y eso es lo peor que nos podría pasar pues sería como quedarse sin alma.
Los últimos meses se sentían tan fríos para mí, estábamos tan cerca pero en realidad más solos que nunca hasta que llegamos a ser como un par de imanes que ahora solo se dan la espalda.
Ahora solo me toca quedarme con los buenos recuerdos de lo que fuimos y espero que él haga lo mismo.
Solo nos queda llorar bajo la piel...
—No quiero hacerlo Kook, te quiero.
—¿Entonces por qué estamos haciéndonos esto?
—Por qué no sabemos amar.
Limpio sus lágrimas con mis pulgares y trato de memorizar cada una de sus facciones, cada uno de sus lunares y de aquella cicatriz que tiene en el rostro.
—Si en algún momento el destino nos vuelve a reencontrar entonces sabremos que nos pertenecemos y nuestro lugar es junto al otro, pero si no pasa eso esto es lo mejor que estamos haciendo, amor —digo soltando pequeños sollozos— yo te perdono y espero que tú hagas lo mismo conmigo, ojalá te vaya bien y logres todo lo que te propongas —tomo aire para poder continuar— y por favor olvida todos mis errores.
—Entonces me preparo para verte sonreír lejos de mí ¿verdad? —asiento mientras él me toma de las manos— gracias por compartir una parte tu vida conmigo y gracias también por perdonarme aunque no lo merezca, soy consciente de todo el daño que te he hecho y no sabes como me está pesando —las lágrimas vuelven a caer de su rostro— y-yo pensé que nunca te irías de mi lado y te descuide, fue más mi culpa que tuya, ahora entiendo que quieras salir de esto y te admiro por la valentía que estás teniendo porque yo no podría.
—Cuídate mucho —dejo una última caricia en su rostro y a pasos muy lentos me encamino a la puerta para salir.
—Jimin —llama y giro la cabeza— siempre vas a ser mi tortuguita y mi amor.
—Siempre vas a ser mi amor, Kook —digo regalándole una sonrisa y me voy.
Al salir del edificio rompo en llanto de nuevo y no me importa que la gente me vea extraño, tomo un taxi que me lleva hasta el hotel donde todavía me quedo, me encierro en mi habitación y abrazando una almohada lloro más fuerte dejando salir todo lo que me carcome, soltando los recuerdos y dejando ir a la persona con quien pensé que pasaría el resto de mi vida.
...
Soy lágrimas, no importa cuantas veces lea este capítulo siempre va a seguir doliendo igual :( hoy solo subiré este cap y mañana estaré subiendo la parte final y el epílogo dando por concluida a esta historia, nos leemos mañana bye chiquitxs 💕
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Bajo La Piel // Kookmin
Teen FictionDonde la relación de Jimin y Jungkook cada vez se vuelve más tóxica.